Síndrome de Estocolmo~ ♡ b29;

La Única Salida

Editado: 14/08/23

Había olvidado lo muy largos y angustiantes que eran los capítulos finales. En realidad si me costó algo de trabajo lograr editar este capítulo.

Del mismo modo, decidí cambiarle el título para que no fuera tan gatilleante, y también agregaré una advertencia:

Este capítulo tiene conversaciones donde se discuten pensamientos de muerte e ideaciones suicidas.

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-¿Qué es lo que pasa? Duele mucho.- Su voz se sostenía apenas en un hilo.

Taemin había entrado al hospital como emergencia, que puso en sobre aviso a los médicos cuando leyeron en el expediente que tenía siete meses de gestación. El parto era viable, sólo adelantado, lo cual no era lo esperado. Él no debía estar sufriendo esa clase de dolores en este momento.

Era un dolor tan fuerte, que bloqueaba sus otros sentidos.

"Se ha roto la bolsa de líquido amniótico. Empezará a asfixiarse pronto."

"Tendrá que ser un parto prematuro."

Voces a su alrededor, entraba a una sala y después ya no supo más. Increíblemente, el dolor podía aumentar cada vez, haciéndole estar fuera de sí; no sabía que ocurría a su alrededor, sabía que había gente, la mayoría enfermeras, pero eso no importaba.
                                   
               

                      

                                           

Taemin despertó asustado, recordando el dolor y miedo que estaba sintiendo antes de perder la conciencia. Sintió instantáneamente que algo le faltaba. Instintivamente llevó su mano a su vientre y no lo encontró. No estaba ahí, el bultito que había estado llevando consigo por tantos meses. Se había ido, le había dejado.

Se incorporó de golpe, mirando a su alrededor. No reconocía el tipo de habitación, no era el ala de psiquiatría como en la que estuvo antes. Tampoco eran los cubículos genéricos de urgencias. Claramente era otra ala del hospital. Además estaba oscuro, era obvio que había anochecido, por lo que tardó en orientarse.

A pesar del dolor que sentía, se levantó como pudo y caminó hacia la puerta. Necesitaba saber dónde estaba, incluso si caminar le hiciera sentirse más que mareado a cada movimiento que hacía. Salió al pasillo y empezó a andar lento, sintiendo que era totalmente interminable. La luz calaba, pero la seguía, sabiendo que lo más iluminado probablemente también sería donde estarían las personas que pudieran explicarle dónde estaba, y donde estaba su bebé.

Antes de poder encontrarse con una enfermera, encontró los cuneros. A su izquierda pudo ver la vaga sombra de alguien que acababa de salir por ese pasillo, indicándole que quizás ya no eran horas de visita, y por eso todo estaba tan solo.

En frente estaba el gran ventanal, donde las cunas de los recién nacidos exponían esos pequeños bultos de vida que apenas saben distinguir la conciencia de la inconciencia. Taemin revisó cada cunero, sintiendo la angustia anudarse rápidamente en su garganta, mientras aquella voz en su cabeza regresaba a susurrarle cosas.

"Se ha ido."

"Ni siquiera esperó a que despertaras, te dejó."

Con aprehensión despegó la mirada de ahí, tratando de buscar una salida, algo que dijera que todo era un malentendido.

Un poco más al fondo estaban unas cuantas incubadoras, aunque al momento sólo había una ocupada. Taemin forzó la vista para alcanzar a leer la tarjeta de identificación. Había sido escrita a mano, con caligrafía ordenada, sólo un corto apellido. "Lee." Entonces pudo ver al niño, sintiendo al fin el nudo deshacerse, dándole paso a algo de alivio. El bebé estaba bien, algo pequeño, pero bien. Sólo en ese momento fue capaz de procesar todo lo que estaba sucediendo, de darse cuenta dónde estaba, de cómo se sentía. Miró hacia abajo, siguiendo el punzante dolor que sentía. Estaba sangrando. Necesitaba ayuda, descansar, cerrar los ojos un momento más.