Capítulo 11

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Rápidamente trate de borrar el rastro de las lagrimas. Se sento junto a mi.

-¿Que haces aqui?-aclaré mi voz

-Paseo a mi perro-se sento junto a mi-Es el de alla-apunto al gigante canino de pelaje negro, que estaba jugando con una pelota a unos metros de nosotros

-¿Los perros también deben ser rubios para que te gusten?-solté una risita

-Tonto...-me abrazó.

-Si hay algo que odio más que al idiota de tu ex, es que derrames lágrimas por él-respondí a su abrazo sin más y me hundí en su pecho-¿Tan dificil es dejarlo?-apoyé mi cabeza en su hombro.

-Es dificil cuando amas a alguien...-me explique

-No sé como un idiota...-lo mire feo-un chico como el-corrigió alzando las cejas- pudo estar con alguien como tu.

-Yo tampoco...-suspiré. Y recorde la noche anterior-¿Por qué te fuiste ayer?

-¿No lo recuerdas?-negue- Bueno... No fue muy lindo lo que dijiste... Pero... Me dijiste que me alejara de ti

-¿Y por qué me desobedeces?-sonreí

-Porque se que te gusta que este contigo-me robo un pequeño beso. Lo mire con cara de poco amigos-Lo siento... Me tente... Dame una oportunidad-dijo acarciando mi mejilla

-¿Oportunidad de qué?

-De tenerte...

-Me tienes abrazada, ¿Qué más quieres?

-Tienes razon, te tengo-me levanto en brazos- ahora te puedo llevar a donde yo quiera.

-Al único lugar que puedes llevarme es a mi casa-le dije advirtiendolo

-Algo es algo...-dijo y caminamos hasta mi casa.

-¿Desayunaste?-pregunte cuando ya casi estabamos llegando

-No-me miro alzando una ceja-¿Me vas a invitar a desayunar?

-Tal vez...

-Acepto, pero dejaré a mi perro en mi casa y volvere-dijo rapidamente, me beso en la mejilla y se fue corriendo junto a su mascota.

Entre a la casa y pedí que prepararan el desayuno para dos. Luego de un rato sonó el timbre.

-Yo voy-le dije a una de las chicas que estaba a punto de atender. Ella asintió y volvió a la cocina.

-Buen día señorita-dijo con un tono grueso. Reí y tome su mano arrastrandolo hasta adentro.

-Apúrate, tengo hambre-casi nos caemos al pisar mal un escalon-¡Vamos moreno!-abrí la puerta de mi habitación. Nos sentamos en el piso y desayunamos allí.

-¿Me vas a dar una oportunidad?-siguió insistiendo.

Se la habia pasado todo el desayuno con esa pregunta. Lo decia cada tres minutos. Mi respuesta siempre era la misma, y luego continuaba hablando de otra cosa, y de nuevo la pregunta. Así, repetidas veces.

-No-volví a responder.

-Esa no es una respuesta-replicó.

-Mmm...-pensé-Por qué sé que eres como yo, te acuestas con cualquiera y luego 'si te he visto no me acuerdo'-le expliqué.

-Bueno...-admitió-pero...

-Eres igual y además ya te dije. Me gustan los rubios.

-Me estas provocando, ¿Lo ves? Es tu culpa...-se acercó a mi cara.

-No quiero-giré mi cara y sus labios se posaron en mi mejilla.

Te estas encariñando, cantaron la vocesitas

¡Callense!

-¿Qué sucede?

-Zayn...

-Me estas asustando...Me llamaste Zayn, nunca me llamas por mi nombre-solté un risita.

-No se qué intentas conmigo, pero sabes que sigo enamorada de mi ex...

-Por eso mismo-lo mire sin entender- quiero que te olvides de él...

-¿Olvidarme?-otra vez reí

-Déjame intentarlo...

Last first kiss. | Z. M. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora