6. El Rey de los Peleadores

14 0 0
                                    

Un vaso rompiéndose, una madre furiosa por que piensa que estaba atacando a su hija y unos desgraciados escuchándolo todo. ¿Que podría ser peor?

~Mama espera¡¡¡

-¿Quien carajo eres? Mas te vale salir corriendo de aquí antes de que...

~Mama por favor déjalo.

Me levante y salí corriendo de esa casa sin embargo cuando salí lo primero que me encontré fue al desgraciado de Arturo en la puerta, cara a cara, estaba esperándome por que al parecer escucho los gritos. Pum¡¡¡ así sin mas recibí un puñetazo seguido de otro que apenas y alcance a divisar debido a que el anterior me había dado en el ojo, apenas y me dio tiempo de reaccionar para regresarle un golpe, moviéndome por inercia yo daba un golpe por cada dos que me propinaba  el imbécil de Arturo. Cuando por fin logre esquivar uno de sus golpes escuche como a lo lejos se acercaban personas, si, los amigos de Arturo. Empuje con todas mis fuerzas a Arturo que se encontraba delante de mi, para mi suerte el cayo y comencé  a correr nuevamente.

Una eternidad después logré perderlos y al poco tiempo llegar a casa, entre al baño y me mire al espejo. Mi ojo izquierdo empezaba a inflamarse, tornándose de un color rojo intenso, la nariz me sangraba y tenia el labio partido, enjuague mi rostro, detuve el sangrado nasal y coloque un bote de helado en mi ojo ya inflamado. 

-Valla si que doy asco.

Dije mientras me miraba al espejo. no podía creerlo ahora no solo debía cuidarme de Arturo y su banda, si no que también la mamá de Diana me odiaría, si quedaba alguna posibilidad de arreglar ese mal entendido esta se había extinguido en el momento en el que salí corriendo. al día siguiente me levante algo tarde, me fui sin desayunar no sin antes percatarme que mamá no había llegado a casa, esto no me preocupaba tanto, había días en los que el trabajo la mantenía ausente, pero por si acaso deje una nota diciéndole que me llamara en cuanto llegara.

Ya en la escuela solo podía sentir el peso de la mirada de todos, desde los prefectos que cuidaban la entrada hasta la de Diana que por alguna razón (creo yo que era mas que obvio cual era el motivo) no me dirijo la palabra. Así transcurrió la mayor parte del día, hasta que observe un boletín muy curioso que encontré tirado por el piso.

"El rey de los peleadores"

¿Te crees lo suficientemente bueno en The King of figthers"? ven y concursa. Demuestra que tienes lo que se necesita para ser el Rey de los peleadores.

Grandes premios a los tres primeros lugares.

1er lugar. $500 pesos y una gabardina marca Arakawa traída directamente de Japón.

2do lugar. $250 pesos y una camiseta oficial de nuestra sucursal "3 hits"

3er lugar. $100 pesos y una mascara que cubrirá tu cuello, boca y nariz durante el invierno.

Inscripciones sin costo alguno en nuestra sucursal. 

Ven y demuestra que eres el mejor.

Esto me levanto algo en animo pues ese juego era de mis favoritos y desde que había llegado aquí no jugaba, así fue como decidí inscribirme en aquel torneo. Durante la hora de salida ni Arturo ni su banda se aparecieron, al parecer creyeron que no tendría valor de pararme cerca de la escuela pero se equivocaron. Mientras me dirija a casa poco antes de llegar apareció frente a mi Diana.

~Hey Haru¡¡ Disculpa a mi mama por lo de ayer, estaba muy espantada por culpa del vaso que tire.

Bueno ahora tiene sentido el por que se callo aquel vaso.

~En verdad lo siento, me dijo que fueras para que se pudiera disculpar por lo de ayer.

-Perdón pero no creo que sea muy buena idea ir a verla (ademas de mis golpes no tenia ganas, un torneo me esperaba) dile que no se preocupe que ya sera en otra ocasión. 

~Esta bien, oye sobre lo que te iba a decir ayer pues...

-Ha sobre eso? no te preocupes si no quieres responder no impor...

Le dije muestras me daba vuelta, pero ella tomó mi brazo y al igual que el día anterior, no me percate de en qué momento se había acercado tanto, baje la guardia y ahora nos... nos... estábamos


BESANDO...

SuprimidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora