Capítulo 7

32 5 0
                                    

Fui corriendo a la sala donde me habían dicho que se encontraba Harry. Encontré a su madre, a Anne, llorando en la puerta de la habitación.

-Señora Styles... -tartamudeé.

-¿Por qué lo hiciste Louis? -dijo ella llorando.

-¿Hacer qué? -no comprendía nada.

-Decirle que se fuera, que desapareciese de tu vida... - Anne seguía llorando- gracias a ti, solo por ti, Harry está... -no podía sacar las palabras correctas de la boca- muerto.

Me quedé paralizado. ¿Harry había muerto? No podía ser verdad. Pero, si era cierto, Anne tenía razón; yo le dije a Harry que se fuera, que desapareciese de mi vida, que no lo quería volver a ver... Y ahora, por mi culpa, él, Harry, estaba... muerto.

-Lo siento... yo... no quería hacerlo -comencé a llorar-. ¿Puedo verlo? -Anne me miró.

-Claro, esta en la morgue -escuchar esa palabra me hizo estremecer.

-Está bien, gracias.

Me encaminé hacia la morgue. Tenía remordimientos en el estomago. No estaba listo para ver a Harry muerto. Muerto por mi culpa.

Llegué a una puerta donde aparecían algunas palabras escritas "Morgue".

Respiré hondo y entre.

Había un médico en la entrada. Llevaba una bata blanca.

-Hola... soy Louis Tomlinson...yo era amigo de... Styles, Harry Styles.

-Ya se quién es, esto... era, lo siento. Era el chico que acaba de... -no hacía falta que terminara la frase-. Le llevaré donde él.

Me hizo un gesto para que le siguiera. Me llevó a la sala 212, todavía recuerdo el número. El número de la sala donde yacía Harry.

El doctor abrió la puerta.

-Puede pasar, le esperaré fuera.

Entré con todo mi valor. No sabía que me iba a encontrar allí, y tampoco quería imaginármelo.

Cuando por fin me acostumbré a la luz, di unos pasos al frente.

Había un cuerpo tapado con una manta encima de una mesa. El cuerpo de Harry.

Me quedé parado un rato, analizando lo que tenía delante. No lo veía, ya que la manta me lo impedía, pero sabía perfectamente qué me iba ha encontrar.

Todavía seguía teniendo los ojos húmedos. Pero se humedecieron aún más cuanto quité la manta.

Allí yacía Harry: pálido, sin color. Sin vida.

Le cogí de la mano. Estaba helada. Nunca olvidaré aquella sensación de frió y distancia.

-Hola Harry. Soy Louis. El gillipollas que te dejó morir.

UNA DIRECCIÓN DIVIDIDA EN CUATRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora