Hey! Ichimatsu-niisan! [REUPLOAD]

Capítulo 7. Recuerdos

-¿D-disculpa? -Ichimatsu se sorprendió cuando su hermano pidió que lo besara, ¿en qué demonios pensaba?-.

-Bésame. -repitió Jyushimatsu-.

-Pero, Jyushimatsu, no creo que...

-¿Qué pasa? La última vez, me besaste y ni siquiera te lo pedí, ¿por qué ahora que te lo pido no quieres, Ichimatsu-niisan?

-¿Por qué quieres que te bese?
-preguntó Ichimatsu-.

-Necesito aclarar algo... -dijo Jyushimatsu-.

"¿Qué necesitas aclarar?" ¿Era necesario preguntar qué era lo que tenía confundido a su hermano? Ichimatsu realmente quería preguntar, le importaba el porqué el comportamiento de su hermano, ese estado de confusión que mantenía a Jyushimatsu nervioso, pero mejor se negó a hacerlo, podía incomodarlo. Lo que más le interesaba en ese momento era en obedecer la petición de Jyushimatsu.
No es de que no quería volver a besar a su hermano, realmente, deseaba disfrutar los labios del menor las veces que fueran posibles, aunque haya sido un simple beso, todavía recordaba ese dulce manjar que eran los labios del menor, era algo que no olvidaría fácilmente. ¿Haría algo malo si lo besaba? Sí, sería algo malo si alguien pasara por ahí y los viera besándose, ya que, en la sociedad en que vivían, es prácticamente repugnante ver a dos hombres besarse y más si se tratan de hermanos. Pero, por otro lado, Jyushimatsu le pedía el beso, así que no sería tan malo si se lo pide, ¿cierto? Ichimatsu simplemente suspiró, miró a su alrededor para ver si había una que otra persona pasando por ahí, para su suerte, nadie se encontraba cerca.

-¿Estás seguro, Jyushimatsu?

-Sí, Ichimatsu-nii... -Jyushimatsu fue interrumpido cuando sintió un pequeño beso por parte de Ichimatsu, era gentil, y tierno, aunque muy corto.

-¿Contento?

Ninguna respuesta hubo.

-¿Jyushimatsu? ¿Qué suced-? -Ichimatsu no terminó de hablar, fue interrumpido por el repentino beso que le dio Jyushimatsu. Al principio se impactó, pero después respondió el beso, gentilmente. Lo disfrutaban, ambos empezaron a quedarse encantados por aquel beso, Ichimatsu deseaba que no fuera un sueño, deseaba que nunca terminará, aunque claro, la falta de aire lo impidió.
Al separarse, se miraron mutuamente, apenados. Hubo un silencio incómodo que los invadió durante unos momentos.

-Jyushimatsu... Debemos de irnos, se hace tarde.

-Ok, Ichimatsu-niisan. -aceptó el otro, retomando el camino a casa. Ichimatsu empezó a seguirle el paso, ya que iba un poco rápido. Notó que algo había cambiado en Jyushimatsu, pero no conocía qué era.

-¡Llegamos! -gritó el menor apenas entrando a casa. No había nadie.

-Quizás salieron... -Ichimatsu comentó-.

-Qué extraño... -dijo Jyushimatsu, confundido-.

-Hello, my dear brothers. -Apenas escucharon aquel doloroso tono de voz detrás de ellos, y supusieron rápidamente de quien se trataba.

-¡Hola! ¡Karamatsu-niisan! -saludó Jyushimatsu, sacudiendo sus brazos.

-Hola, my little Jyushimatsu. -dijo Karamatsu, quitándose sus lentes, y le dirigió la mirada a Ichimatsu-. Hola, Ichimatsu, ¿Cómo estás?

-¿Qué te importa, Kakamatsu? -Ichimatsu contestó, cortante-. Acabo de recordar que tengo que hacer algo, no tardo.

Dijo Ichimatsu, dirigiéndose a la salida.

-¿Puedo acompañarte, Ichimatsu-niisan? -preguntó Jyushimatsu.

-No, gracias, no tardaré -respondió el otro, serio, y se fue-.
Durante el camino a comprar ciertos bocadillos para los gatos que usualmente llegaba a la casa Matsuno, un pensamiento repentino pasó por la mente del cuarto sextillizo. ¿En qué momento de su vida empezó a ser Jyushimatsu muy valioso en su vida? Sabía que de muy pequeños eran muy unidos, pero, ¿exactamente cuando?