Algo más

Una sonrisa es suficiente para descongelar un iceberg

Antes de leer, quiero aclarar que este capítulo está reescrito a causa de una falla con wattpad...tuve que pensar bien las cosas, uno de los tantos motivos por el cual me eh tardado tanto.
SIN MÁS DISFRUTEIS EL CAPÍTULO.
-Marceline88

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El padre de los chicos había adoptado un semblante serio, al pensar con que palabras empezar. No tenía idea de como reaccionaría Sesshoumaru, pero necesitaba lo antes posible decirle la verdad.

-Escucha Inuyasha,- Comenzó mirando nervioso a su hijo menor. Este esperaba paciente a que continuara, mientrás que Sesshoumaru trataba de desifrar en silencio las acciones de su padre.

-Seré honesto contigo hijo, en realidad...-Tomó una gran bocanada de aire antes de lanzarse.-...Tu hermano y yo no somos lo que piensas...-

Sesshoumaru sorprendido, se levantó de su lugar al saber las intensiones de su padre, tomando desprevenidos a los dos pelipalteados.

-Si lo dirás...que no sea en mi presencia.- Fulminó a Inuyasha con la mirada, para después salir dejando atrás el estruendo de un portazo, dando como consecuencia la veloz huída de "Kagome" a una de las habitaciones más cercanas.

-¿Qué demonios le pasa?- Se Preguntó a si mismo atónito, mirando fijamente la puerta.

Inu No Taisho suspiró con pesadez.
-Es natural que se enoje...- Dijo él con un tono de tristeza, de lo cual logró percatarse Inuyasha.
Se quedó pensando cabizbajo unos momentos, antes de incorporarse sutilmente y adoptar el semblante que tenía al principio de la conversación.

-Yo...nunca fuí buen padre...-Hizo una pausa breve. Inuyasha seguía atento a las respiraciones frecuentes de su padre.

-Pero...me gustaría enmendar las cosas contigo, los años que no estuve a tu lado. Estoy consciente que esto suena egoísta. Solamente quiero que sepas que lo lamento demasiado.-
-¿A dónde quieres llegar?
-...A que quiero que trabajes a mí lado en la policia...-
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Siguió caminando por la larga acera.
Los matices del cielo comenzaban a tomar los colores rojos y naranjas que le daban la despedida a la más grande estrella amarilla.

_¿Cuánto tiempo estuve en esa casa?_ Se preguntó a sí mismo.
Odiaba sentirse así, esa mezcla de emociones revolviendose en su estomago le causaba repugnancia.
Necesitaba caminar.
Salió con tanta prisa que dejó su auto atrás frente a la casa de Inuyasha.
Sinceramente no entendía lo que sucedía en la cabeza de su padre, ¿qué pensaba al decirle a él su caso?. Era la primera ocasión que le tocaba estar con su padre...

Se detuvo al escuchar risas provenir al otro lado de la calle.
Se volteo a su lado derecho, divisando un parque algo viejo con una gran cantidad de niños corriendo y jugando por todas partes.
Un poco más retirado de los niños y varios adultos vigilantes, una camioneta se encontraba estacionada. Probablemente el transporte de aquellos infantes ya que decía en una de las puertas "Orfanatorio".

Algo muy familiar le resultó de aquellos juegos infantiles, algunos se encontraban en mal estado u oxidados.
Decidió adentrarse en aquel lugar, algo muy fuerte lo atraía.
Caminó lentamente por el parque esquivando con agilidad a los niños que se le cruzaban en su camino.

Finalmente llegó a una gran reja de metal. La mayoría de esta se encontraba cubierta por enormes enredaderas que impedían mirar lo de al otro lado.
Deslizó sus dedos por los rombos de las rejillas tratando de ver algo pero le resultaba inutil.

Siguió deslizando lentamente sus dedos hasta toparse con una pequeña parte de la reja abierta ligeramente. En este caso la curiosidad de saber que había detrás de esta le ganó esta vez. Pasando facilmente por esta se encontró un enorme árbol con un tronco tan grueso y desgastado...facilmente se deduciría que ese árbol tenía más de cien años de existencia.