Capitulo 19 - "Casualidad o causalidad"

693 34 18
                                    

Ya no habían ganas de nada, ni siquiera de jugar un simple "picadito" con los amigos del barrio. Ese avión que cruzaba la cordillera era el más triste de todos, nuevamente a Argentina llegaban solo unas malditas medallas color plata con el segundo puesto tallado en ellas.

-Leo- susurro su mejor amigo y lo movió para despertarlo -Ya llegamos-

-Kun, no hay nadie- respondió el 10 tristemente al ver la pista totalmente vacía

-Son las cuatro de la mañana, toda la gente duerme- contestó el morocho y abrazo a su amigo que nuevamente comenzaba a llorar -Tranquilo Leito, tranquilo-

-Gracias amigo- respondió el mayor y se limpió rápidamente las lágrimas -Te juro que no me puedo sentir tan mal, me quiero ir de acá ya- exclamó el 10 mientras sacaba sus mochilas de las cajuelas del avión

-Yo también, no veo la hora de ver a Benja- respondió el más chico y comenzaron a bajar del avión -Ojalá me lo pueda llevar unos días de vacaciones-

-Ojalá negro, suerte- le susurró el 10 y luego se colocó los auriculares para así desconectarse totalmente del mundo

(...)

"Por fin" susurro el 10 justo antes de subirse al avión que lo llevaría a sus tan esperadas vacaciones luego de una mitad de año agotadora que había tenido muchísimas alegrías en sentido clubes consiguiendo el triplete en Europa pero también tristezas con la selección perdiendo nuevamente una final.
El destino al que se dirigía el mejor jugador del mundo era una isla paradisíaca en donde pensaba liberar todo el estrés que venía acumulando ¿Y que mejor que hacer eso con la gente que uno quiere? Por esto y muchas otras cosas Lionel había llevado a toda su familia con el. Pero aunque estuviera con toda la gente que él amaba algo faltaba, mejor dicho alguien faltaba, si, Melanie "su" morocha.

-Amor ¿Vamos a la pile?- preguntó Antonella y salió del tocador con su traje de baño puesto que, aunque estuviera embarazada, le quedaba genial

-Primero voy a ir un rato al gim, pero después voy para allá ¿Bueno?- exclamó el 10 y tomo su celular junto con sus auriculares

-Dale gordo, nos vemos- respondió la morocha con una sonrisa y antes de tomar a Thiago en brazos le dio un gran beso a su marido -Te amo- susurro la joven cuando se separaron

-Yo igual- contestó él 10 con una sonrisa y seguido de esto la morocha desapareció de esa habitación junto con su hijo

El morocho arreglo un poco su cabello y luego se dirigió al gimnasio. Cuando llegó a este, comenzó con un poco de caminadora y luego de pasar los 10 minutos algo tocó su espalda haciendo que se asuste y casi se caiga del gran aparato.

-Che tene cuidado no sea cosa que lastimes esa zurda prodigiosa- dijo riendo una voz que Lionel conocía a la perfección

-Ni en las vacaciones me dejas tranquilo vos- respondió el 10 y abrazo cálidamente a su amigo

-Nunca Leito- exclamó el joven morocho de Rosario y también mejor amigo del 10 con una gran sonrisa

-Juancito, lo que te extrañe boludo pero ¿Que haces vos acá?- preguntó el mejor jugador del mundo muy sorprendido

-Fácil, vine a pasar las vacaciones con mi mejor amigo- contestó él joven muy tranquilo y volvió a abrazarlo

-Jodeme- exclamó el morocho y sonrío -Tremendo boludo-

-Olvídate, dos hombres casados y con hijos, la rompen- respondió el joven riendo y los dos comenzaron a correr en las caminadoras -Che y ¿Qué onda lo de las fotos?- preguntó el morocho que obviamente sabía acerca de Melanie y todo lo que había sucedido

Enamorándome del enemigo (Lionel Messi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora