Capítulo 8

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Llegué a mi casa agotado por la mierda de día que había tenido, después de bilogía tuve un examen sorpresa de mates y había gastado todas las fuerzas que me quedaban para recordar todo lo que había dado en temas anteriores, pero a ver, no espero conseguir mucho.

Como rápido el pollo con curry que me ha hecho Samandra, la ama de casa, y me voy a mi habitación a tumbarme en la cama y pensar. Cierro los ojos para descansar, pero al cabo de unos minutos, oigo unos gemidos y el cabecero de la cama contra la pared. Me apoyo sobre los codos y miro hacia la pared de mi izquierda, la de mi padre y querida madrastra. Resoplo y hecho la cabeza hacia atrás. Busco mi portátil y los auriculares y me pongo a ver Skins un rato.

Cuando sólo faltan 1o minutos para las 16.00, voy al baño a lavarme los dientes y echarme un poco de colonia. Bajo las escaleras dejando atrás los gemidos y abro la puerta.

-¡Samandra, me voy, vuelvo en un rato. Hasta luego!-. Cierro la puerta antes de que pueda contestarme porque se que me ha oído. Me pongo en dirección a la biblioteca pensando de qué puedo hacer el trabajo, ya que no estoy muy seguro de si MJ aparecerá, lo más probable es que no, por lo que se de ella es que siempre va a su bola y nunca acepta las órdenes de nadie, ¿por qué iba a aceptar las mías? Sólo soy Nerd.

Al llegar a la biblioteca, recorro con la mirada las mesas para ver si encuentro a MJ, pero como me esperaba, no está. Voy entre los pasillos para poder llegar a las mesas más lejanas y en el pasillo B-164, veo a una chica de pantalones negros rotos y camisa burdeos. Al ver las botas militares pienso en MJ, pero no creo que sea ella, pero al ver el tatuaje de la flecha mis dudas son rechazadas.

Es ella.

Ha venido.. Que extraño. Tiene un libro con las páginas amarillas en la mano. ¿Qué hace ella con un libro? Hace ademán de dejarlo en su sitio, pero en lugar de hacer eso, se levanta la camiseta, mete el libro por el pantalón (y creo que veo otro tatuaje por ahí) y se vuelve a bajar la camiseta. Mira hacia a los lados y me ve a mí. Pone cara de fastidio y se acerca. De repente noto que estoy sonriendo sin sentido alguno. Pero no quito la sonrisa, sigo con ella. Cuando MJ ya está a mi lado, tiene las manos en los bolsillos traseros.

-Parece que a partir de ahora te voy a tener que llamar Ladrona de Libros-. Hago mi sonrisa más amplia porque estoy seguro de que ella no sabrá que libro es y tampoco creo que haya visto la película.

Ella sonríe y veo que tiene el piercing smile.

-¿Y tú serías mi Rudy? Eso sería genial, te vería morir-. Abro los ojos y alzo las cejas, pero mi sonrisa no desaparece pese a que en mi interior me haya quedado de piedra.

-Uhum... pero también me tendrías que besar-. Elevo las cejas dos veces y suelto una pequeña risa.

Ella rueda los ojos y resopla con la sonrisa. Se pone de puntillas y acerca mi cara a su cara. Tengo su nariz a centímetros de la mía y le huelo el aliento.

Menta fresca y también percibo un toque a café.

-Eso podría hacerlo ahora mismo Aiden-. Dice en un susurro. Ella me mira a los ojos y yo a ella, desde esta cercanía puedo apreciar el color más claro en su ojo derecho que en el izquierdo. Sus ojos tan intensos y su contacto físico tan cerca me ponen nervioso y sin poder evitarlo, bajo mi mirada a sus labios. Ella gira un poco la cabeza y roza mi nariz con la suya.

-¿Quieres que te bese Aiden?-. Me vuelve a susurrar. Estoy hipnotizado por el sensual movimiento de sus labios y apenas puedo pensar con coherencia.

-Aiden-. Me llama. -Respóndeme, ¿quieres que te bese o no?-. Sus labios tan cerca. Su nariz con la mía. Sus ojos taladrándome por dentro. ¿Quiero que me bese o no quiero? No la conozco de nada, pero siento como si la conociese desde siempre. Pero a ver, es sólo un beso, ¿que hay de malo en eso?

Nada, pero si es de una chica que no conoces y encima trafica droga ¡pues no! Espabila Aiden.

Mi conciencia como siempre, aconsejándome.

-N-no-. Tartamudeo.

-Vale-. Dice ella. Pienso que se va alejar y me va a dejar hacer el trabajo, pero mi mente y mi cuerpo dejan de reaccionar cuando MJ junta los labios sobre los míos mientras me coge de la nunca. Sus labios. En mis labios. Mi corazón parece salirse del pecho. No es mi primer beso claramente, pero es el primero que me pilla desprevenido. Sus labios se mueven sobre los míos incitándolos a que se muevan y mi mente, consigue reaccionar para moverlos. Pero no pasa ni un segundo cuando MJ se separa de mi, y es entonces cuando mi cabeza vuelve a trabajar.

-¿Te ha gustado? A mí tampoco-. Se responde ella misma a su pregunta. -Pareces un mueble, ¿nunca has estado con una chica o que?-. Siento mis mejillas tornarse de rojo. Me doy la vuelta mientras le hablo.

-Empecemos ha hacer el trabajo anda-.

Me siento en una silla y luego siento una pequeña colleja en mi nuca.

-Acaba rápido Nerdesito, no tengo toda la tarde-.

Se sienta justo en frente mía y se me queda mirando.

-Vamos, ¿a qué esperas?-. La rabia me invade las venas en este momento y siento mi cara roja por el enfado. ¿Me llama mueble, nerdesito y ahora quiere que haga yo el trabajo? Este trabajo es por su culpa.

-A que espabiles de una jodida vez. Deja de actuar como una niña pequeña y de llamar la atención. ¿Te crees muy guay por llevar tatuajes y de que todo el instituto te tenga miedo y de que tontees con los nerds como yo? Sólo eres una cría de 17 años que...-. MJ pega un puñetazo a la mesa y sus ojos llamean de ira. Mi enfado se pasa a miedo en una cuestión de segundo.

-Cierra la puta boca si no quieres que te rompa el labio. No sabes nada de mi vida así que no tienes derecho a criticarla. Las apariencias engañan ¿sabes? No todas porque por ejemplo, seguro que tú eres el típico niño bueno de papá, que se casa con alguna madrastra debido a que tu mamá se ha divorciado o algo y te mudas del quinto coño para vivir con tu padre. ¿Me equivoco?-. La rabia y la tristeza me envuelve el cuerpo.

-Mi madre está muerta.- Lo digo alto y claro, cierro los ojos sabiendo que si los abro voy a derramar un par de lágrimas por recordarla. Ojalá mis padres estuvieran divorciados, por lo menos ella estaría viva. MJ guarda silencio y luego vuelve a hablar.

-Y la mía está muerta para mí-. Lo dice con un tono tan monótono sin sentimiento que me obligo a mirarla a la cara. Su voz no expresaba nada pero a través de sus pupilas veo la tristeza y el enfado.

Carraspea y pone los brazos sobre la mesa.

-Empecemos con el trabajo-. Trago saliva y me restriego los dedos por los ojos. Saco el material que he traído y empezamos a trabajar.


TatuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora