Capitulo 2: Amor a segunda vista

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-¡No vuelvas tarde y cuídate! –Dijo Hermione despidiendo desde la puerta a Scorpius que iría a jugar al parque.

-Intenta no enamorar a muchas niñas, aunque se que eso es un poco difícil, porque eres un Malfoy. –Grito Draco desde la sala continua en la que estaba la biblioteca.

Scorpius rio y salió corriendo a la plaza que se encontraba cerca de su casa.

Hermione entro a la sala en la que estaba Draco y lo encontró sentado en su sillón leyendo un libro. -¿Así que los Malfoy enamoraran a cualquier chica? –Pregunto Hermione un poco celosa.

-No lo sé, dímelo tu sabelotodo. –Hermione, se sentó en sus piernas y lo beso.

Cuando Scorpius llego al parque sus amigos todavía no habían llegado. Mientras los esperaba vio que una niña se acercaba a él y tomaba algo de su brazo.

-Cuidado tienes un torposoplo. –La pequeña niña de ojos grandes y cabello rubio era la misma que había sido atacada por los bravucones el día anterior.

-¿Un qué? -Pregunto Scorpius algo confundido.

-Un torposoplo, es una criatura mágica invisible que flotan cerca de tus oídos y confunden tu cerebro.

El niño pensó que esto podía ser cierto, ya que se sentía muy confundido.

-Gracias, por lo de ayer. Fuiste muy valiente.

Scorpius sonrió orgulloso.

-No fue nada, soy... -Pero antes de que pudiera presentarse vio como los mismo brabucones del día anterior se acercaban a ellos.

-¡Pero miren que tenemos aquí! Es la cucaracha blanca y su noviecita la loca.

-¡Lárguense de aquí! –Grito Scorpius. Luego se giró y le dijo a la pequeña que estaba atrás de él. –Corre, vete, yo me ocupo. –La niña obedeció.

Los bravucones sacaron sus varitas para atacarlo. Pero un hombre que se encontraba sentado en unos asientos del parque, el mismo hombre de la tarde anterior, se acercó a ellos y les dijo.

-¿Si son tan valientes porque no se meten con alguien de su tamaño?

Los bravucones reconocieron al hombre, y temerosos se largaron del lugar.

-Gracias. –Dijo el pequeño. –Y estrechándole la mano al hombre se presentó. –Soy Scorpius Malfoy ¿y usted es?

-Un amigo de tu padre, pero es su secreto quiero sorprenderlo ¿podrías guardarlo por mí?. –Respondió el misterioso hombre, que ya conocía la identidad del pequeño. –Para servirte. –Agrego y estrecho la mano del pequeño.

-¡Si, por supuesto!

-Esa que tienes es una varita muy interesante. –Dijo el hombre.

-Sí, es una varita muy especial, está hecha con materiales únicos, que nadie sabía que era posible combinar.

-Interesante. Dime, pequeño ¿Estas por comenzar tu primer año en Hogwards?

-¡Sí! En unos días empezare. –Dijo con alegría.

-¿Y a qué casa deseas ir?

-Slyhterin por su puesto, soy un Malfoy.

-Es cierto, disculpa como no lo pensé.

En ese momento Scorpius vio que sus amigos habían llegado.

-Disculpe, tengo que irme y gracias otra vez.

Familia MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora