Capitulo 8

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5 VOTOS MÁS Y SIGO :)


Era el día después de ver a Harry. No le pregunte mucho más de quienes eran 'ellos'. Sentía como que no podía forzarlo a decir nada más. El simple reconocimiento de ellos lo hacía sentirse incómodo, y no quería que eso le pasara a Harry.

Fui al trabajo, yendo rápidamente a la habitación de mi oficina antes de que llegara tarde a mi primera sesión. No sabía a qué hora tenía que ver a mi primer cliente para hoy, sería probablemente en unos minutos. Pero tenía que asegurarme en caso de que fuera ahora. Llegué a mi oficina apurado, mirando mi horario el cual había puesto recientemente en mi pared. Mi primera sesión era en una media hora. Mejor de lo que pensaba.

"Bueno, alguien parece cansado." Alguien inquirió detrás de mí sabiendo que era Niall con su tono directo.

"He llegado pronto." Respiré, dejando salir una risa por lo preocupado que estaba de que llegara tarde. Nunca he sabido realmente a qué hora empezaba a trabajar. 

"Por primera vez..." sonrió, caminando dentro. "¿Cómo está Harry?"

"¿Por qué siempre me preguntas sobre Harry?" Pregunte confundido, alzando mis cejas. Sabía que probablemente era un chico curioso. Pero lo menciona todo el tiempo, ahora que le estaba realizando las sesiones.

"Solo curiosidad." Murmuró como si no fuera nada. Suspiré antes de alejar los archivos en un cajón y poner mi cartera en el suelo.

"Bueno, lo voy a visitar ahora." Dije sin entusiasmo. La cara de Niall cayó, frunciendo el ceño y cruzando sus brazos hacia mí en lo que casi parecía como desacuerdo. No podía entender que estaba haciendo mal.

"Recuerda lo que dije, Louis." Dijo humildemente. "Ha causado muchos problemas."

"¿Cómo que, Niall?" Pregunté molesto. "Ha vivido un infierno."

"Él es el infierno." Murmuró sin aliento, y sentí un escalofrió.

"No digas eso." Susurré derrotado. "Volveré pronto."

Niall se quejó sacudiendo su cabeza en desacuerdo. Pero no supe que estaba haciendo mal de nuevo. Solo estaba atendiendo a un paciente, no era como si fuera a su habitación para dejarlo follarme sin sentido.

~

Cogí el ascensor, golpeando mis lados impacientemente. Estaba un poco cansado de pensar así, pero me estaba empezando a sentir un poco nervioso por verlo. Y no se sentía como nervios malos, más bien eran como unos nervios amables, ligeros y buenos. Como cuando tienes esas mariposas en el estómago. Un nerviosismo feliz.

Encontré el camino correcto, desesperadamente paseando por el pasillo. Les sonreí a varias enfermeras que pasaban, no quería parecer antipática. Cuando encontré a la habitación de Harry continúe caminando hacia ella, sin tener segundos pensamientos sobre lo que Niall había dicho. Lo que estaba haciendo era inofensivo. Quizá haya pensado que Harry era atractivo y le daba algo más que consuelo profesional pero nada de lo que hice hizo que Harry y yo lo lleváramos más lejos.

"¿Señor Tomlinson?" Alguien grito mi segundo nombre, y yo inocentemente me gire para ver a la enfermera con el familiar pelo castaño claro.

"Solo estoy aquí para ver a Harry." Sonreí, pero ella sacudió su cabeza con una débil sonrisa.

"Harry se ha ido a casa esta mañana." Dijo felizmente, como si fuera algo de lo que tuviera que estar feliz. Pero mi sonrisa se desvaneció, sacudiendo repetidamente mi cabeza. Esto estaba mal. No podía haberse ido hoy, se intentaría matar la semana que viene. Sabía que lo haría.

"¿Y quién lo ha autorizado?" Pregunté amargamente, dejando salir un profundo suspiro mientras rodaba mis ojos. Estaba empezando a estar inquieto, sabiendo que Harry estaba fuera de este hospital, haciendo lo que quisiera.

"Yo." Dijo antes de mostrarme una sonrisa, como si fuera algo por lo que estar feliz. Dejando a un paciente suicida y mentalmente enfermo libre no era algo por lo que estar feliz.

"¡No tienes el derecho de hacer eso!" Grité, cruzando mis brazos con furia rápidamente mientras miraba de nuevo a la habitación vacía. No estaba de broma, ese era el problema.

"Bueno, desafortunadamente, lo he hecho." Sonrió duramente, alzando su insignia de enfermera y su portapapeles en la mano.

Me sentía furioso, de ninguna manera estaba lo suficientemente bien como para irse a casa. Quizá en unas semanas, o incluso meses. Si fuera por mí, lo mantendría aquí permanentemente.

"¿Porque lo has mandado a casa?" ¡Obviamente no estaba mejorando!" Solté, elevando mis cejas esperando impacientemente a que hablara. ¿Qué exactamente era normal en él?

"De hecho, ha mejorado mucho." Murmuró para sí misma.

"Yo soy su terapeuta, creo que lo conozco mejor que tú." Gruñí. Me giré y camine por el pasillo, la ira me recorría y necesitaba ir a algún sitio para dejarla salir.

Cuando llegue a mi oficina no dude en levantar mi puño y golpear la pared a mi lado. Estaba tan furioso con la enfermera por dejarle irse. Si pudiera, saldría del trabajo ahora mismo, correría a su apartamento y lo traería de vuelta al hospital.

"¿Sabes? Doy clases de control de ira cada jueves, por si te interesa venir." Alguien rió tras de mí, y me giré para ver a Niall parado en la puerta con una sonrisa en su cara.

"No estoy de humor para hablar."

"Puedo verlo. Pero quiero saberlo, de todas formas." Dijo, entrando y sentándose en la silla a mi lado.

"Ellos- eh- Han dejado salir a Harry esta mañana." Murmuro intentando no gritar de nuevo. La sonrisa de Zayn desapareció y de volvió en absoluto terror.

"No deberían de hacer hecho eso." Dijo cautelosamente, sacudiendo su cabeza en desacuerdo. "Ve y revísalo después del trabajo."

A penas asentí, dejando escapar un quejido cuando me di cuenta de que tenía que trabajar hasta tarde esta noche. Faltaba poco para navidad y estuve de acuerdo en trabajar más tarde que de nueve a cinco.

"Estaré trabajando con mis pacientes toda la noche." Dije si emoción, rodando mis ojos. Quería ir y ver a Harry, realmente quería. Pero había cierto punto donde tenía que pensar también en el trabajo.

"¿Cuándo terminas?"

"A la media noche." Celebré sarcásticamente, y Niall sacudió la cabeza para sí mismo.

"Trabajas demasiado duro. Ve a verlo."

*15 horas después*

Estaba intentando mantener los ojos abiertos, entornándolos muy de seguido para aclarar mi mente. Eran oficialmente las 12:00. Pero tenía que informar a las otras enfermeras en la sala que me iba a casa.

"¿Está todo bien? ¿Me puedo ir ya a casa?" Pregunté esperanzado, y ellas dejaron escapar unos quejidos. Tome eso como un sí.

Dejé el hospital rápidamente, y me quejé cuando me di cuenta de que estaba lloviendo a cántaros. Me maldije por no haber llevado un paraguas. Lo había dejado en el coche, dejándome solo con la opción de ir corriendo hasta mi honda.

Llegué, muy mojado pero me secaría en el coche. Tenía que recordar donde vivía Harry, y eso era en Roseberry. Un lugar algo caro para alquilar un apartamento, pero tenía un pequeño interés en saber cómo Harry podía permitírselo si vivía del dinero del gobierno. Eso era lo que pensaba, ya que no trabajaba.

Me iba aproximando al edificio, y felizmente suspire una vez que lo tuve a la vista. Esperaba que Harry no estuviera dormido, pero tenía que asegurarme de que estaba bien. Y no en el tejado.

Me acerqué y vi un pequeño banco negro cerca, con una alta figura sentada en él. Mientras conducía cerca me di cuenta de que el hombre sentado en el banco bajo la lluvia era la persona a la que estaba buscando.

Harry.

Crazed (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora