CAPÍTULO III

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Ese día fue la primera vez que probé sus labios y no la primera que me dejaba con las ganas de seguir. A medida que pasaba el tiempo, me permitía empezar a conocerlo mejor y cada día que pasaba yo me enamoraba más de él. Era un sentimiento tan profundo que se llegó a meter dentro de mi cuerpo y jamás ha salido.

Pero volvamos a la historia.

Pasaron dos días desde la última vez que lo vi y ya estaba emocionado por volver a verlo y sentirlo tan cerca de nuevo.

Cada noche soñé con él y su mirada, haciéndome recordar los pocos momentos que había pasado a su alrededor y decidí que la próxima vez no me dejaría llevar por sus indomables encantos, que le preguntaría sobre él y su vida. Las ganas de conocer a Harry a fondo eran inmensas.

Esa noche bajé a cenar con mis padres, ya que habían decidido que querían saber más cosas sobre mi día a día y que les daba la sensación de que no teníamos una buena relación. No pude evitar carcajearme ante el comentario de mi madre y es que sí, yo quería a mis padres, pero sentía una gran indiferencia por ellos.

Por eso me encontraba ahí sentado con mis padres, alrededor de la gran mesa de comedor, comiendo una ensalada bastante sosa para mi gusto (pero vamos, las ensaladas solían ser siempre sosas).

Mi madre me lanzó una sonrisa amable y yo se la devolví. Aunque no tuviera mucha relación con ellos, seguían siendo mis padres y se merecían mi respeto. "¿Qué tal está siendo tu verano?" Me preguntó mientras rebuscaba en su plato.

"Bien, bastante normal" respondí haciendo un gesto con mis hombros.

Me reí en mi mente, este verano no estaba siendo para nada normal. Había salido de fiesta con mis amigos, había conocido a un chico sumamente atractivo, casi tengo sexo con él y no paraba de pensar en eso.

"Zac ha estado esta mañana aquí" comentó i padre haciendo que levantara mi cabeza de la mesa y le mirara con confusión. Zac era uno de mis mejores amigos y había estado presente en aquel bar cuando Harry había comenzado a besarme el cuello. Mi ceja izquierda fue alzada y con un gesto le pregunté qué quería decirme. "Nos contó que un chico rizado... había intentado violarte una noche y que desde entonces estás muy ausente"

Maldecía a toda la familia de mi amigo, no entendía cómo podía venir aquí y decirles semejantes mentiras a mis padres. Harry no había intentado violarme ni mucho menos, pero cómo contarles lo que vio. Pensé en matarlo de diferentes formas posibles, hasta que al final negué con una sonrisa en el rostro.

"No intentó violarme-"

Mi padre me interrumpió inmediatamente. "No quiero que te avergüences, Louis. Somos tus padres y si necesitas decirnos quién fue ese chico dínoslo y lo denunciaremos. Seguro era un jodido hippie de esos" dijo subiendo el tono de su voz a medida que avanzaba en la conversación.

"No te preocupes, papá. Estoy bien"

No quise decirle que en realidad fui yo quien se acercó al rizado, porque me daba miedo. En ese entonces la sociedad no tenía bien visto que a una persona le gustaran las personas de su mismo sexo. Mi padre asintió y me volvió a repetir que si volvía a ver al chico que se lo dijera que él mismo le patearía el trasero.

Después de terminar la cena y tener una conversación bastante incómoda con mis padres, me levanté de la mesa y les dije que saldría. Ellos no me negaron nada y me dejaron ir en paz a la fiesta que tenía previsto ir con mis amigos. Aunque esta vez ellos no estarían presentes, ya que no les había dicho que iría al bar.

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⏰ Última actualización: Feb 02, 2016 ⏰

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