Algo más

Lo siento

Se que me desaparecí un largo tiempo...lo lamento, este año no estaré muy activa, pero trataré de subir lo más pronto posible...gracias por entender. Disfruten.
-Marceline88
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-Oye, deberías limpiar tu cuarto de vez en cuando ¿no?.- Comentó Kagome, bastaba con poner un pie dentro de la habitación para persivir el olor del polvo y la humedad mezclarse. Sin mencionar que también habían varias envolturas vacías de chocolate con caramelo y nuez (el favorito de ambos).

- ¡No molestes!, además, la semana que viene me toca la limpieza de la casa - Dijo Inuyasha en su defensa.
Kagome suspiró y se sentó en la cama desarreglada del chico.

- Bien, ¿te gustaría decirme  qué pasa? - Golpeó con la palma de su mano al lado de ella indicándole que se sentara. Inuyasha obedeció.

-...Mi padre regresó - Empezó- Y lo peor de todo es que, quiere que conozca a su familia.- Apretó sus dientes. Su vista estaba fija a sus pies desnudos. -Él no tiene derecho a venir después de 18 años, y decir así de facil que quiere que conozca a la mujer por la cual dejó a mi madre, estando embarazada...- Su voz se escuchaba suave y a la vez entrecortada, pero sus ojos, solamente reflejaban odio con cada palabra que salía de sus labios...

- Bueno, talvez él quiere que los conozcas por que espera que al menos no los odies a ellos.- Inuyasha rió pesadamente.

- ¿Esperar que no los odie?, -Volvió a reir de la misma forma y desvió su cabeza hacía la puerta- Jamás voy a dejar de tener reincor hacía esa clase de gente, no quiero conocerlos...ni volver a ver a mi "padre"- Dijo resaltando la última palabra haciendo comillas con los dedos.

Ahora su semblante adoptó el de una personalidad fria y cortante.

_En verdad los odias, ¿no es así Inuyasha?_ Pensó con tristeza Kagome.

-¿Cuándo llegan aquí?

-Este Sabado...- Dijo, con el mismo semblante frio y frunciendo el ceño.

- Sabes que tienes que conocerlos tarde o temprano ¿verdad?, por Izayoi. Ella quiere que hagas las pases con él.- Inuyasha asiente de mala gana.

-La única manera en que puedo ver a mi padre, es estando carca de mi madre, ella es la razón por la cual no le doy su merecido.- Se observó sus manos y las hizo puños.
Kagome se levantó de su lugar y se arrodilló frente a él, tomando sus manos (en forma de puños aún) y apretandoselas con firmeza.

-Mirame Inuyasha- Ordenó.
Él simplemente no quería verla a los ojos, solo miraba la puerta...- Mirame- Volvió a insistir, esta vez Inuyasha obedeció.
-Sabes que no me gusta verte así, piensa en esto como una prueba que la vida te pone. Confio completamente en tí, en que harás lo correcto en esta situación. Así que, no solo hazlo por Izayoi, sino ahora también por mi, premetenos en que te tomarás esto con la madurez suficiente para enfrentarlo...- Inuyasha no sabía si sus mejillas estarían igual de calientes como lo sentía en la cabeza.

_¡Maldición!_

Se repetía una y otra vez.
Cuando se percató que seguía esperando una respuesta, él simplemente asintio.

Kagome sonrió ampliamente. Ella siempre fue así, tan atenta con todo el mundo, cada sonrisa de ella, te hacía sentir único y especial. Eso era en parte molestó para Inuyasha. Le fastidiaba la idea de que esas miradas y sonrisas no fueran solo para él.

Se sobresaltó al sentir la calidez en su mejilla. Kagome seguía sonriendo.

- Sabes que te quiero mucho, ¿verdad? - Las ahora rosadas mejillas de Kagome la hacían lucir aún más linda de lo común. Inuyasha pusó su mano derecha sobre la otra de Kagome que reposaba en su mejilla.

-Si lo sé...- Dijo con voz suave y mirandola con ternura.

_Pero yo no solo te quiero_ Pensaron ambos viendose a los ojos.

_Yo te amo..._

Se quedaron en esa posición unos segundos más, mirandose detenidamente sin decir palabras. Kagome veía los ojos color ambar que detallaban un brillo explendido. Inuyasha apretó el agarre de la mano de Kagome en su mejilla, sin apartar la vista de ella. Ni ella de él.

Los segundos se convirtieron en minutos y ellos aún en esa posición. Atontados con la mirada del otro. Era una batalla entre el chocolate y el ambar al parecer interminable.
Sus corazones parecían salirse de sus pechos cuando ambos empezaron a acercarse. En ese intante, el tiempo que se les había idó en simples miradas ya no importaban...ahora sus labios estaban a centimetros, podían sentir la respiración del otro en sus rostros...

Bastaron dos toques a la puerta para que Kagome se alejara de Inuyasha como si este le quemara.

-Hijo soy yo, ¿está todo bien adentro?- Sin embargo Inuyasha se quedó estatico, ningun músculo del cuerpo le respondìa en ese instante.

Kagome se levantó del suelo y a toda velocidad se dirijió a la puerta, no sin antes voltearse hacía Inuyasha sonrojada y los ojos llorosos.

-Lo siento Inuyasha- Es lo único que dijo antes de salir, despedirse de Izayoi con una reverencia y a toda prisa salir de la casa con las lagrimas rodando sus mejillas, repitendose una y otra vez:

_¡Soy una idiota!_
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Perdón si es poco pero mañana trataré de subir capitulo espero les haya gustado Ya querían que Inuyasha besara a Kagome ¿verdad?...pues no se pudo
-_- No me maten...en fin, nos leemos después.

Adiós.
-Marceline88