Capítulo 16

19 3 1
                                    

*comienzo de llamada telefónica*

- ¿Aló? ¿Sophia?-
+ ¡Alin! Gracias a Dios contestas...
- Sophi, cómo has estado? Sucede algo?
+ Muy bien amiga, sólo que no he sabido mucho de ti en estos días.
- Oh jaja, no te hubieras molestado. Estoy muy bien! Gracias por preguntar. *reí* Aunque pensándolo bien, tampoco he sabido de ti.
+ Lo sé... últimamente, estamos muy... distanciadas, no lo crees?
- Lo creo amiga...
+ Acaso estás molesta, porque ya sabes... Jorge, yo...
- ¡Oh! No, no, no, no! Eso no ha sido problema para mi Sophia. Sólo que...
+ Sólo que, qué Alina?
- Pues... aveces temo por ti.
+ Por mí? Porq...? Oh ya, entiendo.
- Verdaderamente no me gustaría que hiciera lo mismo que hizo conmigo, entiendes no?
+ Oh si... por supuesto, pero...
- Pero?
+ Pues, Jorge... ha cambiado, sabes?
- Si?
+ Sí, lo noté muy diferente a cuando salía contigo. Es atento y considerado. Es cuidadoso y muy detallista.
- Estás segura Soph que estas hablando del mismo Jorge que salió conmigo?
+ ¡Más que segura Alin!*rió* Por eso he dicho que ha actuado muy diferente.
- ¡Wow! Realmente estoy asombrada.
+ Pero aún estoy en dudas con él.
- ¿Por qué? Acaso hizo algo, Soph? Cuentamelo y si llegó a hacerte daño juro que..!
+ Tranquila Alin! No hizo nada. Mi duda es que tal vez, no sé, él aún desee estar contigo. Ya sabes, nunca se supera a la ex...-
- Eso no lo sé, mi querida. Pero si puedo asegúrate algo, y es que, desde que está contigo Jorge no ha vuelto a buscarme, no ha vuelto a hablarme y mucho menos molestar a Simón y a mí. Y eso habla mucho de cómo su relación este fluyendo.
+ Tu dices?
- Claro esta Soph! ¡Mírate! Eres hermosa, inteligente y muy detallista. Estoy segura en que Jorge a comenzado a mirarte a ti como algo más que una vecina, no?
+ Puede ser...
- Puede ser no! Es más que obvio. De todas formas estaré atenta, siempre. No quiero que ese estúpido pueda dañarte. Es más, no quiero que pienses en que yo aún tengo algún rencor, no. Desde que Simón llegó a mi vida sólo puedo decir que me he olvidado completamente de ese idiota. Ups! Perdón por lo de idiota. *reí*.
+ Descuida, todo está bien. Y gracias. Creo que me hacía falta hablar esto contigo, Al.
- Y no tuve ningún problema de hacerlo, eres mi amiga y sabes que puedes confiar en mí.
+ Gracias! Aveces me siento algo culpable.
- ¿Por qué?
+No lo sé, es raro admitir en que estoy sintiendo cosas por el ex de mi mejor amiga.
- Oh! No te preocupes, simplemente, has de cuenta que jamás pasó nada entre Jorge y yo, okay?
+ Okay...*un grito a lo lejos "Sophiaaaaa"* Ohou! Creo que me llaman, hablamos luego Alin! Recuerda que no falta nada para tu cumpleaños eh? Te quiero amiga.
- Hablamos luego, y yo a ti.

*Fin de llamada telefónica*

Era cierto. Lo había olvidado por completo. Era 4 de septiembre y mi cumpleaños caia día 13. Me fijé en mi calendario. Era un día viernes. De seguro mamá organizaria una fiesta como lo hacía todos los años. En realidad jamás me gustó celebrar mi cumpleaños, pero mamá se esmeraba demasiado para que compartiera ese dia con amigas o familiares. Sin embargo, este cunpleaños seria especial, porque como si tuviera amnesia durante todo este tiempo, olvidé POR COMPLETO en que cumpliría los gloriosos 18 años. Es decir, llegaba mi momento de convertirme en una adulta, madura, responsable y consciente de sus obligaciones como una persona casi mayor. Me acerqué a mi espejo. Me observé por un buen rato de pies a cabeza.
Mamá entró en mi habitación.
- Que háces, querida?
- Mamá... voy a cumplir 18 años. ¿Puedes creerlo?
Volví a mirarme en el espejo. Toqué mis pechos, susurré:
- Ni siquiera han crecido lo suficiente, eso no es justo.

Mamá rió.

- Aún no lo creo.- Dijo acercándose hacia mí.

Miré a mamá.

Nos abrazamos.

- Recuerdas cuando era pequeña y deseaba crecer?
- Oh si... si que lo recuerdo.
- Bueno, ahora no lo deseo.- reí.
- Todos llegamos a arrepentirnos de eso, mi niña.- Acarició mi cabello.
- Entonces todo es cierto?
- Todo qué Alin?
- Una vez dijiste que cuando uno crece no sólo tu cuerpo crece, sino también las responsabilidades, las obligaciones, bla, bla, bla.- Miré a mamá.
- Así es... Y es nuestra misión en el mundo enfrentar todo eso que se nos cruza en el camino.
- Como el amor, mamá?
- El amor es uno de tantos otros riegos que vas a correr.
- Riesgo? El amor es un riesgo?- pregunté confundida.
Entre un suspiro que sonó agotador dijo:
- Así es... cuando somos niños, pues, "el amor" es el sentimiento más bello que ha existido por el sólo hecho que los mayores nos los describen como si fuera un mundo color rosa. Pero cuando crecemos...
- Cuando crecemos qué?
- El amor no es siempre color rosa. También tiene sus altibajos y lo consideramos un riesgo por el hecho que muchas veces duele.
- Eso lo sé...- Asenti cabizbaja.
- Y veo que muy bien...- miró algo inquieta.- Jamás me contaste que sucedió a fin de cuentas con Jorge.

Tenía toda la razón. Jorge me afectó tanto que hasta dejé de hablar con mamá.

- Uff... larga historia, algún día te contaré.
- Veo que ahora no te gustaría hacerlo...
- Primero que nada, aún estoy algo confundida, cómo puede ser que cumpla 18 años y mis pechos aún no hayan crecido? Y segundo, Simón es todo lo que necesito para no volver hacia atrás, mamá.
- Veo que has madurado rápido hija, me sorprendes.
- Es el riesgo del amor, mamá.- Bromeé.
- Ya eres novia de Simón?- preguntó curiosa.
- Has venido a sacarme información acaso?- Reí. - Aún no mamá.
- ¿Aún? O sea que tu esperas que SI.

La miré y sonreí.

Era un realidad, con Simón ya nos conocíamos desde principio de año, y entendía que entre ambos había una química incomparable, pero él en ningún momento determinó preguntarme si quisiera ser su novia. Simplemente éramos aquellos mitad amigos mitad algo más.

- Si quiera.- aseguré.
- Bien por ti hija mía, bien por ti.-

Mamá se retiró de mi habitación y yo volví a mi espejo.

- 18 años eh? 18 años...- susurré.

¿Que no había pasado durante 18 años? Naci. Nació Fran, mi madre se divorció. Ingrese a infantes, crecí, comencé la primaria, hice amigos, jugué, me caí, tropecé, me volví a levantar, escribí, leí, hablé, escuché, baile, comencé la secundaria, comencé teatro, hice nuevos amigos y aquí estoy... Haciendo un repaso de mi vida como si estuviera a punto de morir. Como si mi vida acabara por cumplir tan sólo 18 años. 《Estoy loca》pensé. Era patético. Fue como cuando cumplí 15. Ya era toda una señorita adolescente que crecería y seguramente viviría y sentiría cosas muy diferentes a las que venía sintiendo de niña. Y fue así. Y aquí estoy. Sintiendo cosas que jamás había sentido, y posiblemente a punto de comenzar nuevas, es decir, llegaban mis estudios universitarios y lo más posible es que desaparecería de mi pueblo natal, para estudiar en la metrópolis.

Entre en pánico. Como pude haber deseado crecer, cómo?

En fín. Apacigue esos pensamientos que me atormetaban y decidí llamar a las chicas para salir un rato.

Nos encontramos en Mc donalds a comer y platicar. Pasamos un buen rato juntas. Como buenas amigas.
Aún no entendía que habría hecho yo de bueno en esta vida para tener a semejantes personas como ellas. Me quedé mirandolas a cada una de ellas y examinadas. Cada una tenía algo que la distinguía, eran lindas, inteligentes, detallistas, etc, etc.

- Alin, Alin, Alin? Te encuentra a bien? - Jess me despertó.
La miré.
- Oh si! Estoy bien.... Sólo pensaba.-
- Que pensabas amiga?-preguntó Nahía colocando sus manos debajo de su cuello como si fuera una princesa.
- De seguro en Simón!- Bromeó Bridgit.
- ¿Recuerdan cuando nos conocimos?-pregunté desprevenida y dejando a todas en silencio.
- Si...- susurró Anne mirando un punto fijo.
- Recuerdo en que Bridgit y yo solíamos hablar. - rió Jess.
- Es verdad! Hubo química entre nosotras desde un principio.- guiño un ojo Bridgit.
- Recuerdo que... No solía llevarme con ninguna de ustedes, hasta que Nahia se acercó hasta a mí y hablamos.-
- Es verdad!- dijo Nahia.
- Recuerdo que el cabello de Anne me llamaba mucho la atención. Era demasiado rojo y sus rulos me fascinaban.- dijo en contento Brid.
- Oh gracias.- sonrió Anne.
- Pero en realidad, cuando comenzamos a ser amigas fue cuando la profesora de ese momento nos señaló y dijo que nosotras seriamos un grupo. Y todas nos miramos como diciendo "¿qué?"- exagero Jess.
- ¡Total!- todas asentimos.
- No les dio la sensación como si la profesora no nos hubiera tenido confianza?
- Si!- asintió Anne.
- Y luego sorprendemos con nuestra obra de "hermanas de una fraternida nada fraterna". Fue genial!- Espetó con alegría Bridgit.
- Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
- Yo también.-
- Total.-
- Siempre.-

- Las quiero...-


¡Alin! no te enamores. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora