El autobús se detuvo, era hora de regresar a casa y los papas de todos mis compañeros estaban ahí, excepto mi padre y comencé a buscarlo, de pronto me topé con la sonrisa de Sergio
-Hey
-jajaja hola
-qué estás buscando?
-a mi padre, aún no llega
*suena el teléfono celular*
^Conversacion con mi padre^
-hija...
-qué pasa padre, te estoy esperando
-no voy a poder ir, vete con Yadira, después te explico
-pe...
*cuelga la llamada*
-qué pasa Fer?
-tengo que irme, ayúdame a buscar a Yadira
-para que?
-solo ayúdame
-ya se fue
-demonios!!!, necesitaba irme con ella, ahora a donde iré a dormir
-ven conmigo
-estas loco, no!!!
-entonces dime, donde dormirás esta noche?
-mm...
-vez, no tienes a nadie ven conmigo te llevaré a la casa de Yadira si quieres
-me vas a dejar en la casa de Yadira?
-si eso es lo que quieres...
-si, eso es lo que quiero.
Por alguna razón dudaba de si en realidad quería eso
-bien acompáñame, la casa está un poco lejos pero con gusto te acompañaré
Comenzábamos a caminar y yo pensaba en lo que había pasado en el autobús hace unos momentos cuando comencé a sentir demasiado frío, hacía mucho viento, todos los puestos que aún estaban abiertos cerraron sus cortinas y comenzaron a lanzar pequeños gritos al aire, Sergio me miró asustado y comencé a temblar sabía que algo muy malo iba a ocurrir
-Que rayos está sucediendo?!!
-No hay tiempo, ya no podemos llegar con Yadira, necesito que me sigas
-A donde vamos?
-Confía en mí...
Sus palabras me enternecieron el corazón, lo tome del brazo y comencé a caminar con el, por alguna razón eso me emociono pero trate de calmar ese sentimiento y continuar, prestando atención al lugar a donde íbamos, llegamos a una casa de ladrillo rojo y de dos pisos, yo por mi nerviosismo toque el timbre, solo querían que abrieran la puerta, sentía que en cualquier momento iba a salir volando
-No te molestes por eso, no hay nadie en casa
-como sabes eso?
-es mi casa, yo vivo solo
-creí que vivías debajo de un Puente (dije mientras recordaba cada una de las veces que repetía eso en clase)
- jajaja, bien, me descubriste dijo mientras abría la puerta con una llave y me ofrecía el paso
Enseguida pensé en negarme, y lo haría si no estuviera en las condiciones actuales así que simplemente pase lentamente, dudando de la decisión que tomaba; mientras pasaba, la puerta se comenzó a agitar por el aire y chocó contra la pared causando ruidos estruendosos y esto hizo que me asustara y pasará a la casa de un brinco sin pensarlo, él comenzó a reír y agacho la cabeza tratando de que no fuese tan notorio, pero claro que lo era, por lo cual me ruborice pero puse cara de enojada para tratar de realzar la poca dignidad que aún me quedaba, el trató de callar pero seguía con una amplia sonrisa en su rostro, simplemente pase y me negué a reír con el.
Entrando a la casa subió enseguida sin decir ni una palabra y regresó con un bote de ropa sucia, creo que fue a ordenar su cuarto, pues esta loco si cree que yo me quedaré en su habitación
-puedo usar tu teléfono
-buen intento
-que?
-adelante
Levante el teléfono y la línea estaba cortada por la tormenta, lo mire con enojo y él sonrió, mi mirada en ese momento no podía dejar de concentrarse en su boca, esos labios tan sensuales, como su lengua pasaba por sus labios haciendo que no solo estos se mojaran
-Fer!
-que, que?!!
-que estás haciendo
-de que?!! (Claro que sabía de qué hablaba pero no podía resistirlo)
-te estoy hablando y no me contestas
-(que alivio que no lo noto) mm... Perdón estaba pensando en Yadira
-Deacuerdo, deacuerdo, solo toma la cobija que está en el sofá y súbela a mi habitación, subiendo las escaleras primera puerta a la derecha
-para que?
-Pues supongo que ya estás cansada y quieres dormir, ya es tarde
-Jajajaja si, pero sería mejor que durmiera en el sillón
Se encogió de hombros y se despidió después de ayudarme a acomodar las cobijas
-gracias
-buena noche
Me tape con las cobijas pero sin poder dormir, no duermo en casas ajenas, menos si esta solo un hombre en esta
-bien, tranquila Fernanda, tranquila solo es la tormenta
Dije mientras me consolaba por que escuchaba ruidos en la cocina, justo detrás mío, me asomé, no había nadie, a menos que... Si es lo más seguro, de seguro Sergio me está haciendo una broma
-3:00am. Hora del demonio, es mejor que salgas ya Sergio
no encontré ninguna respuesta, había una barra justo en el centro de la cocina haci que la rodee mientras vigilaba con la luz de mi celular, la puerta detrás de mí se azoto, logre ver una sombra oscura, era un hombre alto, fornido y con buenos músculos, se acercó hasta mí, trate de defenderme, tome un cuchillo que estaba en la barra y él comenzó a reír, su risa era horrible, tomo el cuchillo empuñandolo con gran habilidad, estaba temblando, se acercó hasta mí para arrinconarme y lo logró, podía sentir su respiración en cada parte de mi piel, haciendo que está se erizara, pasó el cuchillo por mi mejilla hacia mi cuello y bajándolo lentamente, subiendo el cuchillo rasgo mi uniforme escolar, y abriendo una parte de pantalón, subió por la blusa y se acercó para besar mi cuello, por fin pude gritar, le di una patada en su pierna lo más duro que yo pude pero a él solo le causó gracia, me cargo tomándome por los brazos y me recargo en la la barra, cada patada que soltaba era cada vez más débil y no pare de gritar y escuche que bajaban las escaleras, voltee rogando que valiera la pena ese momento perdido, el chico de la capucha negra desapareció y corrí hacia la puerta para tratar de alcanzarlo o tratar de ver una característica más, comencé a gritar como loca, Sergio llego y lo maldije por qué el no llego antes la furia que estaba contenida en mí era horrible, lo tome por la camisa y comencé a golpearlo en el pecho mientras lloraba y sollozaba, lo único que repetía era
-eres un maldito cerdo, aléjate de mi!
No podía parar de llorar, mi ropa se desprendía de mi cuerpo pero yo estaba muy asustada para preocuparme por eso,Sergio tomo de las muñecas y me orilló hacia la pared haciéndome quedar totalmente con la pared, puso sus brazos a cada lado de mi cabeza evitando que yo escapara de ahí, lo patee en sus partes íntimas pero eso solo causó que se agachara y apretara más sus brazos haciéndome imposible escapar de ahí, cuando se levanto simplemente dijo:
-Disculpa, no quería que todo esto te pasara, Fernanda tranquila estás bien, yo te estoy cuidando
-No me cuidaste cuando más te necesite
-Quería pero alguien me detuvo
-que quieres decir con eso
-no es momento de je lo sepas ahora, Fernanda, confía en mí
-dime, por qué diablos podría confiar en ti?!!
-por qué yo te amo!!!
Me limité a hacer un río de lagrimas corriendo por su pecho, mientras lo apretujaba contra mí y susurraba
-no me sueltes... No ahora, por favor
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Hola chicos hermosos, espero que les esté gustando la historia, déjenme sus comentarios 🙊
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Sentimiento Letal
Teen FictionFernanda es una chica común y corriente hasta que al entrar a una nueva escuela se encuentra con Sergio, un chico totalmente diferente a ella. Envuelta por la atracción y el deseo decide hacer cosas inimaginables, pero ambos corren un gran peligro...