Promesas no cumplidas

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Me hubiera gustado contar el magnífico sábado que había pasado conmigo pero no fue así, no existió tal sábado.
-¿A dónde quieres ir a desayunar?
-No lo sé, el lugar no me importa solo quiero estar contigo.
-Bueno que te parece si nos bañamos y ya estando en la camioneta vamos al primero que se nos antoje.
-Siiiiiii, vamos a bañarnos.

Después de bañarme entre al cuarto de mi mamá, ella estaba hablando por teléfono con cara algo enojada, termino de hablar y se me quedo mirando.
-Perdóname, tu abuela pasara por ti y te llevará a los lugares que tu quieras.
-¿tú no vendrás?
-No, me acaban de llamar del trabajo algunas escenas se perdieron y por desgracia tenemos que repetirlas.
-Okey, entiendo. Dije mientras me retiraba de tu habitación.
-Regina, ven!! No es mi culpa, amor. Esas palabras fue lo último de alcance a escuchar.

Mi mamá me había mentido una vez más, no lo podía creer aunque era de esperarse, trate de entender que era trabajo pero de verdad no era la primera vez que pasaba, de hecho esa era nuestra rutina de todos los fin de semana. Si no era una cosa era otra, ya estaba resignada a que así sería siempre mi vida.
Muchas veces ella me pedía que la acompañara a su trabajo, pero mi abuelo nunca me dejó, decía que era material que una niña no debía ver ni escuchar, de hecho nunca había visto ninguna de sus novelas por lo mismo. A parte de que no me llamaba la atención ese mundo de la televisión y los medios. Era muy aburrido para una niña estar en ese mundo.

-¿Puedo pasar? Preguntó mi mamá desde afuera de mi cuarto. Yo no conteste. Pero creo que no le importo porque aún así entró.
-Perdóname, de verdad yo no sabía que pasaría esto.
-No te preocupes, ya estoy acostumbrada. De hecho, creo que ya no te creo nada.
-No digas eso, por favor.
-No sé ni porque le dices a Juanita que se vaya el fin de semana si sabes que siempre fallas las promesas que me dices.
-No es mi culpa, sabes que es mi
-T-r-a-b-a-j-o. Dije interrumpiendo. -Esta bien estoy acostumbrada.
-¿Me acompañarías a mi trabajo? Después podemos ir a cenar.
-Sabes que no me gusta
-Por favor, hago el intento de estar contigo.
-¿A qué horas vendrá mi abuela por mi?
-Ya está por llegar.
-Ok, que te vaya bien en tu trabajo, mamá.
-¿Me dejas darte un beso y una abrazo?. Yo solo asentí.
-Perdón, dijo mientras daba un beso en mi cabeza.

En realidad no fue un día tan malo, ya que gracias a la abuela quien hizo el intento de que yo no estuviera triste y me mantenía entretenida con todo lo que me contaba de los viajes que había hecho. A mi abuela le gustaba mucho viajar, era su pasatiempo favorito, a veces me gustaría irme con ella, pero no puedo faltar tanto a la escuela.

Cuando llegamos a la casa vimos que la camioneta de mi mamá estaba ya estacionada, pero no estaba sola había otro carro más y lo más seguro es que era de su novio.
Entramos a la casa y si, ahí estaba ella y su novio esperando.
-Hola ¿Cómo les fue? Preguntó mi mamá mirándome.
-Muy bien, verdad Regina? Contestó mi abuela.
-Si, muy divertido, gracias abuela.
-Hola, Regina. Me dijo el novio de mi mamá.
-Hola. Lo saludé de beso. -Creí que estabas de viaje.
-Lo estaba llegué hoy.
-Ah.
-¿Ya cenaron? Preguntó mi mamá. -Compramos sushi.
-Ya cenamos. Le contesté a mi mamá. -Abuela, estoy cansada ¿me llevas a dormir?
-Yo te llevo. Dijo mi mamá.
-No hace falta contestó mi abuela, mejor tu cena y ahorita subes para darle las buenas noches.

