Síndrome de Estocolmo~ ♡ b29;

El primer año...

Esta historia es sobre un síndrome que me llama mucho la atención desde el punto de vista de lo que implica tener que enamorarse de alguien que te hace daño, para protegerte. Espero que les guste ♥

(Editado 18/Abril/2021) 

Les cuento, esta es una de las pocas historias que sí quería borrar y desaparecer de mi vida para siempre XD Pero no sucedió.

Hoy es el cumpleaños de la más malvada oveja del rebaño, la única e inigualable 2minsheep quien también es la mayor detractora y hater de esta historia, por supuesto eso significa que también es su fan número uno ♥ Esta nueva edición es para ti, ovejita madre, agradezco mucho que seamos amigas, y te quiero un montón ♥♥♥♥♥

(13/Noviembre/2022)

Estoy editando la historia.

He crecido mucho desde el 2013, he aprendido mucho, más que nada. No quiero borrar la historia, ni los buenos tiempos que pasé escribiéndola; pero veo esto como una buena oportunidad de representar mejor lo que quería representar en su momento, mejor escrito, y mejor explicada. La trama cambiará un poco, aunque quiero mantener la línea original de acontecimientos. Probablemente también cambie la intención del final, aunque mantendré en su mayoría la estructura que actualmente tiene.

En este momento, es un bueno de experimentación, y quiero descubrir qué tan lejos llego.

Gracias por acompañarme de nuevo en esta historia; y si están aquí por primera vez: hola, y gracias.

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Síndrome de Estocolmo:

Es una reacción psicológica en la cual la víctima de un secuestro, o una persona retenida contra su voluntad, desarrolla una relación de complicidad, y de un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado. Se debe, principalmente, a que malinterpretan la ausencia de violencia contra su persona como un acto de humanidad por parte del secuestrador.

La cooperación entre el rehén o víctima y el autor se debe en gran parte a que ambos comparten el objetivo común de salir ilesos del incidente.

El nulo control sobre la situación por parte del secuestrado le lleva, al parecer, a intentar cumplir los deseos de sus captores que, por otro lado, se presentan como los únicos que pueden evitar una trágica escalada de los hechos. De esta manera, se produce una identificación de la víctima con las motivaciones del autor del delito y un agradecimiento al captor que, en ocasiones, lleva situaciones extremas.

-¡Déjame ir!- Taemin gritaba a la oscuridad, como último intento de recuperar la libertad que le había sido arrebata apenas unos días atrás. – Por favor...- Suspiró esto último. Sabía demasiado bien que no estaba dentro de aquella habitación oscura quien pudiera escucharle.

Lee Taemin había llevado una vida normal después de haber escapado del infierno que vivía en las garras de su padrastro, lo que menos esperaba era que, con el tiempo, su libertad fuese a ser arrebatada de nuevo.

Se sentía sucio, su ropa estaba rasgada hasta el grado de sólo cubrir muy poco de su cuerpo. Sus manos le dolían alrededor de las muñecas, las cuerdas que le mantenían atado habían dejado marcas ya.

-Por favor...no quiero estar aquí.- Susurró una vez más hasta desistir. Se sentía mentalmente cansado como para seguir insistiendo, su mente se desconectaba a rato de esa fría realidad que estaba viviendo. Simplemente, se escapaba de su cuerpo, de su mente.