UNA DIRECCIÓN DIVIDIDA EN CUATRO

Capítulo 19

Caminábamos por las calles francesas de aquella preciosa ciudad. El Sol se alzaba brillante por encima de nuestras cabezas.

Pasamos por delante de un puesto de helados. Aprovechamos, y cogimos uno cada uno.

Nos adentramos en la Plaza de los Vosgos. Aquella plaza era muy conocida allí, en Francia. Tenía una fuente en el medio, rodeado por múltiples árboles. Lo demás era todo césped.

Cruzamos la plaza, como cada tarde; pero esta vez en completo silencio. No sabíamos que decir, total, ya nos lo habíamos dicho todo.

Nos sentamos en un banco a las afueras de la plaza. Él me rodeó con su brazo, haciendo que yo apoyara mi cabeza en su hombro. Cerré mis ojos, dejándome llevar por la brisa de aquel día de verano.

Llevábamos nueve meses saliendo, y nos habíamos instalado en París. No había vuelto a Londres desde hacía nueve meses, y París empezaba a cansarme.

Pero, estaría todo el tiempo del mundo en París, si él seguía junto a mi.

De repente, y sobresaltandonos a los dos, su móvil sonó.

-¿Sí? -dijo él. Una voz masculina respondió al otro lado de la línea.

-Ahora vamos -se levantó del banco, haciendo que yo me irguiera.

-Alice, tenemos que irnos.

-¿Por qué, Harry?

Esperó unos segundos para responder.

-María está de parto.

...

-¿¡ Y cuándo me lo pensabas decir!?

No me respondió. Llevaba diez minutos sin dirigirme la palabra.

-¡Hola! ¿Me vas a hacer caso? -seguía sin responderme. No quitaba la mirada de la carretera.

-¡Harry! ¡Préstame atención! -seguía estando en su mundo.

-¡¡Harry Edward Styles, vuelve al mundo; YA!! -chile con todas mis fuerzas, para que de una maldita vez saliera de ese trance.

No optube respuestas.

-¡Harry! ¡Joder! ¡Qué me respondas de una puta vez! -exploté.

-¡Qué te calles ya, coño! -me dijo él, chillando. Seguía sin quitar la mirada de la carretera; no me había mirado al chillarme.

Me sentía demasiado ofendida por su actitud, así que, crucé mis brazos en mi pecho y miré por la ventana del auto, con la mirada fija en el paisaje.

Pasaron 20 minutos. Todavía no habíamos llegado al hospital; nos quedaba bastante. Notaba que Harry estaba más nervioso de lo normal, y que cada vez conducía más rápido.

-Harry, no tenemos ninguna prisa. No hace falta que nos matemos.

-Lo siento -disminuyó la velocidad del coche-. Oie... ¿estás enfadada conmigo?

-No sé, dímelo tú. ¿Me veo con cara de estar feliz?

-Pues no mucho, la verdad. -Le miré con cara de asco. No se había disculpado por haberme gritado-. ¿Enserio? ¿Tengo que disculparme yo? -alzé los hombros-. Agh... está bien -Harry suspiró-. Lo siento, siento haberte chillado; no se que me ha pasado, se me ha ido un poco de las manos. -Sonreí-. ¿Contenta?

-No. Todavía te queda una cosa -él alzó la ceja. Pero enseguida lo entendió.

Disminuyó aún más la velocidad y se acercó a mi. Me dio un beso suave y tierno a la vez.

-Gracias. Lo necesitaba -le dije con una sonrisa.

-Los dos lo necesitábamos -me corrigió amablemente.

Harry siguió conduciendo, pero ahora me miraba de vez en cuando, sonriendome.

...

Vi un cartel que decía:
"Great Ormond Street Hospital a 20 km"

Ya estábamos llegando.

Por fin podría ver al bebé de mi amiga.

No había conocido a María físicamente, ya que no nos habían presentado en Londres. Pero si que hablaba con ella por teléfono, y la conocía como si fuéramos hermanas.

Además de no conocer a María, para colmo, no sabía de que sexo era el bebé. No sabía nada de él. Sólo sabía, que el padre era Niall, y lo supe gracias a María.

-¿Y sabes de que sexo es? -pregunté para aclarar mis dudas.

-No, no lo sé. Louis me ha llamado, y me ha dicho que María estaba de parto. Me dijo que fuéramos al hospital Great Ormond Street.

-¿Y desde cuando sabías que María está embarazada?

-Lo he sabido esta tarde.

...

Corrimos por el enorme pasillo del hospital. La gente nos miraba extrañada, pensando que estábamos locos.

-¡Louis, Liam! -chillé al verlos, sentados en la sala de espera.

Los dos se levantaron y vinieron corriendo ha donde nosotros.

-¡Harry! ¡Alice! -dijo Liam, llenó de emoción.

-Hola chicos -dijo Alice, entre suspiros.

-¿Sabemos algo? -pregunté intrigado.

-No, lo siento Harry. El doctor no nos ha dicho nada -me dijo Louis. Le noté un brillo en sus ojos. Algo me decía que estaba contento por verme.

-Está bien. Habrá que esperar.

Nos dirijimos a la sala de espera, donde habían estado Louis y Liam.

Nos quedamos allí hasta la madrugada.

Cuando al fin nació.

"Anne Horan White.
7 de Julio de 2019 a las 03:16"