-Deberías pasar más tiempo con tu hija, ella te necesita, está creciendo necesita a su mamá para que la guíe, no a mi, no a Juanita, a su mamá, a ti Silvia.
-Lo sé, mamá! Pero tú sabes que te tenido mucho trabajo.
-Puedes dejar el trabajo en el segundo lugar de la lista y a tu hija en el primero.
-Eso hago, mamá! Pero de verdad necesito mi trabajo para darle a mi hija lo que necesita. Tu deba se saberlo, tú también pasabas parte de tu tiempo trabajando.
-Por eso te lo digo, hija. Me perdí muchos momentos tuyos y de tu hermano por estar trabando, momentos que jamás se volvieron a repetir y yo no estuve con ustedes para vivirlos. No quiero que te pase lo mismo, quiero que estés en cada etapa de Regina. Ella también necesita eso.
-¿Dime qué hacer? Amo mi trabajo pero también amo ser mamá y creo que ambas cosas no se pueden combinar.
-Has lo que sea mejor para las dos. Confió en ti, y sé que harás lo correcto.
-Eso espero.
-Me despides de Regina, dile que mañana pasó por ella para ir al cine.
-Gracias,mamá pero no te preocupes, mañana mi novio y yo la llevamos.
-Perfecto! Les hace falta eso. Dale un beso de buenas noches por mi.

Me estaba quedando dormida cuando escuché que alguien abrió la puerta de mi cuarto.
-Te prometo que mañana si será nuestro día. Te amo mucho, perdóname.

El domingo me levante gracias al ataque de besos mañaneros que me dio mi mamá, hacia tiempo que no me despertaba así y de verdad era la mejor forma de despertar. Sentía que mamá volvía hacer mi mamá.
-¿Desayunamos? Te hice hot cakes.
-¡Wow¡ hacía mucho que no cocinas, me da miedo probarlos.
-No seas payasa, saben ricos. Son con todo mi amor.

Y si sabían muy ricos o será que yo ya los extrañaba mucho. Aunque mi mamá no cocinaba definitivamente su platillo principal eran los hot cokes, tuvo que aprender hacerlos porque cuando tenía 4 años se los pedía todos los días sin falta antes de irme al colegio y creo que por las buenas aprendió.

-Oye, sé que te dije que este día seríamos tu y yo... Pero ¿te molesta si invitamos a Sergio?
-Ok, una promesa más NO cumplida. Pensé. -No, no hay problema. Le dije mientras seguía comiendo.
-Gracias. Yo solo le dedique una media sonrisa.

Cuando llegamos al cine me di cuenta que el novio de mamá no era nada caballeroso, ya que mi mamá pagó las entradas del cine y todo lo que compramos adentro y para acabar también lo recogimos en su casa. La verdad no sabía muy bien si hacer todo eso era trabajo de un hombre, pero mi abuelo siempre le pagaba todo a su esposa.
Días después mi mamá terminó con el, la verdad solo me dijo que había sido por diferencias de ambos y era lo mejor que debían de hacer. Casi siempre decía eso. Yo no entendía muy bien esas cosas pero tampoco tenía mucho intereses por entenderlas.

Pasaron varias semanas y todo seguía igual, creo que cada vez veía vemos a mi mamá, y me sentía muy sola. Entonces esa noche exploté, le dije todo lo que le pensaba a mi mamá. Yo estaba cenando cuando ella llegó.
-Hola, perdón estaba trabajando
-Si, mamá! Lo sé, el trabajo es lo único que te importa ¡NO TE PREOCUPES!
-No digas eso, sabes que tú eres lo más importante de mi vida.
-Se nota, vaya forma de demostrarlo.
-¿Qué te pasa tú no eres así?
-¿De verdad quieres saber que mi pasa?
-Si
-Pasa que eres una mentirosa! Todas esas promesas que me hiciste el día de la playa todas fueron promesas no cumplidas, aunque dudo que recuerdas alguna de ella. Pasa que lo peor que pudiste hacerme es traerme a vivir a esa casa donde solo me siento sola, donde a nadie le importo, que me mentiste cuando dijiste que siempre estarías conmigo, me metiste en todo! Dije mientras no parabas de llorar.
-Noooo, no digas eso. Todo lo que trabajo de es para ti, crees que a mí no me duele no estar contigo, no ayudarte con tu tarea, no comer ni cenar contigo, no llevarte a la escuela? Si si me duele hasta el fondo del corazón pero entiende que todo lo hago por ti, para que estés bien, para que no te falte nada
-ME FALTAS TÚ! No quiero nada material, quiero a mi mamá solo eso! Le dije gritando.
-Por favor, entiende que aveces tenemos que sacrificar algunas cosas. Te prometo que pronto todo volverá a la normalidad.
-¡NO PROMETAS COSAS QUE NO SABES CUMPLIR! Cuanto te durará el gusto de que las cosas vuelvan a la normalidad hasta que te salga otro trabajo y te vayas todo el día? Siento que por eso aceptas, porque no quieres pasar tiempo conmigo.
-Ya basta!!! No sé de dónde sacaste todas esas cosas, entiende que no hay nada en esta vida que me importe más que tú, tú eres mi mundo y así será siempre. Solamente tú.
-Quiero conocer a mi papá...

Mi compañera de vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora