Capitulo 3

110 3 0
                                    

−¿En serió no te gustan? −Dijo Mary Observando los zapatos que recientemente le había mostrado a Máx, su pelo morado caía sobre su cara evitando poder ver la mitad de ella, sus dos trenzas se habían arruinado casi por completo y ahora solo eran mechones sueltos, habían caminado por más de 3 horas al rededor del centro comercial y Max había conseguido un par de Keds negros, pero ya no aguantaba estar más tiempo parada, necesitaba un descanso y lo necesitaba ya. 

−No −dijo Max, riendo−. Bueno, si tu no los quieres, yo sí −Se quitó sus converse rojas y se metió los tacones de 12 de piel de cocodrilo. 

−¡Vámonos ya! −Protestó Bea, La rubia llevaba ya más de media hora esperando para que pudieran ir a cenar a su restaurante vegetariano favorito. El "Pink Bean". Aunque claro según lo que Bow le había explicado a Max, Bea no sólo iba por la comida, sino por Tresh−. La sopa de espinaca es gratis hoy Al comprar un sándwich de pollo.- dijo a lo que Mary y Bow se echaron a reír. 

−Si claro −dijo Mary haciendo comillas con los dedos−. "Vamos por la sopa" −a lo que Bow río más fuerte. 

−Bueno... Tal vez tenga hoy alguna oportunidad de que Tresh me invite a salir −dijo sonrojada. 

−Bueno, vamos −Dijo Mary poniendo los ojos en blanco, metió los tacones en la caja y los devolvió a su lugar−. Adiós bebés −dijo dramáticamente. 

−¿No te los llevas? −dijo Max 

−Nop −dijo saltando a la Salida−. Pero pronto los tendré −dijo sonriendo. 

−¡Vámonos ya! −dijo Bea impacientemente jalando del brazo a Mary.

El Pink Bean, que como su nombre lo decía, era un lugar rosado con helechos cayendo del techo, la puerta tenía un letrero neón que decía "abierto". Al entrar escogieron una mesa cercana al bar. Un chico de ojos azules y pelo castaño se les acercó.

−¡Hola Tresh! −dijo Bea sonriendo ampliamente. 

−Hola Bea −dijo sonriendo igual−. ¿Pedirán lo de siempre? −dijo el poniendo un bolígrafo encima de una agenda. 

−Si −dijo Mary−. Y para ella igual −dijo agarrándole el hombro a Max. 

−¿Eres la nueva mascota? −dijo Tresh sonriendo hacia Max. 

−Eso creo −dijo Max riendo. 

−Bienvenida −dijo y empezó a caminar, en menos de 3 segundos ya estaba de regreso en su mesa−. Eehhh... Bea −dijo nervioso−. Me preguntaba si tu... Bueno, ¿me preguntaba si tu quisieras salir con migo el viernes por la noche? Hay un concierto de tributo de Pink Floyd y pues pensé que Tal vez te gustaría venir... Entiendo si no quieres −dijo rascándose la cabeza. 

−Claro −dijo Bea sonriendo−. Me encantaría −dijo 

−Bien −dijo sonriendo− paso por ti a las 7 −dijo y se fue. 

Aunque la pizza que sus nuevas amigas habían pedido no era del agrado de Max se había comido ya más de 3 pedazos, y aun le cabían dos o tres más.

−¿puedo ofrecerles algo más? −Un mesero nuevo se les había acercado. Era el. Thomas Miller. Sus ojos se encontraron por un instante. Los ojos Abiertos de Max como platos y sin poder articular palabras desvió su mirada.

−¿Tom? −dijo Bow rompiendo finalmente aquel silencio que se había creado en la mesa−. No sabía que trabajabas aquí −dijo sorprendida.

−No es algo que me guste decirle a todo el mundo −dijo Tom−. Además, como cualquiera de ustedes necesito dinero −dijo finalmente.

−Claro −dijo Bow. ¿Por qué Max se había puesto tan nervioso con la presencia de Tom? Claramente estaba que no sentía nada por él. Era solo una persona más que había conocido el día de hoy. Además, era grosero, indisciplinado e irrespetuoso. No merecía ni el menor pensamiento de Max.

Abrió los ojos de par en par. ¿Dónde estaba?. Un bosque claro y frondoso estaba a su alrededor.

−¿Hola? −dijo, coloco su pelo detrás de su oreja y empezó a caminar, no sabía dónde estaba o a donde iba, pero tampoco podía quedarse ahí parada−. ¿Hola? −repitió de nuevo en busca de alguna señal de vida humana. ¿Dónde estaba? ¿Dónde había quedado su cuarto? ¿Cómo había llegado ahí?. Miles de preguntas rondaban su cabeza. El sonido de las hojas moviéndose la había hecho voltear. 

Nada. 

Había sido solo su imaginación, continuó caminando sin rumbo y al cabo de unos cuantos pasos escucho de nuevo el sonido seco de hojas y ramas quebrándose. Giro rápidamente su cabeza, pero no había nada. Una forma negra y pequeña paso rápidamente en frente de ella. Frenó en seco.

−¿Quién es? −dijo temblorosa−¿hay alguien? −preguntó de nuevo. La vio otra vez. Caminó lentamente hacia atrás, procurando estar ya a varios pasos de donde había visto ese bulto negro y comenzó a correr. Sin saber a dónde iba corrió sin más.

Crash.

Cayó al suelo con las hojas amortiguando su caída. Su tobillo. Un dolor punzante iba desde su tobillo hasta un poco más arriba de su rodilla. Se había roto el tobillo. Grito. Con varios intentos de levantarse fallidos, se dio por vencida, la oscuridad y el frío de la noche se asomaba, se acurruco entre unas hojas y ramas y quedo profundamente dormida.

Free ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora