SAKURA: ¡Sakura Haruno!

El principio del fin

10

La sangre me empapa completamente el cuerpo.

Mi cabeza duele y todo me da vueltas. No puedo respirar muy bien, mi cuerpo me pesa mucho, ¿Qué está pasando?

Estoy acostada en un frio suelo de cemento. Trato de levantarme y miro a mí alrededor. Estoy en un campo de batalla, hay hombres tirados a mí alrededor.

Muertos.

Todos están muertos. Estoy buscando a alguien aunque no sé a quién busco. Entre los ninjas vestidos de negro hay alguien que llama mi atención. Una cabellera rubia que destacaba al igual que un girasol en invierno. Me acerco despacio, casi arrastrándome, mi cuerpo aún pesa. Es mi madre. Mama esta tirada en el suelo empapada de sangre, Papá se encuentra a su lado, y Kagome e Ino también.

Alguien dice mi nombre, lo repiten como si fuera una letanía. Trato de llegar a esa voz, es Neji. Esta tirado en el suelo, una de sus piernas está rota y tiene apuñaladas en todo su cuerpo.

Me mira con ojos tristes y dice:

—¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste, Sakura?

Lo miro aterrorizada me miro las manos y se me cae el Kunai que sujetaba.

Esto no es cierto. Quiero gritar su nombre pero tengo algo atorado en el cuello, no puedo.

Esto es un delirio. No está pasando.

Tengo que despertar.

Me desperté con unos mechones de largo pelo rosado pegados en mi frente.

Sasuke descansaba a mi lado sin dejar de retorcerse y gritar. Me pare de un salto y cruce con rapidez la escasa distancia entre nosotros.

—Sasuke—le hablé, sacudiéndolo—. Sasuke, despierta.

Cesaron sus gritos, y unos suaves suspiros reemplazaron.

—Mama—gimió—. Oh, Dios mío.

Le ayude a incorporarse.

—No ocurre nada—le dije con dulzura—Todo va bien.

Me miro, irritado.

— ¿Dónde está Kakashi?

— ¿Cuál fue tu alucinación? ¿Alucinaste con tu familia?

No es que me importe o que sea una metiche. Pero Sasuke nunca ha hablado de lo que paso a su familia y el hokage tampoco me lo ha contado.

Sasuke suspiro.

—Ese día...Yo estaba llorando...

—¿Qué día?

—Ese hombre tengo matarlo solo yo.

—¿A quién te refieres?

Sasuke abre la boca y hace ademan de hablar pero es callado por la alarma que suena a distancia.

—Rayos—suspira—. Perdimos mucho tiempo.

Así que Sasuke Uchiha es más que solo una cara bonita.

10 minutos después...

Tengo hambre. Mucha hambre. ¡Arrggggg! Justamente en este momento veo la cara del sensei como un rico y suculento helado de fresa cubierto con un glaseado blanco. Me gustaría probarlo, ¿A qué sabría? No, aun no lo perdono por lo del Ninjutsu. No hay justificación para una crueldad como esa.

Naruto, Sasuke y yo estamos en el lugar acordado. Bueno, Naruto está amarrado en el tronco acordado. Ah! Esto es un desastre, somos un desastre.

—Los noto un poco hambrientos—dice el sensei—¡Que lastima!