Encuentro... Corto

1.1K 13 8
                                    

Entré caminando, por la puerta dela escuela. Ubiqué rápidamente a mis amigas y me dirigí hacia donde estaban

. -Hola- las saludé. Me observaron con ojos críticos, como evaluandome- ¿pasa algo?

-No nada- se apresuró a responder Carina. Aún seguía observandome. ¿Qué les sucedían?, estaban actuando muy raro. Observé mi cabello de reojo, estaba peinado, así que no podía ser eso. Pasé la lengua por los dientes, también estaban bien. Miré hacia abajo, tenía puesto zapatos, y llevaba puesto mi uniforme. Bufé.

- Ya enserio, ¿qué...- comenzé a decir, pero Alejandra me interrupió.

- Lu nos contó lo de ayer- ¿Era eso?, ¿tanto lío por ese tema?. No pude evitar soltar una carcajada.

- Están locas, ¿lo sabían?- miré a Lucía, tenía cara de sorpresa- ¿qué les contaste, Lu?- le pregunté, mientras la abrazaba.

- Emm... pues...lo de Julián- respondió. Las chicas tenían la mirada fija en mi. - Y también que Natalia Brooke...- se detubo.

Con que eso era, ahora entendía.

- Chicas, no van a creer que estoy preocupada por eso- les respondí. Lo pensé por un instante, y agregué- no voy a dejarla que me fastidie.

- ¡Esa es mi amiga!- exclamó Alejandra, pasandome su brazo por mi hombro. Le sonreí apliamente.

- Bueno, igual sabes que puedes contar con nosotras- dijo Carina, guiñandome un ojo.

Sonó la capana y nos dirigimos a nuestros salones.

Esta clase la teníamos las tres juntas, era Ciencias Naturales. Con que no estas preocupada por tu chico, escribió Ale en un papel y me lo pasó. Sabes como es Natalia, estará atrás suyo. No tengo ninguna chance. Escribí. Mi amiga lo leyó y frunció el ceño. ¡Claro que sí!, tienes más chance que esa bruja. Tu personalidad te ayuda. Ambas reímos en voz baja. Y, ¿lo has visto en esta clase?, volvió a escribir. Suspiré. Claro que me había fijado si estaba allí, fue lo primero que hice al entrar al salón. No, no lo he visto. Le tendí el papel. Quizás lo encuentres en otra clase(: . De verdad que lo esperaba. Tenía que averiguar si era o no mi chico ideal. Antes que esa víbora lo atrape, pensé.

Mi mirada evaluaba a cada chico que pasaba. Sé que sonara algo extraño, pero no es que los miraba como una acosadora, sino disimuladamente.

Estabamos en el patio de la escuela, disfrutando del recreo. Ale, que estaba a mi lado, me ayudaba en mi tarea. La miré de reojo, y no pude evitar soltar una carcajada.

-Nos debemos ver como unas locas- le dije. Ella también comenzó a reír.

- Problemas- escuché que susurraba Craina, pero no le presté atención. Caminando, muy tranquilo, estaba Julián. Mi corazón comenzó a latir a mil.

Comencé a repazar lo que le diría, en mi mente. No haía pensado en nada. De repete estaba muy nerviosa. Noté que mis tres amigas tenían la mirada clavada en mí. Carina señaló al frente.

Me boltié. Se borró la sonrisa de mi rostro. Sonó el timbre, me paré rápidamnete, sin apartar mis ojos de Natalia.

- ¿Qué esperas?- dijo Lucía, mientras caminabamos hacia donde estaba parado Julián, revisando algo en su mochila.

Ahora o nunca, pensé para mis adentros, llenandome de valor. Comencé a caminar más deprisa, quería llegar ates que ella.

Me encontré frente a él. Alejandra me dio un pequeño empujón, y casi lo tiro.

- ¡Disculpa!- dije rápidamente.

El rió.

- ¿Sabes?, creo que esto de ir golpeando a la gente es tu especialidad- dijo, mientras se agachaba para tomar sus cosas del suelo.

Sonreí ampliamente.

- Y, dime... ¿María?- yo asentí- ¿qué clase tienes ahora?

Fue fácil, pensé. De reojo miré a mis espaldas, Natalia estaba allí, a unos cuantos pasos de distancia, simulando hablar con una de sus amigas. Nuestras miradas se encontraron. Sus ojos reflejaban odio.

- Tengo Historia- le dije- ¿y tu?

Sacó su horario del bolsillo, estaba igual de arrugado que el mío.

- Tengo Matemática- dijo. Mi felicidad se desvaneció.

Apareció un profesor por el pasillo, nos dijo que "nos fuéramos a nuestras clases o nos haría expulsar".

- Bueno, debemos irnos- dijo, colocando su mochila en el hombro.

- Sí, nos vemos.

- Hasta pronto.

Mis amigas ya se habían ido a clases, así que hice el camino sola.

No estuvo tan mal, podría haber sido peor, musité.

Por suerte para mi, el profesor no había llegado, y al parecer no tendríamos esa hora, así que aproveché para contarles a mis amigas lo que acababa de suceder.

¿El indicado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora