Decido parar a repostar en una de las gasolineras de la ciudad y así tomarme un respiro. He tenido un día atareado y ahora lo único que me apetece es desaparecer por un tiempo.
La charla con mi hermano me lleva rondando la cabeza todo lo que llevo de tarde desde que hablé con él y la verdad es que no he dejado de pensar en otra cosa.
Me duele muchísimo recordar de la manera que me engañó y abusó de mi confianza. La verdad es que siempre habíamos tenido buena relación hasta entonces.
Bajo del coche y me dirijo hacia donde está el repostero, un señor con bigote que está apoyado justo en la puerta de entrada a la gasolinera.
Después de pagarle me adentro en el interior de mi vehículo. La verdad es que se nota bastante el cambio de temperatura. Enciendo la calefacción y escucho un poco de "the beatles" mientras me dirijo hacia el centro de la ciudad.
Llego a uno de los " clubs" más famoso de la zona.
Para ser las 19.00 de la tarde está bastante lleno, pero igualmente decido entrar.
-Hola, ¿me podría poner un café con leche?
La señora asiente y se dirige a la cafetera.
La verdad es que necesitaba esto, necesitaba tomar aire fresco y salir un poco sin estar "vigilada" por nadie.-¿Marta?
Doy media vuelta y veo a un señor, el cual me da dos besos. Su cara me es familiar-¿Te conozco?- pregunto a la vez que decido bajarme del taburete donde estaba sentada.
- Claro, soy Jairo, de la secundaria. Estuvimos juntos, ¿recuerdas?
Vamos, no me jodas, ¿Por qué cojones he decidido venir aquí? Este era el local al que yo venía con la edad de Emma. Donde yo me fijé en Jairo, donde me besé con él por primera vez y donde en los baños de este club perdí mi virginidad.
Me subo a su regazo mientras me apoyo en la pared. La verdad es que este baño es demasiado pequeño, pero mejor, así podemos pegarnos aun más, si se puede.
Me agarra de una de mis caderas mientras sube el bajo de mi vestido y baja mis medias seguidamente.
-Cuanto me pones, joder.- Gime mientras recorre mi cuello con su lengua.
Un escalofrío recorre mi piel y esto hace que la temperatura ambiente suba aun más.
Se baja como puede los pantalones mientras yo me agarro con una mano al filo de la pared y con la otra le intento quitar su camiseta. Me ayuda un poco y yo me termino quitando el vestido por completo y lo dejo caer al suelo.
Me baja de su regazo y veo como se agacha y abre el bolsillo de su pantalón. Se pone a mi altura rápidamente.
-¿La notas?-Susurra en mi oído mientras pega su pelvis aun más a la mía.
-Sí.-Jadeo para después tragar saliva.
Levanta mis brazos bruscamente y los pone encima de mi cabeza mientras coge mis muñecas.
-¿Estás preparada?- Dice terminando de colocarse el condón.
Asiento.
Me sube a horcajadas y noto como me penetra suavemente, notando un pinchazo en la zona de mi abdomen.
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Diecisietes llamadas sin respuesta
Mistério / SuspenseAntes de morir sola en ese estúpido hotel, Laura la llamó diecisiete veces, y Marta no contesto a ninguna de ellas. Diecisietes gritos de auxilio que no se dignó a responder. Eso es algo que jamás en la vida se podrá perdonar.