Capítulo 4

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Me las arreglé para arreglarme el flequillo y peinarme decentemente para afrontar el día. Miré mi reflejo en el espejo antes de dejar el baño para irme a trabajar. Mientras caminaba a través de la sala noté que Zayn estaba despatarrado en el sofá a mi lado. No había dormido conmigo la pasada noche, pero tampoco quería que lo hiciera.

~

Cuando entré en mi oficina no me llevó mucho tiempo rodar los ojos a la presencia en la habitación. Niall estaba tirado en la silla, sorprendiéndome que sus ojos estuvieran cerrados, sus brazos cruzados.

"¿Niall?" Pregunté incrédulo, completamente sin impresionarme de que estuviera durmiendo en mi inmaculada oficina. Me paseé hacia la durmiente figura de mi lado, dándole un fuerte empujón en el hombro. Instantáneamente sus ojos color celeste se abrieron, mirando alrededor de la habitación.

"Wow, ¿me he dormido?" Preguntó jadeando, causando que lo mirara con una sonrisa presumida.

"Lo has hecho." Reí, rodé mis ojos sarcásticamente antes de sentarme en la silla de mi oficina. "De todas formas, ¿Por qué estás aquí?"

Estiró su camisa negra abotonada hasta arriba antes de levantarse rápidamente, tosiendo silenciosamente para limpiar su garganta. "Yo ehEmm, la puerta estaba abierta así que pensé que esperaría por ti."

"¿Querías esperar... por mí?" Pregunté incrédulo mientras levantaba mi ceja. Era algo escéptico cuando venía de Niall, siempre tramaba algo.

"Eres como, mi mejor amigo." Dijo embarazosamente cuando le di una mirada confusa mientras rodaba en mi silla juguetonamente, intentando imaginar lo que estaba haciendo.

"Si estás buscando tu regalo de cumpleaños debes saber que no está aquí. De hecho, no lo he comprado todavía." Murmuré con una sonrisa excusándome, causando que la boca de Niall se abriera y sus ojos se entrecerraran.

Cruzó los brazos, inclinándose al lado. "¿Enserio? Mi fiesta es en dos semanas." Se quejó, haciendo una mueca con los labios. La cosa era que Niall y yo habíamos tenido toda la semana esta pelea sobre su regalo de cumpleaños. Le prometí que le conseguiría algo extraordinario para su cumpleaños número veinticuatro. Y desde entonces me había estado dando pistas de lo que quería y pensaba que ya lo tenía todo comprado. Pero él debería saber que soy la persona más desorganizada conocida de la humanidad. Probablemente terminaría comprando el regalo diez minutos antes de la fiesta.

"De todas formas, ¿Cómo esta Harry?" Preguntó cambiando de tema. Mordí mi labio mientras hacía una mueca con mis labios rellenos.

"¿Por qué esa obsesión por Harry repentinamente?" Bromeé mientras él miraba hacia abajo, mordiendo el interior de su labio. Parecía estar casi avergonzado.

"Solo preguntaba..."

"Bueno, lo lleva bien." Dije la verdad. Definitivamente lo estaba haciendo bien.

Los ojos de Niall se abrieron, partiendo sus labios. "¡¿Enserio?!"

Le di una mirada confusa y de duda antes de dejar de rodar con la silla, mirando directamente hacia Niall. "Si, ¿Qué hay de malo en eso?"

"No, no. Es bueno, es fantástico. El asesoramiento nunca ha funcionado del todo para él." Respiró por la nariz mientras exageraba una risa, rápidamente sentándose para hablar.

"Entonces ¿Por qué tenía sesiones todo el rato si no le funcionaban?" Pregunte con curiosidad antes de morder el interior de mi mejilla.

"No tiene permitido tomar pastillas antidepresivas, ya sabes..." Su voz se apagó, abriendo los ojos mientras me indicaba las múltiples veces que se había intentado suicidar.

Crazed (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora