capitulo 7

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Buenas noches, Ángel.

Desde aquella fecha, no volvimos a hablar. Aunque debo confesar que como un espía clandestino suelo revisar tu perfil en las redes sociales. Buscó alguna señal de que me extrañas, me necesitas o eres feliz. Y siempre espero encontrar algún estado, un enlace, un para imagen o alguna frase de alguna de nuestras conversaciones, pero nada. Siempre es igual, estas conectada, pero no compartes nada. Se que nunca me perdonarás por haberte dicho lo que te dije, de hecho, se que ni siquiera has querido escuchar a Valentina hablar de mi. Parece que funcionó, aunque nos rompí el corazón a ambos, al menos ya pudiste sacarme de tu vida, decidiste olvidarme, olvidar que alguna vez fui tu ángel.

Mi enfermedad sigue, cada vez es mas fuerte, incluso, no puedo mantenerme de pie. Estoy demasiado débil, puedo sentir como si muriera... Quizás es la enfermedad, o simplemente el hecho de no tenerte.

Siempre estuve consiente de que merecía morir, porque, si no era para ser tu ángel ¿Entonces para que permanecer aquí?

Claro, aun esta Valentina, una mujer que realmente tampoco me merece. ¿Que clase de basura soy?. Y aunque la quiero, no puedo olvidarte.

Otra vez, la depresión. Aunque los doctores dicen que se debe a la enfermedad, a tener que pensar en la muerte. Claro, que si tomara mis medicamentos, no tendría que pensar en eso, pero no pienso tomar nada.

Siempre me gusto hacer feliz a los demás, pero creo que esta decisión de no tomar nada, es solo mía. Todo el mundo me reprocha, porque según dicen que soy egoísta. Como si ellos supieran lo que se siente perderlo todo. En este lugar solo me queda mi padre, uno que otro amigo y Valentina. Pero, precisamente por ellos tomo esta decisión.

Mi padre por ejemplo; tuvo que ver a su hijo menor, con 10 años luchar contra una terrible enfermedad. Tuvo que verlo perder la vida en cama, a causa del cáncer. Un cáncer que ese pequeño no merecía y como si fuera poco, perdió a su esposa. Además, tuvo que criar solo a un chico de 15 años, después de haberlo perdido todo. Y desde entonces, he sido una persona difícil de criar. Fue rebelde, depresivo y problemático hasta que ataco la enfermedad. El lupus no es tan malo, por supuesto. Puedo vivir un montón de años con esto, pero, ¿mi padre merece vivir con miedo de perderme? ¿Merece ver a su único hijo sufrir en hospitales cada vez que la enfermedad ataca? ¿merece sentirse culpable por no verme feliz? Claro que no. No quiero hacerlo pasar por esto una segunda vez, y es por el mas que todo que decidí dejarme ir. El a sufrido mucho, desde hace tanto que no ha podido dejar de trabajar porque solo tiene que pagar medicamentos desde hace 17 años, primero por mi hermano y luego yo. Es una patética vida para este buen hombre.

Además, hace tanto que me hace falta ver a mi hermano, a mi madre, reunirme con ellos. Entonces, si existe una vida después de la muerte, esta sera mi oportunidad. ¿como desaprovecharla?. Tu me entiendes, ¿Verdad, ángel?.

En fin.

Cerré todas mis redes sociales. Decidí que lo mejor era desaparecer por un tiempo. No quería que las personas no tan cercanas fingieran en mis redes sociales, como si alguna vez les hubiese importado. Además, no quería que nadie me escribiera, porque la única que quería que lo hiciera eras tu, y ya no ibas a hacerlo.

Ángel, lo lamento.

Buenas noches, ángel.(Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora