Ephemeral Loveㅣ Luhan

04.

La noche anterior me costó un poco agarrar el sueño ya que había muchas cosas en mi mente en las que tenía que pensar. Por un lado, estaba emocionada pues en sólo unas horas más saldría a descubrir Cancún acompañada de un apuesto y encantador chico asiático llamado Luhan (sólo para que quede claro) y también estaba pensando en que conforme más pasaba el tiempo, más se acercaba el momento de regresar a la ciudad, lo que haría que todo lo vivido hasta ahora aquí, se convertiría en tan sólo un recuerdo. Finalmente me obligué a dormir, aunque fuera un poco.

Desperté temprano, tenía que alistarme para salir. Mientras desayunaba en el comedor del hotel, me llegó un mensaje de texto de Luhan que decía:

"Buenos días, ¿Como amaneciste? Espero que bien. ¿Estás lista para hoy? Te aconsejo llevar ropa y zapatos cómodos, así como un cambio extra, una toalla, traje de baño y protector solar también. Te veo en un rato más. Lu."

Okay, esas eran demasiadas cosas. ¿A donde tenía pensado ir este chico? No era como si no fuéramos a ir de campamento o algo parecido. Aún así, opté por seguir sus recomendaciones así que cuando termine mi desayuno subí a la habitación y rápidamente empaqué todo lo que me había dicho en una mochila, le deje una nota a mi prima en el escritorio avisándole que ya me iba pues ella aún continuaba dormida, me dí una última mirada al espejo y bajé al lobby el hotel, donde un puntual Luhan ya me estaba esperando.

-¡Hola Sheccid! -me saludó animadamente.

-Ho-hola, Luhan -respondí, tartamudeando un poco. ¿Acaso me iba a ser difícil articular palabra siempre que estuviese él cerca?

-¿Lista para la aventura?

-Emm, si, eso creo.

-Bien, entonces, ¡Vamos! -dicho esto me ofreció su brazo para que lo tomara. Lo acepté, dudosa.

Caminamos hasta la puerta del hotel dónde nos esperaba un taxi. Luhan me abrió la puerta del coche caballerosamente y una vez que entre, el subió junto conmigo. El vehículo arrancó.

-¿A dónde vamos? -realmente estaba muy curiosa sobre eso.

-Espera y verás. -me respondió Luhan, guiñándome un ojo.

-¿No vas a decirme?

-No, ya lo verás tu misma cuando lleguemos.

-Oye, eso es cruel.

-Sí, pero es que no quiero arruinar la sorpresa

-Ay, bueno.

En resto del camino nos la pasamos callados. A pesar de esto, el silencio no era para nada incómodo. Luhan se entretenía viendo el paisaje por la ventana, y yo no podía apartar la vista de su rostro. Era realmente atractivo. Afortunadamente no notó que lo estaba mirando, o al menos eso espero.

Después de unos treinta minutos de trayecto, finalmente llegamos a nuestro destino.

Era nada más y nada menos que el famoso parque eco-arqueológico Xcaret México, un lugar al que de ley debes ir si visitas Cancún, según las personas. Había escuchado hablar sobre ese parque pero a pesar de los buenos comentarios nunca mostré tanto interés en el.

Claramente las cosas eran distintas ahora.

Pagamos las entradas, y una vez hecho esto, las personas encargadas del lugar nos hicieron ponernos unos chalecos salvavidas, no sabía para que eran hasta que nos indicaron que nos subiéramos a una tipo balsa y nos explicaron a grandes rasgos como sería la entrada al parque.

Íbamos a entrar al parque en bote.

Y en una parte del camino hacia la entrada nos teníamos que bajar del bote y tendríamos que caminar por el agua hasta llegar a la entrada del parque.