Capítulo 1

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-¡Abril! mueve tu trasero en estos momentos sino quieres que te busque, y ambas sabemos cual es la mejor opción- Dios ¿Por qué me haces esto?¿Por qué me diste a una amiga tan demente?

-Abril...El tiempo corre- Bufo, ¿Por que tiene que actuar tan desesperada si sólo nos vamos de viaje?

-¡VOY! Cristo, voy bajando.- Que intensidad...

-No cariño, no soy cristo, sólo soy tu ardiente y sexy mejor amiga.Así me gusta, obediente.

-Oh dios, ¡mira! ¡ahí en el cielo!

-¿Qué? ¿Qué es?

-Nada importante, sólo te quería mostrar donde se encontraba tu ego, por si se te perdía.

-Ja.ja.ja, que chistosa, ya vámonos, que perderemos el vuelo, y no podemos hacer esperar a Bora Bora.- Si claro, porque la isla la está esperando ansiosa.

-Estoy caminando detrás de ti,respira. Dios, sólo dime, ¿Cómo es que estás tan despierta si son las 5 de la mañana y debemos tomar un vuelo que dura 3 horas?

-Bebí café, mucho.- Se nota.

-Si bueno, sólo calmate un poco- Le dije mientras ordenaba las maletas en el auto- Trata de hablar menos y ayudar más.

-Voy, ¿no estás contenta? Digo, vamos de vacaciones, y los más probable es que nos encontremos con muchos chicos sexys en el camino- Dios, si me escuchas, sólo has que se calle, sólo eso te pido.

-No voy a ir por los chicos, sabes perfectamente que voy por la libertad, si fuera por mis padres nunca saldría, dios, incluso no vivo con ellos y me tienen acorralada- Observo su cara de pena, a la que ya estoy acostumbrada así que decido ignorarla- Así que, sólo pienso ir por la experiencia.

-Por la experiencia de acostarte con muchos chicos- Dios esta chica no tiene filtro- y claro, la agradable experiencia de estar conmigo.- me dice mientras, por fin Dios me escuchó, y decide ayudarme con las maletas.

-Si, claro, porque muero por estar contigo, Auch- grito mientras inútilmente intento hacer que el dolor de su golpe desaparece- Sólo quiero aclarar que voy por los sitios turísticos y por esa relajante isla, y claro, para alejarme de todo esta locura- Le digo mientras pongo el auto en marcha.

-Si bueno, por ahora te creeré, pero solo te diré que haré que aprovechen mucho estas 3 semanas, y ambas sabemos que no hablo sólo de disfrutar a la paradisíaca isla.-Me dice mientras enciende la radio, así que simplemente opto por ignorarla.

*
-Al fin! Dios, un segundo más sentada y juro que te mataba simplemente por ser tú- Me dice Sofía mientras llegamos al hotel.

-Vaya, que argumento tan razonable cariño- Le digo con mi notable sarcamo

-Si bueno, es hora de disfrutar esta isla, Abril.- Dice mientras yo me voy a recepción para buscar nuestras llaves de habitaciones, y, una vez más la ignoro

-Aquí tienes, yo iré a dormir un rato, no se tú, pero yo estoy cansada, si necesitas cualquier cosa, no me llames, estaré durmiendo- Le digo mientras me dirijo a la habitación

-¡Aburrida! -Escucho su grito desde el ascensor.

*
Dios, que relajante, ya me empieza a gustar esta isla, y eso que sólo lo que he hecho es dormir.

Así que, me pongo en marcha y me dirijo a mi maleta para cambiarme y ponerme y biquini, para así, alcanzar a Sofía en la piscina. Luego, de comer algo y cambiarme, me dirijo al ascensor en busca de la loca que se hace pasar por mi amiga.

Pero, en el camino, al no estar pendiente, me tropecé con un hombre, y no cualquier hombre, sino uno muy atractivo, alto, ojos verdes, cabello negro y espeso y una barba que apenas se nota, y con un traje que le queda perfecto, esperen, ¿Traje?. Joder, que hombre.

-Lo siento- Le digo mientras dejo de mirarlo, ya que, creo que notó el espectáculo que me estaba dando su persona, porque me miró y sonrió tan ampliamente, que, en ese momento, juro que sentí como mi corazón latía rápidamente- ¿Estás bien?- Le pregunté.

-Bueno, ahora que te veo, si, estoy muy bien- Joder, no, seguro mi cara se encuentra como un tomate, y al ver su sonrisa y su mirada divertida, me lo confirmé.

- Bueno, de nuevo, disculpa, debo irme- Le dije mientras prácticamente salía corriendo al ascensor.

-No debes disculparte, fue un placer- me dijo gritando, ya que salí corriendo.

Joder, intenté tranquilizar mi respiración y mi corazón, una vez más, que hombre.

Me acordé de Sofía y de lo que dijo de los hombres, creo que. Después de todo no me vendría tan mal admirar la belleza de esta isla ¿no?.

AnheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora