James.
-Bueno, Carter, quiero los informes de contabilidad en mi habitación en media hora, y al resto les pido que se encarguen de realizar bien sus trabajos, sino ya saben las consecuencias- Les dije a todos con mi típica voz monótona y fría a la que ya estaba acostumbrado- Tendremos una última reunión la semana que viene a la misma hora, sean puntuales, ya se pueden retirar- Les informé.
-Hasta luego- Dijeron todos al unísono mientras me retiraba de la sala de conferencias.
En esto se resumía mi vida, conferencias, órdenes y papeles. Triste ¿cierto?, lo sé. Por esa razón, decidí venir de vacaciones a mi hotel y de paso disfrutar un poco de la isla, ya que, con mi aburrida vida, unas supuestas vacaciones no me vendrían mal.
- Carter, no quiero más interrupciones, vine aquí de vacaciones, no a solucionar estos insignificantes problemas- Le dije un poco irritado.
- De acuerdo James, no volverá a suceder, ahora actúa normal, sácate ese palo del culo y quita ese ceño fruncido, estamos solos, no necesitas actuar como el jefe de hielo ahora- Me dijo con su típica personalidad divertida.
- Idiota, sigo siendo tu jefe, te puedo hablar como quiera- Le dije un poco más relajado- Pero, de verdad no quiero que se repita, vine a disfrutar.
- Y a follar- Completó- porque, debes follar, y bastante, a ver si se te quita lo amargado- Me dijo.
-Una vez más, idiota.-Le dije divertido- aunque ya sabes lo que pienso de eso, ya tuve una mala experiencia por andar follando a toda mujer que me pasara por el frente, y sabes como terminó, lo que menos quiero ahora es andar de falda en falda- Le dije serio.
- Cierto, lo lamento hermano, no quería hacerte recordar- Me dijo con la pena reflejada en su voz, a la que me acostumbré- Ahora, ve a dormir que lo necesitas, luego iremos al bar del hotel para despejarte un poco de todo esto- Me dijo con su típica actitud de vuelta.
-De acuerdo, nos vemos ahora- Le dije mientras me despedía y me dirigía al ascensor para ir directo a mi habitación.
A una habitación normal, porque, a pesar de ser el dueño, me gusta disfrutar como lo haría un típico huésped y no como lo haría un dueño en su propio hotel, raro, lo sé, pero como ya dije, vine a disfrutar la experiencia completa.
Me dirigía a la habitación a dormir, como había dicho, pero en el camino un incompetente me tropezó al no fijarse al caminar por andar distraído, pero al fijarme, no era un hombre, era una mujer, y que mujer, joder, es bellísima, no es la típica mujer llena de curvas y perfectas caderas, de hecho, ella era flaca, con piernas que me quitaron la respiración debo admitir, pero no fue su cuerpo lo que llamó mi atención, sino sus ojos, sus hermosos y brillantes ojos, y no, no eran azules ni verdes, eran de un marrón muy oscuro, como el café, que al pasar a su lado pensarías que eran negros, y me encantaron simplemente porque me daban una mirada tierna y de arrepentimiento que me atraparon en ese instante.
-Lo siento- Me dijo con una voz suave que me encantó y atrapó-¿Estás bien?- Me preguntó la castaña, otro hecho que me encantó, ya que su cabello parecía combinar perfectamente con sus ojos. Me le quedé viendo fijamente grabando cada detalle de esa tierna y linda mujer. Y al parecer se dio cuenta por que su sonrojo se hizo evidente, y eso sólo la hizo más bonita en mi parecer, joder, yo no era así, pero ésta chica me tiene hechizado con su ternura y belleza.
-Bueno, ahora que te veo, sí, estoy muy bien- Le dije coqueto, algo que nunca hacía, joder, no debo involucrarme con mujeres, no quiero pasar por lo mismo de nuevo, pero por alguna razón, no podía quitar la mirada de esta hermosa mujer.
- Bueno, de nuevo, disculpa, debo irme- Me dijo mientras salía corriendo al ascensor, joder, seguro la espanté.
-No debes disculparte, fue un placer- Le dije gritando, para que me escuchara, ya que, se encontraba en el ascensor.
Me dirigí a la habitación para dormir un rato, como había dicho, pero decidí darme una ducha para ir a la cama primero, y al estar en ésta no pude dejar de pensar en esa hermosa chica, joder, se que no debo pensar en ella, pero es inevitable.
Creo que, después de todo, el idiota de Carter tenía razón, no me vendría nada mal disfrutar las bellezas de la isla, y si era con esa hermosa chica del pasillo, no me importaría.
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Anhelo
Romance-Lo siento- Le digo mientras dejo de mirarlo, ya que, creo que notó el espectáculo que me estaba dando su persona, porque me miró y sonrió tan ampliamente, que, en ese momento, juro que sentí como mi corazón latía rápidamente- ¿Estás bien?- Le pregu...