Capítulo 5

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MJ

-¡CORBIN! ABREME LA JODIDA PUERTA DE UNA VEZ!-. Le grito a mi hermano mayor mientras doy toques en la puerta principal.

El muy subnormal ha llegado antes que yo a casa junto con Luke y me han dejado aquí en la calle.

Me doy la vuelta y apoyo la espalda contra la madera cansada de hacerme mierda el puño cuando se que mis hermanos van a pasar de mi como de la mierda.

De repente, una bombilla se me enciende en la cabeza.

Me subo en el borde de la barandilla que tenemos en el porche de la casa, de manera que puedo alcanzar una de las ramas del árbol que tenemos al lado de esta. Me subo a ella y con ayuda de mis pies me pongo en pie. Luego me acerco al tronco para pillar las ramas más duras y empiezo a trepar por el árbol. Llego hasta el tejado, me subo en una de las ramas más fuerte y empiezo a andar por ella con los brazos extendidos para mantener el equilibrio. Si me caigo ahora, estoy muerta. Voy rezando para que la rama no se rompa y cuando llegó al tejado, lo beso, por lo menos se que ahora estoy a salvo. Empiezo a subir por el tejado, intentando no pisar las tejas más viejas, por miedo a que se caigan, y llegó al desván de la casa, que no es un desván, es como una especie de buhardilla que habilité para que se convirtiera en mi cuarto. Papá necesitaba un despacho para su trabajo y yo le ofrecí mi habitación. No me supuso ningún problema, llevaba años deseando tener mi cuarto en la planta de arriba del todo, más que nada por que tiene dos ventanales que hace que se vean algunas estrellas y partes de la ciudad. Llego hasta donde está una de las ventanas y, como suponía, la de la derecha está abierta. La empujo y la abro, luego entro dentro de mi casa y doy una voltereta en el suelo en plan ninja para no hacer ruido.

Me pongo en pie y me quito mis vaqueros verde camuflaje para hecharlos a lavar y los sustituyo por un chándal ajustado por los tobillos negro, luego me quito la sudadera negra y me quedo en una camiseta blanca de tirantes, la cual no tarda en desaparecer y me quedo en sujetador.

Me miro en el espejo y empiezo a ver mi silueta. Toco los tatuajes de mis brazos y partes de mis costado con la yema de los dedos. Se me pone la piel de gallina y sonrío. De todos mis tatuajes, el que más me gusta es el que tengo debajo de la teta, pone Union make strenght, me lo hice el día que mi padre consiguió el trabajo como fotógrafo. Durante esos meses, mis hermanos y yo permanecimos juntos, si no lo hubiéramos hecho... No se que habría pasado. Tengo los brazos, costado y partes de la espalda tatuados, el único lugar que no hay rastro de tinta, son mis piernas, y por diversas razones.

Tengo los mulos demasiados gordos, no son como los de Lea, finos y pequeños en los que un tatuaje queda increíble. En los míos quedaría horrible, así que no voy a hacerme nada por ahí por ahora.

Me quito el sujetador dandome un alivio por todo el cuerpo instantáneo y me pongo una camisa burdeos y encima una chaqueta gris. Me calzo tan sólo unos calcetines para no hacer ruido mientras ando por la casa.

Bajo la escaleras en silencio y busco en el baño la pistola de agua para vengarme de los dos idiotas que tengo como hermanos.

Cuando la tengo, bajo las escaleras hasta la cocina y cojo el bote de aceitunas. Vierto el líquido en la pistola y luego le hecho mostaza y salsa picante. Lo remuevo todo bien y me que quedo detrás de la puerta del salón para que cuando salgan pueda mojarles con mejunje.

-MJ ha parado de aporrear la puerta-. Dice Luke.

-Se habra cansado ya, ¿quieres una pizza?-. Pregunta el mayor.

-Claro, ve a por el papelito-.

Corbin se levanta y yo tengo la pistola en el pecho con la respiración entrecortada.

Justo cuando gira la esquina, salto y pongo la pistola en posición de ataque, a lo que Corbin reacciona poniendo las manos en alto.

Frunce el ceño y mira a la puerta, luego a mi y luego otra vez a la puerta. Ruedo los ojos.

-He trepado por el árbol y luego subido por el tejado hasta llegar a las ventanas de mi cuarto-. Corbin pone cara de entenderlo todo y mira la pistola. -¿Esto? Ah nada, tan sólo una sorpresa para mis queridos hermanos, por haberme dejado tirada en la calle-.

Sonrió maliciosamente y cargo la pistola. Corbin traga pesado.

-M-MJ quieta, no-no será tu receta especial no?-. Dice un tanto nervioso.

-Uuhuumm... No se... Asegurate tu mismo-. En ese momento le doy al botón de la pistola haciendo manchar toda la camisa de Corbin. Acto seguido salgo corriendo, sí, es una gran estrategia de huida.

Huyo en dirección al salón oyendo los pasos de mi hermano mayor justo detrás mía. Llego a la sala de estar y salto sobre el sofá para quedarme un poco más alta, me doy la vuelta para volver a disparar a Corbin pero un impacto, o más bien un cuerpo pesado, cae sobre mi haciendo que caiga en el sofá. No me ha dado tiempo a saber quien es, pero cuando abro los ojos y veo el flequillo negro de Luke justo en frente de mis ojos se que estoy acabada. Segundos después aparece Corbin con mi pistola, que se me ha debido de caer cuando mi otro hermano me ha lanzado sobre el sofá. Ahora la que traga saliva soy yo.

-Ahora no me amenazas eh MJ...-. Dice Corbin maliciosamente. -Despidete-. Pone la pistola justo en frente de mi cara y yo cierro los ojos preparada para el impacto.

-OH DIOS MIO! CORBIN ESPERA! MJ ¿¡QUE TE HA PASADO?!-. Abro los ojos un poco sorprendida por la reacción de Luke.

-¿Que dices Luke?-. Su mano toca mi mejilla y cuando lo hace, un dolor punzante me recorre de arriba abajo el cuerpo, luego veo el dedo manchado de sangre de Luke.

Corbin me coge la barbilla y me examina la herida y luego resopla.

-¿Te has vuelto a meter en una pelea?-. Pregunta preocupado mientras se sienta en el sofá, al lado de mi, y Luke va a por betadine y algodones.

Muevo los ojos nerviosa. Hace semanas que no me meto en ninguna pelea.

-¿Q-que? Corbin yo no... Yo hace semanas que no me he metido en ninguna pelea-. Le respondo.

Luke vuelve y comienza a quitar la sangre y a darme con el algodón.

-¡Ay! Joder cuidado Luke-.

-Lo siento lo siento-. Me responde. -Si no has estado en las peleas, ¿como te lo has hecho?-. Pregunta mirándome a los ojos fijamente. Sus ojos tan verdes como los míos.

Me muerdo el labio y entonces caigo.

-Debe de haber sido cuando subía el árbol, alguna rama me habrá hecho algo y apenas me he fijado, ni siquiera cuando me he mirado en el espejo-. Respondo. -En ese caso, es culpa vuestra por haberme dejado fuera-.

Cruzo los brazos y frunzo el ceño. Mis hermanos se miran entre ellos y se ríen para luego hacer un sándwich y y yo como pan del final. Intento no reírme pero lo hago casi inconscientemente, Corbin y Luke son, simplemente, lo más importante que tengo.

-Lo sentimos vale ñaja? No volverá a ocurrir-. Dice Corbin.

-Esta bien, OS perdono-. Río y ellos ríen conmigo y no tardamos en darnos un abrazo. Aspiro sus aromas, me encantan como huelen las chicos como ellos.

DIN DON

El sonido de la puerta nos hace volver a realidad y nos miramos entre nosotros.

-¿Has llamado a la pizzería?-. Pregunta Luke.

-No, yo no-. Nos levantamos y vamos a ver quien es.

Abrimos la puerta y habría deseado no hacerlo.

TatuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora