¡Alin! no te enamores. (PAUSADA)

Capítulo 17 (1/2)

13 de septiembre - 06:30 a.m

Los párpados me pesaban a más no poder. Estaba acostada intentando poder despertar, miré mi despertador con ojos entrecerrados y sin poder distinguir la hora... era hora de ir al colegio, claro estaba.
- Por favor, ánimo, debes levantarte.- susurraba a mi misma.
Con un último impulso me senté a orillas de mi cama, concentrada en una pequeña mancha de las baldosas del suelo mientras me abrazaba a mi misma.
- Alin... arriba...- mi subconsciente.
Eran de aquellos días en donde sentimos que el mundo está posado sobre nosotros y no hay fuerzas necesarias para ponerse de pie.
Busqué mis pantuflas color verde manzana, decidí levantarme cabizbaja y caminar hasta el baño a higienizarme. Llegue miré al espejo, una imagen perturbadora de mi misma se vio reflejada en él... acaricie con cuidado mis profundas ojeras, y estire mi rostro como si fuera de goma para disipar la dureza de mis ojos a ser abiertos. Abrí la canilla del lavado y enjuague mi cara. De inmediato sentí ese minúsculo placer de sentir mojado mi rostro luego de tenerlo todo seco y olvidado. Tomé mi cepillo de dientes, enjuague mi boca. Otro pequeño placer de sentir toda tu boca refrescante y con aliento delicioso.
- Mi cabello...-pensé.
Estaba hecho un desastre. Tomé unos de mis cepillos, uno redondo, y comencé a desentrañar las puntas de éste suavemente. Luego, terminé por cepillarlo completo y me hice una trenza al costado. Volví a mi cuarto, me puse mi uniforme.
- Fran... arriba campeón... debemos ir al colegio...- hablé al niño mientras lo sacudia levemente.
Despertó. Fran refregó sus ojos y se levantó como si hubieran puesto dos petardos en sus pies. Luego me miró y sonrió.
- ¡Feliz cumpleaños hermana!- me abrazó.
Quedé intacta en ese abrazo. Lo había olvidado. Olvidé mi propio cumpleaños.
- Gra-gra-gracias Fran...-
Terminé ese abrazo acogedor.
Bajé a desayunar. Mamá dormía. Seguramente por mi cumpleaños habría pedido el día libre. Decidí no despertarla.
Preparé la chocolatada con vainillas para ambos, desayunamos, recogimos nuestras mochilas y salimos al colegio.
Era un espléndido día. Aquellos que tanto me agradaban por el sólo hecho que el cielo se encontraba en su máximo de color azul y corría una brisa que enamoraba.
- Algo me dice que será un buen día... -Susurre en voz alta.
- ¡De seguro! ¡Es tu cumpleaños!- Sonrió Fran.
Miré al pequeño y le dediqué una sonrisa.
- Tu lo dijiste...-

Llegamos un poco tarde, dejé a Fran en su curso y comencé a subir las interminables escaleras hacia mi él.
Una compañera miraba desde arriba. Yo le sonreí y ella corrió. No entendí esa reacción hasta que...

- <<Cumpleaños feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Ali-in que los cumplas feliz>>.- Escuché al unísono de parte de todos mis compañeros y el profesor de Moral.

- ¡Muchas gracias a todos!- sonreí contenta por el detalle de todos ellos.
- Oh no, llegué tarde al parecer...- sorprendió Diván con una bolsita color dorado.- Felicidades mi linda linda Alin.- Exclamó dándome un beso en mi mejilla y entregando la pequeña bolsa.
- No debiste haberte preocupado Div...- Espete.- Pero, muchas gracias...-
Nos sentamos juntos en nuestro lugar de siempre y la clase comenzó.
El dia transcurrió igual que siempre, e intentaba tomarlo así. Cuando llegó la hora de salir, busqué a Fran y salimos a la vereda cuando vimos un tumulto que cuchilleaba al ver un chico parado con un ramo de flores.
Miré bien, y vi que se trataba de Simón.
- Pe-pe-pero qu-que es esto?- Dije confundida pero con una gran sonrisa en mi rostro.
- Feliz cumpleaños linda, ya eres toda una mujer adulta eh?- bromeó.
Tomé el pequeño ramo de flores. Y el abrió una pequeña cajita roja que traía consigo y sacó un collar. Un collar el cual tenía un hermoso dije con las caretas del teatro de plata.
Levanté mi cabello para que pudiera abrocharla.
- ¡Es hermoso! ¡Muchas gracias!- y me dirigí a darle un beso y un brazo de agradecimiento.
- Te lo mereces.- replicó.