La puerta en el suelo está,
mientras pasos se escuchan,
al chocar contra en suelo las suelas
de duro metal.
El lugar en silencio se encuentra,
y Caren mira impresionada la casa,
la enorme finca que ella anela,
que ella desea.
Él te mira y ve a su niña,
y eso ya le honra,
él no soportaría,
que tu en sus brazos,
te desmayaras,
pálida estas,
al verla matar a la sirvienta,
horrorizada estas,
al verla reír sin un ápice de bondad.
Lucifer de tu brazo tiro,
y en su pecho te oculto,
y en silencio te miro,
para que ni una palabra soltaras.
Unas botas de metal,
te tensaron de inmediato,
y la cabeza en su hombro acultaste,
con la tonta idea,
de convertirte en un invisible ser,
para no desvelar vuestro oscuro rincón.
De reojo miras a Emily,
que sollozando esta,
mientras se aferra a Eros,
como si él fuera un comodín,
una salida de este lugar sin fin.
Por tu segundo nombre ella te llamó,
y lágrimas por tus mejillas caen sin temor,
el segundo nombre tu padre eligió,
y desde ese día,
siempre por ese nombre,
[él]te llamo,
hasta que a las dos os echo,
de su casa[mansión].
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ᴀᴍᴀɪᴀ [1] sᴀɢᴀ INFERNO. ᴇᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ
PoesiaMi niña, mi Amaia ¿Se puede amar a alguien de más edad? No permito ningún tipo de adaptación de mis poemas. Todos los derechos reservados © Con esta historia no quiero promover al suicidio ni a las autolesiones, para mi la poesía es un arte y este...