Capítulo 3. Sin lágrimas

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Narra Melanie:

Salimos de la piscina, o, mas bien, el me ayudó a salir.
Me repetía interiormente que sí me arrepentía de haberlo besado. Aunque ese beso no estuvo nada mal. . . ¡Pero qué digo! ¡Si, estuvo mal!
Tenía frío y Alex me tapó con el toallón que estaba en mi bolso. Se sentó junto a mí. Me abrazó.

Luego parecía que tomé conciencia de lo que hice y reaccioné.

-¿Alex te das cuenta de lo que acabamos de hacer?-. Dije en un tono de sermón pero calmada.

-¿Y no te gustó?-. Dijo sonriendo.

-Sssi...digo ¡No!-. Dios, estaba tan confundida. -Se cagó todo. Lo arruinamos. Me temía que esto pasara. Lo sabía. No debimos habernos besado-.

-¿Que tiene? Hace de cuenta que no paso nada y listo-.

-Cómo si fuera tan fácil. . .
Dije mientras corría sus brazos que rodeaban a los míos. -Haceme un favor y traé algo para beber, yo mientras me iré a cambiar-.

Nos alejamos y mientras yo iba a cambiarme de ropa solo pensaba en el beso. Eso que fue tan mágico.
Entré al baño, me quité lo que llevaba puesto, me volví a colocar mi remera, mis short, mi camisa y zapatos.
Salí del baño y fui a buscar a Alex.

Él estaba ahí, en la mesa de comida, se veía feliz hablando con. . . ¡¿Con London?!
Él sabía que yo la odiaba. Pero no pude evitar sentir algo parecido a los celos.
Celos de que se esté riendo con otra persona que no sea yo.

Así que me hice a un lado y espié su conversación.

Mientras trataba de escuchar sentí que alguien me tocó la espalda. Me di la vuelta. Era Addy.

-Hey, Mel, ¿qué estabas haciendo?-. Me dice alegre y curiosa.

-Nada. Addy necesito que por favor me dejes sola-.
Y mientras Ad me hablaba yo trataba de ver qué onda Londom y Alex.

-Si bueno, pero necesito hacerte una pregunta rápido Mel, por favor-.

-Ad, no, ahora no puedo-. Dije desesperada.

-Mel, dale, te necesito-.

Me di la vuelta para responderle a Addy.

-Ay, bueno Addy, esta bien, qué-.

-Pues necesito saber si el vestido que tengo puesto te gusta, porque me encontré con Kate y dijo que. . . -.

La interrumpí.

-A ver si entendí. ¿Me molestaste solo para saber si me gusta tu vestido?-.

-Si. ¿Qué tiene?-.

-Ad, si no desaparecés en los próximos tres segundos juro que te mataré. Uno . . .D. . . -.

-Ay, okay, me voy-.
-Debe estar en sus días-. Dijo mientras se alejaba.

Me di vuelta nuevamente para observar a Alex y. . . ¡¿SE ESTABAN BESANDO?! ¡Le sacó los ojos de encima por unos segundos y besa a London!
Estaba boquiabierta.

Giré bruscamente algo enfurecida. Busqué mi bolso que estaba tendido en el suelo a un lado de la reposera. Y me fui hacia la puerta.

Quería evitar sentir que reaccioné mal porque me gustaba Alex. ¡pero eso no es verdad! ¡no me gusta!

Salí por la puerta y una lágrima se escapaba por mi ojo. La limpié rápidamente antes de darme cuenta que estaba llorando.

Caminaba mientras mantenía la cabeza hacia abajo.
Escuché unos pasos detrás de mí. Unos pasos que me seguían; pero los ignoré y seguí caminando de vuelta a mi casa.
Esos pasos seguían siguiéndole hasta que se acercaron bastante a mí.
Sentí que alguien me tomó del brazo, me frenó y me volteó.
Yo seguía dirigiendo mi mirada al suelo.

-Hey Mel, ¿qué pasó que te fuiste sin avisarme?-.

-Nada, dejame sola-. Respondí con un tono triste.

-Mel, ¿Qué pasó? ¿Porqué estas así? ¿Por lo menos podes mirarme?-.

Alcé la mirada.

-Te vi Alex, te vi. Besaste a London-.

-¿Qué? No pero Mel . . . -.

-Pero Mel nada, la besaste y no tengo que darte explicaciones de por qué estoy así-. Dije casi llorando y enfada.

-Mel, pero . . . -.

-¡Basta! Dejame sola; quiero irme a mi casa-. Comenté en un tono mas calamada.

Me alejé de él y lo deje atrás. El parecía sorprendido de mi reacción.

¿Pero qué pretendía? ¡Me besó y luego besó a London! Toda la confianza que teníamos desapareció en un maldito segundo.

Narra Alex:

-No me arrepiento de besarla- seguí diciéndome todo el trayecto hasta la mesa de comidas.

Mientras estabas allí escuchó una voz que pronuncia mi nombre.

-¿Alex? ¿Alex Brown?- Se escuchó desde unos metros de distancia.
Era la voz de una chica. ¡Oh mierda! Era London, mi exnovia; quién por cierto odiaba a Melanie al igual que ella a London. Era un odio mutuo.

-¡Hey Alex! Tanto tiempo . . . -. Saluda ella.

Me giré y con mi cara de agrado ante la sorpreda respondí.

- London. ¡Qué sorpresa!-. Dije con una sonrisa falsa en mi rostro.
- ¿Qué haces acá?
Digo no, porque que yo sepa no te llevabas bien con Addy-.

-Ay querido, es que con Addy ahora somos amigas, ¿No te dijo?-.

-Mmm no, la verdad que no-.

-Okay, en fin, solo pasaba por aquí y quería saludarte. ¿Sabés qué? Aún te extraño Alex, quería decirte-.

-Si, em London, no creo que sea un buen momento asi que después hablamos, ¿te parece?-.

-Em, Alex amor, creo que no me entendes-.

Amor ¿Qué? Si no somos novios.
Y se abalanzó sobre mi y me besó.

La tome de los hombros y la quité.

-¡London! ¡¿QUÉ HACES?! -.

-Beso a mi novio, ¿Qué no puedo?-

-¡No! Ya no somos novios. Dios necesito encontrar a Mel. ¿La has visto? -.

-¿Mel? ¿Melanie Robbins? Ay a esa sí que la odio-.

-Pues qué mal, debo irme-.

Le dije mientras me alejaba -Loca- susurré.
Ahora ¿dónde esta Mel?

-Hey Ad ¿viste a Mel por algún lado?-. Le grité de paso que me la encontré.

-Em si, salió corriendo triste por lo que se veía, hacia la puerta. ¿ Por?-.

-Nada, gracias-.

Qué raro, se fue sin avisarme. Ansa a saber que le pasó.
A menos que . . . ¡mierda! Me vió cuando London me besó.

Salí y la vi caminando rápido rumbo a su casa, traté de seguirla hasta que la alcancé. La sujete de sus brazos.

-Hey Mel, ¿qué pasó que te fuiste sin avisarme?-.

-Nada, dejame sola-. Respondió con un tono triste.

-Mel, ¿Qué pasó? ¿Porqué estas así? ¿Por lo menos podes mirarme?-. Pregunté preocupado.

Alzó la mirada.

-Te vi Alex, te vi. Besaste a London-.

Mierda, lo sabía, debía explicarle.

-¿Qué? No pero Mel . . . -. Y me irrumpió.

-Pero Mel nada, la besaste y no tengo que darte explicaciones de por qué estoy así-. Dijo casi llorando y enfada.

-Mel, pero . . . -.

-¡Basta! Dejame sola; quiero irme a mi casa-. Comentó en un tono más calamada.

La dejé alejarse de mí. Creo que al final de todo la impactó bastante ver que London me besara. Pero aunque dijo que la dejara en paz, la seguí para procurar que no le pase nada malo en el camino.

Querida MelanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora