Capitulo 18 - "Finales desiertas"

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-Por suerte ni te quiero- susurro el 10 cuando se separaron y tomó la cara de la joven entre sus manos

-Yo menos- respondió la morocha riendo y acortó la distancia que había entre ellos para luego besarlo

Los jóvenes estuvieron así unos minutos pero se separaron porque escucharon un fuerte ruido que provocó que Melanie se asustara.

-Ay la puta madre- gritó la morocha y el joven comenzó a reírse -Basta tonto, no te rías que me voy- amenazo y se levanto del banco

-No te vayas- respondió el morocho y la tomo del brazo para luego sentarla en sus piernas -No me río más-

-Mejor así- exclamó la joven con una sonrisa y volvió a besarlo -Pero para- dijo la joven y se separó bruscamente de el -No creas que me olvide de tu nuevo bebe-

-Uy dios Melanie, deja de pensar en eso del bebé- respondió el 10 con un tono no muy bueno, estaba arto de los planteos de la joven

-¿Cómo queres que deje de pensar en eso sí mientras vos estás acá chapando conmigo tú mujer está en España con una panza de veinte por veinte?- a medida que hablaba el tono de su voz iba subiendo

-¡Basta Melanie, para con eso de una vez por todas por favor!- gritó el 10 y se agarró la cabeza -Arto estoy de todo esto, quiero despejarme dos minutos con vos, que estemos tranquilos, que no discutamos y vos me venis con eso, la puta madre- siguió descargándose el 10 y estuvo a punto de quebrar

-Perdón gordo- susurro la morocha y lo abrazo -Es que no se, no me puedo contener, siempre hablo de más, perdón- se disculpó la joven y el 10 largo las lágrimas

-Es que no entendes, ahora con esto de la selección todo el mundo me critica, me dicen pecho frío, que no siento la camiseta, que no juego como en el Barcelona, que no canto el himno, que no quiero a mi país, que mejor me vuelva a España, y te juro que eso me hace mierda, no puedo más con esto- respondió el 10 mientas lloraba y esta comenzó a acariciarle el pelo

-Tranquilo Leo, no te preocupes, no los escuches, vos tenes que hacer oídos sordos y jugar, divertirte, como cuando eras chico- susurro la morocha y el 10 no le respondió nada, solo lloraba -A ver para, mírame- la joven levanto la cabeza de su amante y lo miró fijamente a los ojos -No llores más mi vida, quédate tranquilo que esto ya va a pasar, acordate que en unas semanas vas a estar festejando en el avión volviendo a Argentina con la Copa- susurro la joven y le limpió las lágrimas para luego volver a besarlo

-No me dejes- susurro el 10 y la abrazo más fuerte

-Nunca Leo, nunca- le respondió suavemente la joven y le dio un beso en la cabeza

(...)

Los días de Lionel habían mejorado notablemente desde ese encuentro con la joven y ahora estaba de muy buen humor. Eso también se había notado en las canchas ya que Argentina había llegado a la final de la Copa América a puro esfuerzo y corazón, ganándole a grandes selecciones como eran la Colombia de Pekerman y el Paraguay del gran y único Ramón Díaz; solo faltaba un pasito para poder lograr el objetivo y tener la gloria de ser el gran campeón de América, pero como todos dicen lo bueno dura poco y eso justamente le iba a suceder a la selección Argentina y por lo tanto también al mejor jugador del mundo.

-¡Dale Leo!- le gritó Serio Agüero a su amigo mientras esté hacía unos trabajos de pelota

-¡Rómpelo el arco enano!- le gritó Garay a su amigo que estaba frente al arco por patear un penal

Enamorándome del enemigo (Lionel Messi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora