Eran las 21:30 y decidí dirigirme hacia la estación de autobuses ya que estaba cansada y no tenía ganas de ir andando. El autobús llegó y subí.
Durante todo el camino estuve pensando en quien había podido ser el que me había mandado el mensaje, o la que lo había hecho...no llegaba a ninguna conclusión, no tenía ni idea.
Bajé en la parada donde siempre bajaba para ir a la universidad. Realmente no estaba lejos pero se perdían muchas horas, entre el camino de ida y vuelta, madrugar, acostarme tarde, y lo más importante, la gente con la que estaba obligada a relacionarme.
Estaba agotada, y sobretodo, ya tenía muy claro que para el próximo año de mis estudios de psicología, los haría a distancia y creo que las razones eran obvias, Flavia y Karla...esas dos...de verdad, eran insoportables, pero aun peores eran los dos que hacían todo lo que ellas mandaban, Carlos y German...era increible como se dejaban manipular a cambio de un poco de atención de esas dos...que sus máximos estudios eran la primaria y el instituto por obligación. Que yo también lo hacía por obligación pero no copiaba en exámenes ni me dedicaba a insultar a mis compañeros, no como otros.
Fíjate si el dinero mueve masas...que hizo que esas dos acabaran en la universidad gracias a él. Los contactos de sus padres también influyeron, y mucho.
Y cuando me di cuenta, ya había llegado a la estación de autobús, bajé y caminé hasta la universidad. A pocos pasos de llegar, les vi, estaban allí.