Mi ¿Diario?

Carta para el duelo.

En honor a la que fue mi futura abuelita.
Que en paz descanse.

Su nieto tenía una confianza increíble con usted y de verdad estaba encantada con la facilidad que ambos tenían para hablar sobre ciertos temas que le costaba decir.

Él la amaba mucho y yo lastimosamente no pude conocerla tan bien como me hubiese gustado.

Él decía que, usted me amaría tanto como lo amaba a él y yo aseguraba que de igual forma, amaría pasar con usted y su nieto durante toda nuestra relación.

Todo ese plan me emocionaba.

Imaginar que podría tener una abuelita tan linda era magnífico; imaginaba que le contaba de todo lo que me emocionaba de su nieto o que usted compartiría algunas anécdotas graciosas sobre el mismo.
O que se ofrecería a tomarnos fotos en todas las reuniones familiares a las que me invitaría, o que vería como consentía a su nieto en vivo y en directo.

Pero, me duele decir que nunca podrá pasar.

Mi novio perdió a una de las mejores personas que tuvo el agrado de tener en su familia. Me duele el no poder estar para él en un momento tan difícil como éste y se que nunca podré ayudar a aliviar el dolor que debe sentir y lo mucho que la debe extrañar.

Desde el fondo de mi corazón solo puedo decir que lo siento. Lo siento tanto por la repentina pérdida que tuvo toda su familia, por el dolor que experimentan cada día al saber que usted ya no está. Lo siento muchísimo por todas las experiencias y todos los momentos futuros en dónde va a faltar su presencia. Siento tanto lo que deja su ausencia, la voz que ya no escucharán y la risa de la que se privarán.

De todo corazón esperaba conocerla. Cuando la ví hace un año me pareció una persona tan dulce y carismática.
Era tan inteligente.
Supo solo con su mirada adivinar lo que en nosotros estaba naciendo, un cariño especial y una futura relación. Nos tomó una foto después del recital y se despidió con tanta emoción que de verdad, pensé que ya sabía algo más que nosotros en ese entonces.

Sé que lo más difícil de mi relación es la diferencia de creencias. Y yo, como cristiana creo que la voy a volver a ver de nuevo, ya sea en unos años o en un largo tiempo, estoy segura que Dios la tiene en su reino. Creo que podré verla junto al Rey y me va a llenar el corazón poder abrazarla y celebrar la vida que nuestro Padre nos da después de la muerte.

Hasta entonces, créame, amaré y cuidaré a su nieto, lo ayudaré en todo el difícil proceso del duelo, lo escucharé, abrazaré y consolaré. Diré lo muy encantada que estoy al ver lo mucho que la recuerda, con cariño y afecto. Y sobre todo, lucharé para que poco a poco se recupere y siga adelante sin su presencia.

Se que la vida es una montaña rusa, tal vez ambos no duremos, o duremos unos años. Pero quiero pensar que durará el tiempo que sea necesario y por ese tiempo él aprenderá el proceso del duelo, para guardar los recuerdos de usted, y de los duelos que vengan en su vida. 

Gracias por ser una gran persona. 

Hasta verla otra vez.