Siento mis ojos mojados...
Siento mis ojos llorar...
Siento una lágrima, que por mi rostro ha de pasar.
Todo lo vivido, nada podré olvidar...
Sólo pondré un muro, para no tratar de recordar.
Por mi vida pasaste... por tu vida yo pasé.
Espero seamos felices, aunque el uno sin el otro esté...
Adiós es la palabra, aunque me cause dolor.
Nada es para siempre, aquel viejo sabio tenía razón.
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Enmiendas de un Vendaval.
Short StoryComo un rostro enfurecido, envuelto entre las nubes, el viento se desprendió del cielo azotando a la fría ciudad de Nerbal... Vendaval maldito que alcanzó al exhausto mensajero, impidiéndole así la urgente entrega de toda su correspondencia. Morral...