ᴀᴍᴀɪᴀ [1] sᴀɢᴀ INFERNO. ᴇᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ

36.IMPULSO

Y el silencio se instaló,

en la gigante mansión,

y tu sigues llorando,

sigues mirando a Daphne,

que sin vida te mira,

y eso a ti te derriba.

Ella no merecía morir,

ella no debía morir,

pues nada de esto su culpa fue,

ella sólo fue,

un daño colateral.

Y su muerte te marco,

cercana no era,

pero ella daño a nadie hacia,

pero ella morir no debía,

y enfadada estas contigo misma.

La culpa te echas,

de que por ti todos mueran,

y un disparo resonó,

por las blancas paredes,

y asustada estas,

de perderlo a él,

a tu hombre,

a tu amor.

miraste al cuerpo de Daphne,

y hacia la gran sala saliste corriendo.

¡No lo hagas!

¡No hagas caso a tu conciencia!

¡Yo nunca te mentiría!

Una locura no debes cometer,

tu vida no debes arriesgar,

por un impulso con solución,

pero no me oyes.

Nunca lo haces.

Y eso siempre te acaba.

Destrozando y consumiendo.