Capítulo 4

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El director me sonríe ampliamente como si fuera que con ese gesto me estuviera invitando a que me ponga de pies y me volteé a ver al chico que en estos momentos esta a mis espaldas, pero lo que no sabe es que no soy capaz ni de girar la cabeza para ver como es él y ni pienso averiguarlo, solo agacho la cabeza avergonzada y me dispongo a ver mis zapatos como si fuera lo más interesante del mundo en estos momentos.

- Melody, ¿no piensas saludar?- me interroga el querido director, pero no le miro.

- Hola- es lo único que logra salir de mis labios, lo digo tan despacio que es muy poco probable que me hayan escuchado.

De seguro debo estar viéndome como una tonta pero es lo que menos me importa.

- Muy bien- suspira pesadamente- por favor, tome asiento Evans.

Siento como Lucas se sienta y como su mirada esta fija en mi como si estuviera analizando mi expresión o cada movimiento que haga, levanto la vista y lo enfrento con la mirada, pero al hacerlo me encuentro con unos ojos sorprendentes que lograron hipnotizarme al segundo.

Aquellos ojos grises como la tormenta, tan hermosos y curiosos que me quedaría la vida así para ver que ocultan tras ellos sin importarme que suceda alrededor, me olvido por un instante que el director nos esta observando y no se pierde detalle de la escena y solo lo miro al chico con aquellos ojos tan llamativos.

También puedo notar como él se pierde en mi mirada, en mis ojos. Linda combinación, sus ojos grises de tormenta y los míos azules como el océano, lindo y extraño pienso.

Me percato de lo que esta sucediendo y desvío mi mirada hacia el director, que vergüenza. Por el rabillo del ojo noto como Lucas queda sonrojado por lo que sonrió, por un segundo lo considero tierno pero rápidamente eliminó ese pensamiento de mi cabeza.

En mi mente solo estas túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora