Mi infancia

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Son vagos los recuerdos que tengo, pues a mi edad no es fácil recordar lo que ha pasado ya desde hace mucho tiempo, pero por suerte tengo los mejores guardados en mi corazón.
Mi infancia fue una infancia normal, mi mamá y yo vivimos un tiempo en la casa de mi abuelo, el cual fue el hombre que se convierto en mi padre y estoy agradecida de ello. Vivíamos con él, su 2da esposa a la cual también le decía abuela ya que es una mujer de un hermoso corazón y también con los hermanastros de mi mamá.
En las vacaciones cuando mi mamá no tenía trabajo viajamos a casa de mi otra abuela, la mamá de mi mamá, mi abuela Silvia. La cual también amo con todo mi corazón.

Al principio mi mamá salía trabajar mucho y no pasábamos mucho tiempo juntas, se la pasaba más en un foro de grabación que en casa, de vez en cuanto llegaba temprano, me ayudaba con la otra y me llevaba a dormir.
Todas las noches me pedía perdón por no estar conmigo en todo el día, pero siempre me decía que estaba trabajando para mí, para que ambas saliéramos adelante juntas. Y así poder estar tranquilas y felices.

Recuerdo muy bien las primeras vacaciones que tuvimos solas, yo tenía 7 años cuando me dijo que de regalo de cumpleaños me iba a llevar s la playa, ya que yo amaba visitar la playa.
Ese día llegamos al hotel y nos cambiamos para estar en la playa, bajamos al mar y nos encontramos unas conchitas.
-¿Sabes que estás conchitas son mágicas? Mencionó mi mamá.
-No, lo sabía ¿por qué son mágicas, mami? Pregunté extrañada.
-Mira te contaré lo que debemos hacer para que la magia haga de las suyas. Primero tenemos que cerrar las ojos y desear con todas sus fuerzas algo, o sea pedir un deseo, una vez que haya pasado eso podrás arrojar la conchita al mar y después si tienes paciencia tu deseo se hará realidad.
-¿De verdad, mamá? ¿Cuánto tiempo tengo que esperar para que mi deseo se haga realidad?
-No lo sé, mi amor. -Me contestó. Pero porque no probamos de una vez y así tu deseo se hace realidad más pronto, ¿estás lista?
-Si, lo pedimos juntas el deseo, mamá? A la cuenta de tres...

Una vez arrojadas las conchitas el mar mi mamá me sonrió y pregunto:
-Y...Bien, cuéntame cual fue tu deseo?
-Mi deseo fue tenerte siempre conmigo, mami...Qué nunca te separes de mí, y que seas mi mamá siempre, porque eres la mejor mamá del mundo.
De repente mi mamá me abrazo tan fuerte que pude sentir como una lagrima caía de su carita. Así que extrañada y pregunte
-¿Qué te pasa, mami? Dije algo malo, te juro que yo no quería hacerte llorar.
-No, no, mi amor. -Contestó ella. Solo quiero que sepas una cosa, que pase lo que pase yo jamás me alejaría de ti porque eres lo mejor que tengo en esta vida, eres mi motor para salir adelante y la gasolina de mi vida, siempre estaremos juntas. Y creo que ya puedo contestarte tu pregunta de cuánto tiempo se tardará en cumplir tu deseo y déjame decirte que creo que se cumplió más rápido de lo que tú y yo esperábamos, porque hoy te digo que por ti y por nosotras voy a dejar de trabajar un tiempo, porque quiero estar contigo, y quiero verte crecer como se debe, quiero ir a tu cuarto en las mañanas y batallar porque no te quieres levantar, quiero hacer la tarea e ir a hacer cosas de chicas juntas. Y la mejor manera de empezar una vida tú y yo solitas es yéndonos a vivir a nuestra casa, a la casa que acabo de comprar para ti y para mí en donde solo seremos tú y yo...
-De verdad, mamá? Estarás conmigo todo el tiempo. -Le pregunté mirándola a los ojos.
-Si, si, todo el tiempo que tú me necesites estaré contigo.
-Gracias, gracias, mamá... Te amo.
-Yo siempre te amaré más.

Sin duda alguna ese era el recuerdo más hermoso de mi infancia... Mi mamá y yo...

Mi compañera de vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora