Narrado por Audrey:
Amnesia: es un trastorno del funcionamiento de la memoria durante el cual el individuo es incapaz de conservar o recuperar información almacenada con anterioridad.
Desperté un día (maldito ese día porque hubiese deseado morir) oyendo gritos y discusiones de voces cargadas de tristeza. Rodeé mi vista sufriendo porque hasta ese simple acto me generaba dolor y mi mirada se topó con un montón de médicos y con otras dos personas que no tenía idea quienes eran.
No sabía que había pasado ni como llegué hasta el hospital. Me miré el brazo y me di cuenta que me estaban pasando suero, además tenía un montón de cables conectados y apenas podía moverme porque hasta respirar me dolía.
Al verme despierta todos los allí presentes se abalanzaron sobre mí, un médico me colocó un respirador artificial, otro me acomodó los cables y otro más comenzó a medirme las pulsaciones.
Las otras dos personas quedaron impactadas, eran un hombre y una mujer que yo no conocía. La mujer me sujetó de la mano y se largó a llorar.
—¡Es un milagro! —decía emocionada. Él hombre disimuló sus lágrimas y también me tomó de la mano. Aquella habitación era un desorden total, me abrazaban, gritaban y sonreían con los ojos repletos en lagrimas. Un médico les pidió que se calmaran y les dijo que me podían hacer más mal del que ya tenía, que necesitaba estar en paz y que me debían revisar.
Yo observaba todo con confusión, sin comprender, sintiendo dolor en cada parte del cuerpo y con un océano enorme en la cabeza que no me dejaba pensar en nada. Al percibir tanta alegría pregunté con la voz que a penas me salía:
—¿Quienes son ustedes?
Sus rostros se desfiguraron, la felicidad de hacía unos pocos minutos se esfumó, miraron a los médicos y ellos siguieron revisándome ahora mucho más preocupados.
Nunca pensé que esa simple pregunta iba a cambiar tanto mi "vida", si es que así se le puede llamar a eso, porque yo creo que ese día volví a nacer y una nueva vida comenzó.
—¡¿Cómo?! ¿Qué estás diciendo? —preguntó alterada la señora y me apretó la mano—. ¡¿Es un chiste?! —Y sonría, como para hacerse creer a ella misma que realmente era un chiste—. ¡Nena! —exclamaba preocupada. Si antes en la habitación habían tres médicos ahora eran mínimo seis, uno de ellos se me acercó, me quitó el respirador y ordenó:
—Decinos tu nombre.
Cuando me detuve a pensarlo me di cuenta que no me acordaba, que no sabía ni como me llamaba, ni si tenía familia, ni nada de mi. Recién en ese momento entendí que aquél gran océano que había en mi mente era una completa nada, que no tenía recuerdos confusos o poco claros, simplemente no tenía recuerdos. Trataba de pensar en mi pasado y todo era negro, repito: no había nada.
Rompí en llanto y el médico me volvió a colocar el respirador, me lo quité como pude y entré en un ataque de crisis:
—¡No sé como me llamo! —grité apenas logrando respirar—. No sé quien soy, no me acuerdo de nada. —Las dos personas también lloraban—. ¡¡¡¿Qué me pasó?!!! —gritaba desesperada.
Ese día supongo que me inyectaron algo para que me tranquilizara, pero desde ese momento, mi vida volvió a comenzar y con el correr del tiempo empecé a entender muchas cosas y me enteré de la peor o quizás mejor noticia.
Me llamaba Audrey Storozzuck, tenía 17 años y los señores que estaban en la sala eran mis padres, eso era lo único seguro que sabía. Seguir viviendo fue muy difícil desde que desperté, todos los días me dormía deseando no volver a despertar. De a poco intentaban reconstruirme mi pasado, me mostraban fotos, me contaban alguna que otra cosa pero yo seguía sin recordar nada y lo que ellos me decían no eran más que simples palabras para mí.
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Amor más allá de la memoria ||| NONPS2.
Teen FictionÉl la buscó durante gran parte de su vida hasta que recibió la peor noticia. Ella tuvo que hacerse cargo de un montón de situaciones y enfrentarse a una nueva y constante enemiga: su memoria. Un vacío inmenso ha vivido durante años en el corazón de...