La vida pasa lentamente para aquellos que poseen la vida eterna en su sangre, buscan eliminar el sentimiento de soledad que los inunda compartiendo su larga vida con otros, es así como con el tiempo las razas, la sexualidad o los gustos de los otros se vuelven insignificantes. Aquellos que sienten que la soledad los acecha se rodean de otros que sientan lo mismo, que buscan lo mismo.
La vida pasaba demasiado lento para aquella pareja que cada noche salía de su hogar. La soledad los invadía aún cuando estaban juntos pero el lazo que los unía era demasiado fuerte como para separarse, lo sabían... ambos lo sabían ya que habían tomado caminos diferentes hacía tanto tiempo atrás y cuando las cosas se tornaban gris, volvían a unirse como si nunca se hubieran separado.
Gakupo, fue convertido en vampiro y recibió la sangre eterna cuando estuvo a punto de morir en las guerras feudales en el Japón medieval. El código Bushido dictaba que el mayor honor para un samurái de su categoría era morir en batalla, pero temía... temía no poder ver a su hija crecer, temía no ver a su hermosa esposa envejecer junto a él... temía no volver a escucharla cantar nunca más. Gakupo no recordaba muy bien cómo o qué ocurrió luego de que un samurái enemigo le hiriese de muerte, solo recordaba haber levantado su brazo, sentir sus lágrimas correr por su rostro, el miedo y, luego, no sintió nada más.
Al despertar, era de noche y estaba solo en una casa vieja y vacía.
Bueno, realmente no estaba solo, había alguién cerca pero ese ser estaba tan débil que apenas podía sentir su respiración. Gakupo recordaba haberse acercado a ese ser y haberlo atacado, el olor a sangre le había despertado el apetito. Bebió hasta que ese ser débil, carente de fuerza y de alma dejó escapar el último suspiro. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, no podía soportar seguir con vida y aunque trató muchas veces de suicidarse, no podía morir. Hizo Sepukku más de una vez pero algo o alguien lo hacía volver a la vida y cuando asumió que no tenía escapatoria vagabundeó por el mundo por mucho tiempo.
Vio así cómo el mundo cambiaba ante él, cómo las cosas ya no eran como las recordaba. Olvidó el sol, olvidó el sonido que las personas hacían en el día, ahora solo podía recordar el bullicio de la vida nocturna y del rápido correr del ser humano de hoy.
Kaito, antes de convertirse en vampiro, era un muchacho alegre de ciudad, gustaba de rodearse de guapas muchachas y tenía una gran fascinación por los helados. Gustaba de probar de la vida igual que lo hacia con los nuevos sabores de los helados, sin embargo, temía que la vida no le alcanzara para realmente hacer todo lo que deseaba hacer, temía a la vida más de lo que la disfrutaba.
El muchacho recordaba que al salir de una bulliciosa fiesta, alguien que lo esperaba en el frío del invierno lo atacó para saldar ciertas deudas con él pero en el forcejeó Kaito cayó sobre la acera y golpeó su cabeza contra el duro cemento. No recordaba nada más que las caras de aquellos que lo rodeaban, los gritos dirigidos a su atacante que se dio a la fuga y después, el bullicio se volvió una oleada de sonidos que no entendía en absoluto. Luego, el silencio.
El silencio fue lo que más miedo le daba en aquel limbo de nada, pero al despertar el bullicio volvió a envolverlo y se dio cuenta que estaba en un oscuro lugar, en ese lugar había comida y sin pensarlo se la acabó. Mientras disfrutaba de esa deliciosa gula la luz dio paso al horror: un cuerpo humano. Eso era lo que lo estaba alimentando, era ya el cadáver de alguien que no conocía. Sintió nauseas pero no tenía nada en su estómago para vomitar.
Los ojos le dolían a causa de la luz, se sintió como se sentiría un monstruo al darse cuenta de su naturaleza y al mismo tiempo se sintió aun más humano que nunca.
Alejada de la charca de sangre que lo rodeaba, había una única silla utilizada de mesa y sobre ella había ropa de su talla, sin pensarlo se cambió de ropa y así salió al mundo exterior, el cual no había cambiado mucho pero había algo que si había cambiado y esa era su propia perspectiva de lo que veía.
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Saga. Imitation Black
FanfictionGakupo y Kaito están sumidos en la oscuridad de su naturaleza, solo un pequeño ser humano les devolverá la luz... lástima que solo ellos sean eternos. Fanfic publicado anteriormente en amor-yaoi.com bajo el pseudonimo de Shinkai Seiji