Capítulo 2. Intervención

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—¿Eh? ¿Porqué están tan mojados?

—Empezó a llover—habló Todomatsu, temblando.

Recordó que cuando llegó Jyushimatsu había dicho algo sobre que empezó a llover mientras estaba en camino a casa, aunque, por alguna razón, le daba gracia el estado de sus hermanos, se encontraban temblando y totalmente mojados de pie a cabeza.

—Estúpido clima—reclamó Choromatsu, molesto.

—No pude ir al pachinko—comentó decepcionado Osomatsu.

—Que extraño—habló Todomatsu, mientras checaba su teléfono—. Mi celular indicó que estaría despejado el día.

—Oh, mi perfect fashion se arruinó—lamentaba Karamatsu.

—Voy por toallas—se ofreció Ichimatsu. Para suerte de sus hermanos, el cuatro de ellos regresó a la habitación y le dio una toalla a cada uno de sus hermanos.

—Gracias—dijeron todos en unísono.

—No hay de qué—Ichimatsu sólo se limitó a decir.

—Ichimatsu, ¿sucede algo?—preguntó curiosamente Todomatsu—. Soy yo, ¿o te has vuelto más amable con nosotros?

—Eres tú—respondió seriamente Ichimatsu, y al tratar de intimidar a sus hermanos, se dio cuenta que faltaba algo, más bien, alguien—. ¿Eh, dónde está Jyushimatsu?

Hustle Hustle! Muscle Muscle!—se escuchó desde afuera, era Jyushimatsu, el cuál se encontraba afuera, al parecer, practicando béisbol con un bate invisible.

—Voy por él—dijo Ichimatsu, llevándose una toallas con él. Se dirigió a la puerta de entrada, antes de salir se colocó su gorra de la sudadera y salió al clima lluvioso.

—1300, 1301, 1302...—contaba el hermano menor, parecía que contaba cada golpe que daba.

—¿Qué haces?

—Béisbol—respondió Jyushimatsu, con su sonrisa de siempre. A pesar de no poder demostrarlo como se debía, la actitud positiva de su hermano menos siempre lo hacía feliz, quería tener un poco del optimismo de su hermano.

—¿Qué te parece si mejor pasas adentro? Te podrías enfermar.

—¡Ok, Ichimatsu-niisan! —respondió Jyushimatsu y se dirigió a la entrada.

—Un momento—detuvo Ichimatsu antes de que el otro entrara—. Déjame secarte de nuevo.

Ichimatsu colocó la toalla encima del cabello del menor y empezó a secarlo. Jyushimatsu sonrió levemente mientras reía un poco, disfrutaba que su hermano lo secara, le parecía demasiado tierno, y a eso le agradaba a Ichimatsu, claro que no lo admitiría.

—Gracias, Ichimatsu-niisan—agradeció el menor tras terminar seco, y sin más pasaron adentro solo para que Ichimatsu se llevara con la sorpresa de que, con lo que podía ver, sus hermanos decidieron hacer una intervención dedicada para una persona en específico.

—Ichimatsu—habló Choromatsu, seriamente—. Te has comportado extraño, mucho más de lo habitual. ¿Qué demonios te sucede?—eso último lo dijo, sacudiendo desesperadamente a su hermano.

—Nada...—Ichimatsu dijo despreocupado, aunque en realidad, estuviera nervioso.

—Sólo queremos ayudar, my brother.—comentó Karamatsu dramatizando de manera tan dolorosa.

—Tu no me ayudarías ni de broma, Kakamatsu—respondió Ichimatsu con un tono algo amenazador.

—Ichimatsu...dinos que sucede —comentó Osomatsu algo compasivo—, ¿has visto a Dekapan recientemente?

¿Acaso su comportamiento era tan raro como para que pensaran que tenía que ver algo con Dekapan? Bueno, considerando como ha actuado esos días en comparación a estos años... Tenía sentido.

Pero quería defender su verdad.

—No me pasa nada—respondió molesto de tantas preguntas—. ¿Por qué les interesa tanto? Cómo si el hecho de que estoy enamorado fuera el fin del...

Claramente, no pudo hacerlo.

"Maldición" pensó asustado, ya que había cometido el grave error de confesar.
¿Cómo salieron esas palabras de su voz? Quien sabe. Observó a sus hermanos, los cuales, estaban impactados por lo recién dicho por Ichimatsu.

—¿¡Qué!?—dijeron los hermanos al mismo tiempo, sorprendidos, a excepción de Jyushimatsu, el cuál, ya sabía lo que sentía su hermano.

—Con razón te comportabas tan extraño —dijo algo aliviado Osomatsu—, por un momento pensé que un bicho extraño te picó.

—Sabía que algún día pasaría —tomó la palabra Todomatsu, diciendo lo siguiente con un ligero tono burlón—. No debe ser tan frío para no enamorarse.

—Apuesto a que es una Neko Girl—habló Choromatsu.

—Ah, my brother encontró el...—
Karamatsu no pudo terminar, ya que fue golpeado por Ichimatsu, el cual ya estaba harto.

—Hm...—fue lo último que salió del aliento de Ichimatsu, antes de marcharse de la habitación, quería estar un momento solo, aclarar sus sentimientos, sus pensamientos.

Salió de su casa y se sentó en el pórtico, por suerte ya no se encontraba tan lluvioso como hace un rato. Realmente sentía que sus pensamientos estaban mezclados, al fin sus hermanos sabían que estaba enamorado, pero no sabían quién era, y eso era lo que quería evitar. No se quería imaginar cómo sería la situación si cada momento preguntaban "¿Quién te gusta?"
No sabía que contestar, no podía explicar que la persona de quien estaba enamorado era uno de ellos. No podía, sería algo desagradable para ellos. ¿Cómo podía solucionar eso? Aún no lo sabía.

—¡Ichimatsu-niisan!—una animada y alta voz lo despertó de sus pensamientos. Sabía de quien se trataba, pero ni siquiera le dirigió la mirada.

—Si te mandaron para que pasara de una vez adentro no funcionará, Jyushimatsu—respondió fríamente Ichimatsu.

—¿Ah?—murmuró el menor, con una mirada perdida—. Yo sólo quería saber si te encuentras bien.

Ichimatsu se sintió sorprendido, pero a la vez conmovido, así que le dirigió la mirada y habló. —¿Qué necesitas?

—Saber cómo está Ichimatsu-niisan—respondió el menor mientras se sentaba al lado de su hermano.

—No me sucede nada, sólo no quiero ver a esos idiotas—dijo, refiriéndose a sus hermanos que se encontraban adentro.

—¿Sólo eso? Parece que te molesta algo más...

—Nada más, no me sucede más...

—¿En serio?

—En serio.—volvió a responder Ichimatsu.

—¿De verdad?

—¿En serio necesitas saber eso?—empezaba a molestarse el mayor, por lo cual tomó de los hombros a su hermano menor, para mirarlo mejor, y aunque su rostro mostraba enojo, su hermano seguía con su mirada habitual—. ¡Yo no necesito tu ayuda! ¡No puedes ayudarme!

Después de haber dicho eso, se lanzó a su hermano, abrazándolo, Jyushimatsu no tardó mucho en corresponder su abrazo.

—Lo siento...—murmuraba Ichimatsu, lamentándose—. No quería decirte eso...

—Tranquilo, Ichimatsu-niisan-respondió el otro—. No pasa nada.

Ichimatsu levantó la mirada, y observó la radiante sonrisa de Jyushimatsu, soltando a la vez en su rostro una sonrisa pequeña. Jyushimatsu estaba algo sorprendido, ya que hace mucho tiempo que no sonreía.

—Ichimatsu-niisan, ¿pasamos adentro? Hace algo de frío.

—Sí, entremos—respondió Ichimatsu, se levantaron y pasaron adentro.

Hey! Ichimatsu-niisan! [REUPLOAD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora