Nada cambio

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Es como si esas últimas palabras que mencioné hayan sido las peores que pudo haber escuchar mi mamá.
-No sabes lo que dices, estas enojada!
-Si, si estoy enojada pero también sé lo que digo, quiero ver mi papá.
-No, no quieres verlo y no lo veras.
-Entiende, quiero verlo, quiero conocerlo, quiero saber si el al menos se preocupa por mí en estos momentos. A lo mejor, él me da la atención que tú no puedes darme. Quiero verlo.
-No lo veras, porque no quiero que te lastime como lo hizo conmigo, el no es una buena persona ni tampoco un buen padre.
-¿Cómo lo sé? Jamás lo he visto, a lo mejor él ya en estos momentos quiere pasar tiempo conmigo.
-No, no te haré eso, no quiero verte sufrir.
-Tu me estás haciendo sufrir, negándome la idea de tener a un padre, déjame convivir con el!! Para que quiero estar contigo si tú nunca estas conmigo!
-No, y es mi última palabra.

Había pasado dos semanas desde aquella pelea, no había platicado con mi mamá más del tema, en realidad estábamos más separadas que nunca. Es como si esas palabras de conocer a mi papá habían roto por completo a mi mamá. Pero yo solo quiera conocer a mi papá, necesitaba darme cuenta por mí sola si le importo o si algún día le llegué a importar, siento que todos en algún momento de nuestra vida necesitamos a un padre y en ese momento yo lo necesitaba más que nunca...

-Abuela, por favor! Habla con mi mamá, dile que me deje conocer a mi padre.
-Entiende, lo hace por tu bien, tu padre no te merece.
-Yo tomaré esa decisión, solo quiero conocerlo, por favor!
-Trataré de hablar con ella, pero por favor, ten paciencia y deja tu orgullo atrás, habla con tu mamá ella te necesita.
-Y yo la necesito a ella.

-¿Por qué quiere conocer a su papá? Acaso ya no me quiere, ya no quiere estar conmigo, ya no me necesita.
-Hija, sabias que esto iba a pasar, en algún momento de su vida iba a querer verlo, iba s querer estar con el, y comprendo, se siente sola, necesita saber si su padre puede estar para allá, así como lo estás tú.
-Tu sabes que no lo estará, nunca lo ha estado.
-La gente cambia, hijita!
-El no mamá, en todo este tiempo nunca la ha buscado, qué te hace pensar que la quiere conocer ahorita?
-Eso ya dependerá de el, si no quiere conocerla es su problema, se está perdiendo del amor más puro y verdadero que le pueden ofrecer.
-No quiero que mi hija sufra
-El sufriendo es parte de la vida, no siempre se les puede enseñar a los hijos la vida de color rosa, la vida perfecta porque tú y yo sabes que no existe, también tienen que conocer la realidad, también les toca sufrir como a todos.
-Pero, le puedo evitar ese sufrimiento.
-No lo harás, piénsalo. Esto le servirá para crecer como persona.

...
No sé cómo, ni que momento mi mamá había aceptado la loca idea mía de conocer a mi papá, de verdad creí que eso jamás pasaría, pero ahí estábamos mi mamá y yo en la camioneta rumbo al trabajo de mi papá, ambas con mis emociones resueltas.
Yo estaba emocionada, nerviosa, ansiosa, desesperada solo quería llegar y verlo, aunque sé que cuando llegará iba a estar muerta de miedo.
Después de un camino de completo silencio, llegamos a la empresa donde trabaja mi papá, no lo podía creer, lo iba a ver, lo iba a conocer.
Cuando llegamos mi papá, estaba en junta así que nos toco esperarlo en su oficina y entonces ese fue el momento cuando él abrió la puerta y su rostro cambio al igual que el de mi madre.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó mi papá.
-Créeme que yo no quería venir, pero tu hija quiere conocerte.
Creo que él no se había dado cuenta que yo estaba ahí, hasta que mamá mencionó esas últimas palabras, en ese momento su ojos me miraron pero tenía un cara de confundido.
-Ella es Regina, TÚ HIJA! La cual quiere conocer a su padre.
-Hola, papá. -Dijo algo tímida.
-No me llaves así, dijo enojado. Yo no soy tu papá, nunca lo he sido, ni tampoco quiero hacerlo ahora.
-Díganme que necesitan ¿dinero? O denme una explicación creíble del porque me buscan.
-Sigues siendo el mismo poco hombre de siempre! Nunca he necesitado nada de ti y jamás lo haré. -Respondió mi mamá enojada. Yo después de escuchar a mi papá decir que jamás será mi papá me quedé noqueada, no sabía que pensar ni que decir, tampoco podía llorar, me sentía triste y decepcionada, estaba experimentando miles de emociones las cuales no me dejan reaccionar.
-¿ENTONCES PARA QUE ME BUSCAS?
-¡Yo jamás te buscaría, si no fuera porque tu hija te quería conocer! Pero ya veo que sigues siendo el mismo inmaduro de siempre que no sabe afrontar las cosas. Tu hija de quería conocer, tu hija pensaba que podías darle a amor.
-Pensó mal, digo por algo no la he buscado todo este tiempo, y menos ahorita que estoy empezando a tener la vida que siempre he querido.
-Mamá, nos podemos ir? -Fueron las únicas palabras que mi boca pudieron decir en voz entre cortada.
-Escúchame, JAMÁS, JAMÁS! volverás s ver a tu hija, te vas a repetir de haberla rechazado. Te vas a repetir de haberle dicho que no al corazón más hermoso que hay en el mundo, te vas a repetir de no haberla visto crecer, te vas a repetir de tanto, la vas a extrañar porque es la niña más hermosa que hay en el mundo. No se ocurra buscarla en algún momento de tu vida.
-No te preocupes, querida, no lo haré. Y yo jamás las extrañaría ni las necesitaría, por Dios, tengo la vida que siempre he querido.
-Mamá, Vámonos por favor!
-Hasta nunca, hija! -Fueron lo último que grito una vez que salimos de su oficina.
...
-Perdóname, perdóname, jamás debí aceptar que lo vieras!! Que estupida fui, tú no merecías esto.
En eso momento no pude más, es como si todas esas palabras que había escuchado, ver la manera tan fría de ese señor, ver las lágrimas de mi madre hubieran estallado en un mar de lagrimas.
-¿QUÉ LE HICE, MAMÁ? porque no me quiere? Se supone que los papas siempre quieren a los hijos a pesar de todo, pero porque él no me quiere, porque jamás se preocupo por mi, dime que hice mal? Por qué el tenía que ser mi papá?
-Perdóname, mami! Si tan solo te hubiera hecho caso desde un principio nos hubiéramos ahorrado todo esto! Tus lágrimas, mis lagrimas y todo! Perdóname, mamá!
-Yo no tengo nada que perdonarte, perdóname tú a mí porque todo esto es mi culpa, es mi culpa que tú hayas querido buscar s tu papá, si no te hubiera dejado sola tanto tiempo nada de esto hubiera pasado. Tú jamás hubieras necesitado de tu amor.
-Solo te necesito en esta vida a ti, mamá. Solo a ti.
-Y siempre me tendrás a mi, mi amor! -Mira, sé que mis promesas para ti ya no valen, que ya no crees en mis palabras pero quiero decirte esto mirándote a los ojos. Te prometo que solo acabando esta novela, solo tendré tiempo y ojos para ti, para nadie más, te prometo que solo seremos tú y yo recuperando todo el tiempo que hemos perdido. Te lo prometo.
-Te amo, mamá...siempre será así, eres lo más bonito que tengo en la vida... Te perdono y te creo. Siempre juntas...

Mi compañera de vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora