-No soy un cobarde!
Grito muestras guardo el celular, pero lo mas importante ¿Como fue que obtuvo mi número?. No creo que lo adivinara, pensar eso es bastante estupido. A menos que...
-Diablos!! Debe esta por aquí.
Por mucho que me esfuerzo no esta, debí suponerlo, ese bastardo robo mi cuaderno de dibujo, debo recuperarlo no solo tiene dibujos también números telefónicos y mi D-I-R-E-C-C-I-O-N... Mierda la puerta.
Salgo corriendo tropezando con todo, llego a la puerta y colocó el seguro. Suspiro pero aun recuerdo que no he tomado en cuenta la posibilidad de que allá entrado mientras estaba en la cocina. Una sensación de calor invade todo mi cuerpo, mi respiración se vuelve más pesada, mis músculos se tensan y el pánico comienza a invadirme.
-No! No, no.
Me niego a creerlo de ser así ya me hubiese atacado, a menos de que su plan fuese aún peor. Calma Haru, calma respira -fuuu- piensa bien en lo que dices debe haber algo que estas pasando por alto.
-Hahaha! Pero que miedoso soy.
Digo mientras quito el seguro de la puerta.
-Claro el no puede estar aquí, ese cuaderno tiene mi dirección anterior es imposible que sepa donde vivo, verdad? A menos de que el me halla seguido...
Así de rápido como me calme el pánico me volvió a invadir al pensar que me habían seguido y estaba justo afuera esperándome. Tomo el picaporte de la puerta con todas mis fuerzas, respiro tratando de calmarme, cuento hasta tres y abro la puerta de forma brusca solo para encontrar que al otro lado no había nadie, echando un vistazo hacia ambos lados y después de reflexionar un poco logró sentirme mejor.
Después de una horas y una muy buena comida mientras me encuentro haciendo mis tareas escucho de nueva cuenta mi celular.
5:15pm
*beeb, beeb*
-he? Quien sera a esta hora?
Leo el mensaje solo para darme cuenta de que es otra amenaza de muerte.
-Idiota.
Durante el resto de la tarde no dejó de recibir mensajes uno tras otro con amenazas, finalmente con el caer de la noche, me decido a apagar el teléfono para lograr dormir pues necesito descansar.
6:00am
Otro día mas de escuela, viéndolo del lado amable no veré al estúpido de Arturo ni a su amigo por una semana.
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+Llegamos.
-Gracias, te veo al rato.
+Cuidate.
Desciendo del auto cuando.
-Mierda!
Digo en voz baja.
Esos sujetos me estaban esperando, acaso sus padres no se preocupan por ellos, comienzo a caminar rápidamente y una vez dentro de la escuela puedo observar como se aleja el auto de mama. Bueno creo que lo mejor sera no preocuparme ya se me ocurrirá la manera de escaparme a la hora de la salida.
Ahora en el salón puedo escuchar de nuevo los murmuró, cual si fuese sordo o ignorante no dejan de hablar acerca de mi y todo lo ocurrido el día anterior, pero que les pasa? acaso no se cansan.
~Me sorprende que sigas aqui.
-He?
Otra vez ella?
~Bueno supongo que gane.
-A que te refieres?
~Sofi y yo apostamos a que hoy no estarías aquí. Bueno yo aposté a que si vendrias y por lo visto acabo de ganar.
-Ya. Bueno y esto me involucra a mi por que?
~Quisiera saber como lograste salir vivo?
-Pues veras la verdad es que yo...
+Salio corriendo el muy cobarde.
Dice alguien más interrumpiendome.
De quien es esa voz? Nunca antes la había escuchado. Volteo y me encuentro con un chico delgado, cabello castaño y mas alto que yo. Parado detrás de mi apenas a unos cuantos pasos de distancia.
+Maricón.
-Imbécil!.
Respondo de manera casi automática ante su insulto. La sangre me comienza a hervir, un calor recorre mis mejillas y comienzo a cerrar los puños.
