3. El pasado te marca y es difícil recuperarte.

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Al visitar mi familia materna todos notaban y alagaban mi manera de sentarme, comer, caminar, incluso mi forma de actuar, ellos creían que era una mujer nueva, lo que no sabían es que era una mujer domada, yo también pensaba que era bueno el modo en que él me transformó y que era necesario.

Mi mamá al poco tiempo enfermó, ella le pidió a mi papá que me dejara con ella en Bogotá antes de que él se fuera a Cartagena ¿esa fue mi salvación? No, aún no.Regresé con mi mamá y mi hermana menor, ya no peleábamos, mis tareas del hogar los hacia muy bien, tampoco peleaba con mi hermanita; tuve que esperar a que el año escolar terminara para poder ir el siguiente al colegio. 

Cuando regresé a estudiar fue bastante difícil acoplarme pues tenía la autoestima por el piso y llena de complejos que antes no tenía "gracias padre", me vestía con faldas largas, blusas que me cubrieran la cola y ropa olgada, en pocas palabras parecía una anciana, y tenía la absurda idea de no besar alguien hasta el matrimonio, así duré un año.

En ese mismo año escolar por mi falta de carácter empecé a ser blanco de bromas y burlas ¡si, otra vez! Me criticaban por varios motivos, de nuevo me descuidé con mi aseo y mi presentación personal, olía mal, el uniforme me quedaba horrible pues la tela era un asco que se llenaba de motas y la falda era difícil de planchar; me tenían por ser "dormida", que si me sacaba una buena nota ellos le peleaban al profesor porque no me la merecía, a veces me quedaba dormida en el colegio porque en las noches me dormía muy tarde aunque me acostara temprano pues oía muchas voces en mi cabeza que me  atormentaban; cuando intentaba aportar en un trabajo en grupo no me dejaban o me decían que lo hacía mal, y a la hora de calificar decían que yo no hacia nada; llegué al punto de no querer hacerme con nadie y hacer las cosas yo sola y le cogí fobia al trabajo en grupo. No se imaginan cuantas veces me dejé pisotear para que se les quitaran la rabia hacia mí y jamás logre nada bueno.

Ese séquito que me jodía la vida era dirigido por la auto proclamada princesa Laura, un día ella faltó a clases y estábamos sin profesor, ellos estaban tomándose fotos y compartiéndolas, y yo como cosa rara estaba alejada de todos, recostada  en el pupitre a punto de estallar, pero me controlaba.

-despierta – dicen varios mientras me golpeaban en la nuca.

- estoy despierta- respondí fastidiada

-que despiertes- dijeron unas chicas al voltear el pupitre para tirarme al suelo

Me levanté de la silla antes de que esta callera y siguió derecho contra el piso.

- ¿qué les pasa?¡no les he hecho nada! - dije gritando con todas mis fuerzas.

Como respuesta a mi pregunta una de ellas se ríe en mi cara; esto me enfureció aún más, le di una patada al puesto y boté la mesa del profesor y para terminar de estallar grité con todas mis fuerzas, sabía que estaba quedando como una loca, pero no me importaba, ya no aguantaba más, ya había soportado mucho dolor por todos estos años por otras personas y de la misma vida. Lo que no sabía era que había sido grabada; en esas viene una profesora trata de calmarme y me lleva a coordinación para que escribiera una declaración de lo sucedido; lo único que quería era llorar liberarme de toda esta basura que había guardado.

Mientras escribía en esa hoja, se me acerca una de las chicas que intentaron hacerme caer para pedirme perdón.

- ¿hola, como estas? - dijo de manera hipócrita

Mal- dije secándome las lagrimas

-no me esperaba esa respuesta- dijo un poco sorprendida

-(silencio)

-perdóname, jamás creí que eso fuera a suceder- me decía mientras me tomaba de la mano

- ¿Qué creías?, que  me iba a dejar caer y luego recoger todas mis cosas como una perra sumisa? - respondí con mucha rabia

-sí, eso creí y lo siento- decía con falso arrepentimiento

- ¿por qué lo hiciste? - le pregunte queriendo que me respondiera mirando a los ojos.

-por qué me siento demasiado presionada, siento que debería agradarles en todo a ellos en todo momento- decía con lágrimas en sus ojos

-a mí me pasa igual, pero yo no te haría eso- respondí soportando las ganas de llorar.

Terminé la declaración y me fui a mi casa, en el camino me encontré al hermano de Julián no le conté lo que había sucedido, hablé con él un rato y seguí mi camino. Llegué a mi casa y estuve a punto de cortarme de nuevo ,pero no lo hice pues le habia prometido a Dios no volverlo a hacer. Al día siguiente varios profesores tomaron represarías contra ellos y ahí quedó el asunto.

Al paso de los días regresa de Cartagena "mi mejor amigo", y duró casi todo el año tratándome de convencerme de que fuéramos novios o que nos besáramos sin compromiso alguno, pero como yo lo hacía pues creía  en eso de besar solamente a mi esposo, también intentaba que yo me vistiera de una manera más moderna y normal. Una noche estábamos hablando en las escaleras del conjunto cerrado en el que vivía y se apagó la luz y él se lanzó hacia mí a besarme, yo intenté alejarme, pero las ganas de "pecar" me dominaron, después de ese beso nos volvimos novios y duramos 3 meses, me empecé a vestir normal y a actuar mejor, mis complejos fueron reduciéndose, pero nunca desaparecieron.


LA HISTORIA QUE SÓLO TÚ Y YO SABEMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora