Capítulo Tres.

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Me doy un baño rápidamente y me pongo un hermoso vestido azul y, posteriormente sujeto mi cabello en una trenza y después con ella formo un chongo, dejando mi fleco detrás de mi oreja, llego de prisa al comedor y le digo a mi hermanita:
-Cinco minutos, Patito, te lo dije.-sonríe.
-¡Pues andando, la Panadería Mellark nos espera!.- Me quedo pensando que: Admito que no sólo iré a la Panadería Mellark por pastelillos, iré a hablar con Peeta.
Salimos de la casa, vamos tomadas de las manos, Prim va dando brinquitos diciendo:" Iremos a la Panadería Mellark, iremos a la Panadería Mellark".
Por el camino sólo vemos lo cotidiano, niños con ropas sucias, mujeres transportando agua... Ver esto desde siempre me ha dado tristeza así que decido ir más rápido y le digo a mi hermanita.
-Llegaremos más rápido si corremos.- me mira y sonríe, ella corre y a un par de metros me grita.
-¡Serás la última, Katniss!.- río y comienzo a correr hasta que la alcanzo, vamos casi al mismo ritmo y, entonces choco con alguien lo cual hace que ambos tropecemos.
-Oh, perdona, en realidad lo lamento- levanto mi mirada y me encuentro con una mirada clara como el cielo.
-¿Peeta?
-¡Katniss!, recuerdas mi nombre.- suspira y sonríe.
-Si, por supuesto.- «Cómo no recordarlo» se levanta y me estira una mano en señal de ayuda, mientras Prim ríe.
-Gracias.
-No es nada, ¿Para dónde íban?.
-Para la panadería, tú panadería.-responde Prim antes que yo.
-Yo también, sólo salí a conseguir más harina, ¿Nos vamos juntos?
-Claro, vamos.- Prim toma mi mano y extrañamente, también la de Peeta, así que por ahora no podré hablar con él.
-Prim, ¿Qué tal si te adelantas y ves que panecillo quieres?-Le dice Peeta, ella asiente y corre entusiasmada hacia la panadería.
Volteo a verlo y le sonrió. Las piernas están temblandome de los nervios, las palabras no fluyen de mi boca y el estómago se me revuelve.«¿Estuve siempre enamorada de él y no me di cuenta?»
-Peeta...- el gira la cabeza hacia mi.-Tengo algo que decirte.
-¿Segura que es a mi?, digo, nunca hemos hablado, hasta ahora.
-Más segura que nunca.-sonrío- Soñé contigo.- una expresión de sorpresa le recorre el rostro- tuve un sueño, y en ese sueño estabas tú, es algo raro, soñé que...
-¿Qué Panem era libre?- Me interrumpe antes de que termine la oración.

Entonces, No Fué Real.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora