¡Alin! no te enamores. (PAUSADA)

Capitulo 9: 1/2

"La Visita"

[Narra Simón]

Tuve una noche bastante profunda. De sueños profundos...
Soñé que era un jugador de futbol muy famoso... Anotaba muchos goles, todos me admiraban, aclamaban mi nombre, festejaban mis triunfos, las chicas podían derretirse por mí, pero, sin embargo yo solo veía y dedicaba mis goles a una sola que sonreía y saludaba cada vez que la veía...

Estaba haciendo una jugada estupenda, esquivaba a todos los rivales, una jugada similar a la de Maradona en el mundial del '86... El público aclamaba mi nombre una y otra vez, como un sumbido a mi oído... Pero... muy de repente apareció un jugador, no podía distinguir su rostro, no lo había visto en mis partidos antes, cada vez que se acercaba más y más estaba seguro de que era la misma sonrisa malévola de Jorge... Este chico me alcanzó y me hizo una tranca para que cayera... La pelota siguió rodando hasta que se detuvo... Yo quedé en el suelo destruido... Solo podía ver la sombra del árbitro sacando tarjeta roja a ese chico mientras tocaba muy fuerte su silbato... pero un silbato con sonido algo extraño... un sonido similar al de mi al...

— ¡ALARMA!- Grité algo confundido.

Suspiré del susto. Volví a adormecerme.

— Simón... estás despierto?- Un susurro dulce y pequeño se acercaba hacia mi cama, la figura de mi hermanita era difuminada por la luz anaranjada del pasillo.

—Eh..?— Aún me encontraba adormecido y confundido.

—Despierta...— Comenzó a empujarme para que levantara y luego subió a mi cama y empezó a saltar.

-—¡Lara! ¡Por favor! ¡No molestes!— Refunfuñe —¿Cómo puedes tener tanta energía a estas horas de la mañana?

- No es TAAAAAN temprano- exageró.

Me vi obligado a levantarme.

Luego de higienizarme, me asomé a las escaleras y sentí un rico olor a pan tostado....
Bajé rápidamente las escaleras y vi a mamá de espaldas, tarareando su canción favorita, mientras nos preparaba a ambos el desayuno.

-—Buenos días, bomboncito...— Dijo al darse cuenta que estaba detrás de ella.

— Buen día, Má! —

—Cambiate y preparate, recuerda que hoy es tu visita a la exposición de cultura. — Exclamó chupandose los dedos porque se había quemado con el fósforo.

Lo había olvidado por completo.

— ¡Alin! — Exclamé en voz alta. Y corrí a subir la escaleras para ir a cambiarme.

— Eh? Al qué?—Exclamó mamá confundida por lo que dije.

Me coloqué mi uniforme, me peiné, me puse perfume y bajé rápidamente a tomar el desayuno. Lara ya había terminado por lo tanto solo faltaba yo.

— ¿Y ese perfume? — Preguntó mamá acercándose a olerme.

— Es uno que me regalaron en cumpleaños pasado, lo tenía por ahí guardado.—Espeté mientras comía una tostada con queso.

Mamá miró extrañada y tenía todo el derecho. Muy pocas veces me ponía colonia.

— A ti te pasa algo, no?— Me tomó de la barbilla.

Lara se hecho a reir. Yo la mire y al igual que ella heché a reirme.

Subimos al auto todos. Dejamos a Lara en su escuela y luego fuimos a la mia.

Todos los chicos de mi curso esperaban en el salón de la entrada para que nos llevarán a la exposición de cultura. Saludé a Dave y a otros amigos... pero me pareció raro no ver por ningún lado a Jorge.