Kaito lo miraba sorprendido. Delante de pel estaba la persona a la cual estaba tratando de olvidar junto a la persona que más amaba en el mundo. Era imposible que luego de varios meses su amante de largo cabello morado se encontrara en la sala de estar, leyendo junto al joven muchacho rubio; era como si el tiempo hubiera retrocedido y le hubiese traido esa visión.
Sintió su corazón, ya destrozado, que latía deprisa ante aquella extraña visión del pasado, sin embargo, el sonido del reloj seguía escuchándose a lo lejos y el indicaba que el tiempo no había dado un giro extraño hacia el pasado. Abrió la boca para hablar, pero las palabras de agolparon en su garganta y solo pudo crear un extraño sonido.
Gakupo se levantó cuando lo vio y con una amplia sonrisa en su rostro se acercó a Kaito y lo estrechó entre sus brazos tal cual como lo hiciera antes de la llegada de Len, antes, que todo se hubiera vuelto oscuro.
-Me alegra que hayas vuelto, mira a quien he traido conmigo, estaba perdido en la oscuridad, pero míralo, es como si nunca se hubiera ido de nuestro lado.
El muchacho se acercó sin mirar siquera a Kaito. El vampiro de cabello azul se acercó a Len.
-Len, tú...
-Kaito, he vuelto.- Lo miró a los ojos y fue entonces que él se dio cuenta.
Aquel no era Len...
Sí, eran rasgos muy parecidos al muchacho, y su contextura tambien era parecida, pero sus ojos eran verdes y no color miel... aquellos ojos no tenían brillo, era como si no hubiese nadie dentro de él, era como una muñeca adaptada para tomar el lugar de aquel muchacho que tiempo atrás se había suicidado.
Kaito volteó hacia Gakupo pero este miraba a Len o a quien fuese con el reflojo de la locura en sus ojos.
"Pobre muchacho, quien quiera que seas, lo siento mucho"
-Gakupo... ¿Dónde encontraste a Len?-En el club donde cantábamos.- Sonrió mirando aun al muchacho.
-Gakupo, él no es... él no es Len.
-¿Qué es lo que dices Kaito? Mira. Len, ¿Quién soy yo?
El muchacho lo miró sin expresión en su rostro y con voz aguda tratando de asimilar el tono de voz del verdadero Len contestó.
-Gakupo.
-Len, ¿Quién es él?
-Kaito.
-Len ¿Quienes somos nostros?
-Son las personas que más me aman en el mundo. -El muchacho jamás miró a nadie a la cara.
El vampiro de pelo azul solo guardó silencio y se sentó en el sillón. El que Gakupo llegase hasta ese extremo solo era su culpa.
Tan desesperado había estado la mente de Gakupo que solo deseaba un sustituto para la persona que más amaba, si le decía la verdad sobre la muerte de Len ¿Acabaría con aquella locura?
Meditó un momento hasta encontrar exactamente la manera de decirlo.
Volvió su mirada hacia Gakupo y vio a aquel muchacho abrazando a Gakupo y besándolo como si él no estuviese cerca, el beso era realmete apasionado. Cuando se separaron, el pelilargo lo abrazó.
Kaito solo escuchó un pequeño murmuramiento y vio cómo su antiguo amante lo miraba sonriendo mientras metía sus manos por debajo de la ropa del muchacho.
El chico no dijo nada ni hizo nada.
Gakupo seguía mirando a Kaito mientras tocaba indecorosamente al muchacho. El pelilargo le quitó la ropa y lamió el pecho del muchacho que se había dejado caer en el suelo; le quitó la ropa interior y tomando el pene del sustituto de Len se lo llevó a la boca.
El muchacho comenzó a gemir.
Kaito se quedó paralizado. Jamás había visto a Gakupo comportarse de esa manera ¿Qué era lo que quería de él? Se sintió avergonzado al sentir que le apretaba el entrepiernas del pantalón. Vio los colmillos de Gakupo que succionaba apasionadamente la sangre del muchacho, el sustituto de Len gimió desenfrenadamente al sentir el palcer que aquella acción provocaba en los humanos.
Kaito sintió que su cuerpo ardía de deseos de poseer a cualquiera de los dos, pero la culpa era más grande y solo queria salir de aquel lugar pero cuando se intentó levantar se dio cuenta que el muchacho lo miraba.
Su cuerpo estaba debajo de Gakupo, tenía sus piernas separadas y el pelilargo claramente lo penetraba. El brazo de Gakupo hacia que parte de la espalda del muchacho quedase sobre el nivel del suelo y su cabeza caía hacia atrás casi sin vida mientras su cuello entregaba el alimento vital de Gskupo.
Los ojos de Kaito y del muchacho se encontraron y por un segundo, Kaito pudo sentir la angustía de él. Por un segundo el verdadero habitante de aquel cuerpo había aflorado pero ya Kaito no podía hacer nada... su deseo animal era aun más fuerte que su racionalidad.
Desabrochó su pantalón para aliviar un poco el dolor que le producía su erección, necesitaba aliviar aquella necesidad.
-Len, es hora de satisfacer a tu otro dueño.
Kaito levanto su cabeza para ver a Len que ya estaba a escasa distancia de él.
-Gakupo, no hagas esto.
El muchacho sacó el pene de Kaito y lo comenzó a lamer.
Clamente tenía que quitárselo de encima pero había pasado ya tanto tiempo desde que se había comenzado a satisfacer solo... y ese muchacho tenia habilidad...
Gimió.
Sintió la boca del muchacho en su pene, el leve roce de sus dientes, una pequeña mordida.
Kaito gimió de nuevo.
La lengua del muchacho era hábil y cerró sus ojos.
Sintió el inconfundible olor de Gakupo y una pequeña mordida en el cuello, su lengua recorrer desde la clavícula hasta el lóbulo de la oreja y otra mordida.
Vovlió a gemir pero esta vez abrió sus ojos y vió al muchacho de mirada vacía mirándolo mientras aquella sustancia lechosa caía por su rostro y el muchacho se limpió con el dorso de su brazo...
Kaito miró hacia donde venía el olor del pelilargo y lovio sonreir con aquel brillo de locura reflejada en su rostro y cayó en la cuenta de lo estúpido que era.
"No soy quien para juzgarlo, estoy tan corrompido como él."
Esa locura debía terminar.
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Saga. Imitation Black
FanfictionGakupo y Kaito están sumidos en la oscuridad de su naturaleza, solo un pequeño ser humano les devolverá la luz... lástima que solo ellos sean eternos. Fanfic publicado anteriormente en amor-yaoi.com bajo el pseudonimo de Shinkai Seiji