Cuarenta y Tres.

362 39 1
                                    

Quedé en blanco, mis piernas tiritaron y mis ojos se dilataron, lloré, no solo eso, también sentí por primera vez que el corazón me lloraba, corrí hacia él, pero las personas me alejaban diciendo que estaba en mal estado, no escuchaba, gritaba como loca, esto no podría estar pasando, que fue lo que sucedió, muchas cosas pasaron por mi cabeza, gritaba el nombre de Lean, pero en mi garganta había un nudo, que no me dejaba ni respirar ni hablar, la ambulancia llegó y lo subió al auto, insistí hasta que me dejaron subir con él, estaba desesperada, no dejaba de tiritar, los para médicos comenzaban a hacer masajes de reacciones cardíacas en el pecho de Lean, hasta que lograron reanimarlo, llegaron al Hospital y sacaron la camilla rápidamente llevando y alejando de mi a Lean...

Salí rápidamente y quise entrar pero la enfermera dice lo típico que a cualquiera desespera:


- Debe esperar acá.- Y se marchó.


Grité y lloré, me dio igual que la gente me mirara, ¿Es que acaso les parece raro llorar por alguien que uno ama? ¿Y que tiene el riesgo de morir y yo haberlo ignorado? No podía todo esto contra mi, en ese momento. 


Pasaron 8 horas y nadie salía, ya todos se habían ido, era la única sentada en aquel pasillo blanco del Hospital, me sentía vacía y aún temblaba, en ese momento alguien abrió la puerta, era un gran hombre con una bata blanca, de inmediatamente me puse de pie y fui con él.


- ¡Hable ya!- Le dije samarreandolo.


Él dio un suspiro y me sonrió.


- Salió todo bien.-


En ese momento mi corazón dió un bombeo tranquilo, mi cuerpo se sintió tan liviano que sentía que flotaba.


- En ... serio ...?-


- Si ... Pero ...-

TsundereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora