Maya:
En lo que quedo del día no pude dejar de pensar en que había lastimado a mi mejor amiga y le había mentido para protegerla, pero como iba a decirle que el labial que Lucas tenía en sus labios era el mío, que yo era la chica que el había besado y que posiblemente que el quería, no podía, ni quería herirla y como si la culpa no fuera suficiente mi mente no hacía más que recordarme aquel beso, ese beso con el vaquero que me hizo sentir que me amaba, pero eso era ridículo no podía amarme, yo estaba rota, todo lo que yo tocaba se rompía y ni siquiera mi mejor amiga era la excepción, pues ella sin que fuera consciente había llorado por mi culpa, nada más mi culpa. El sonido de la campana hizo que saliera de mis pensamientos, me despedí de Riley pues ella se iría a casa con su padre, salí de la escuela para dirigirme al metro, iba a entrar a la estación cuando alguien me tomo del brazo.
-Maya ¿Podemos hablar?-era Lucas mirándome suplicante para que aceptara- Por favor.
-Está bien vaquero, hablemos-dije resignada- ¿Por qué no vamos al parque de ahí?
-Claro-dijo sonriendo.
Caminos hacia el parque y nos sentamos en una banca, ninguno se animaba a decir la primera palabra, ya había pasado un largo tiempo así que decidí hablar.
-Dime Huckleberry que querías hablar conmigo- dije mirándolo a los ojos, esos ojos verdes que si los mirabas detenidamente notarias pequeñas manchas cafés en ellos que daban la sensación de estar en un bosque, mi bosque, esos ojos que hacían que cada día me enamorara de él.
-¡Maya!-me grito Lucas, debí quedarme perdida mirándole para que él reaccionara así- Llevo hablándote cinco minutos-me miro y su sonrisa cambio a un llena de picardía- ¿Disfrutabas de mis ojos?- exclamo divertido.
-¿De qué hablas vaquero? Jamás me fijaría en tus ojos-dije dándome la vuelta pues sentía como mis mejillas iban tomando color- solo que tenias una mancha cerca de ellos y me quede viéndola.
-Claro Maya y por eso es que te quedaste mirándome por un largo tiempo-me miro divertido- Acepta que te gustan mis ojos-me miro-Así como a mí me fascinan los tuyos-empezó a acercarse a mi rostro- Así como también me encanta tu nariz- deposito un beso en esta- Pero ¿Sabes que parte me gusta más de ti en estos momentos?-me pregunto mirando mis labios.
-¿Cu-cuál vaquero?- dije apenas audible.
-Esta- y sin más volvió a besarme como lo había hecho esta mañana
Y fue perfecto sentir sus labios siempre será perfecto. Estuvimos así un largo tiempo, sonreíamos, nos separábamos, nos mirábamos y reíamos y volvíamos a besarnos, me abrazo y empezó a depositar besos en mi frente y en mis mejillas, desearía congelar este momento y guardarlo para siempre, porque fue ahí donde comprendí que amaba tanto a Lucas y acepte luchar por él sin importar nada más.
Lucas:
Ahí sentados en esa banca, besándonos, riéndonos y amándonos me hizo tomar la decisión de quedarme con Maya, ella era la indicada podía sentirlo, se que al principio intente algo con Riley pero nada de eso me hizo sentir ni una parte de lo que sentía al ver sonreír a Maya, y es que Maya era imperfecta para los ojos de los demás pero para mí ella era la chica la más perfecta que pudo toparse en mi vida, el azul de sus ojos era como el azul del cielo tan puro y a la vez tan profundo, quería que al verme fuera amor lo que sus ojos transmitieran y sé que lo he logrado, sé que me ama y ahora más que nunca lucharía por hacerla feliz y mantener ese amor por el resto de mi vida. Tenía que decirle lo que siento por ella y ahora era el momento.
-Maya de verdad me gustas mucho- solté de pronto y pude ver como en ella se difuminaba su sonrisa- La verdad me he enamorado de ti Maya-tome sus manos- me he enamorado de la persona que realmente eres, de la valiente Maya que protege a sus amigos, de la Maya que sonríe cuando ve Riley, de la Maya que al probar el café suspira de alivio, la Maya que se coloca perfume antes de salir, la Maya que busca una sonrisa de sus amigos, la Maya que hace feliz al mundo sin importar que tanto le ha dañado este, la Maya que tiene las manos tibias-bese sus manos- la Maya que su pasión es el arte, de la Maya que llena mis días con apodos y sobre todo amo a la Maya que me besa y sonríe en mis labios, amo a la Maya que es mi ¿amienemiga? , pero la pregunta es si tú me amas a mí ¿Me amas?- al momento que termine de hablar, volví a sentir unos labios junto a los míos y las palabras más hermosas que pude oír.
-Si Lucas, te amo yo también me enamore de mi amienemigo- me beso- y sabes Huckleberry jamás estuve tan segura de algo en mi vida, sé que te necesito pero-empecé a preocuparme los "peros" nunca son buenos- no podemos estar juntos, no con Riley en el medio- empezó a ponerse de píe- Lo siento- me beso- Debo irme- y sin más empezó a caminar.
-No, esto no se puede quedar así- la alcance y la detuve del brazo- Maya yo te amo, además Riley es tu mejor amiga ella entenderá.
-No Lucas yo no puedo hacerle esto a ella-me miro con sus ojos azules que reflejan tristeza- Entiende que te amo, pero no estoy segura de esto.
-Dame una oportunidad-le dije- Que no se entere nadie y si no funciona te dejare en paz, pero déjame probarte cuanto te amo-le suplique ella pareció meditarlo- Por favor, dame dos meses.
-Tienes dos meses Huckleberry-dijo enseñando el número dos con sus manos- Dos meses para probarme que esto puede funcionar, dos meses en que debes probarme que vale la pena decírselo a Riley, dos meses en que debes hacer que ella ya no sientas cosas por ti. ¿Entiendes?
-Entiendo-me acerque a ella- Ya que lo aclaramos ¿Puedes salir conmigo esta noche?- le propuse.
-Claro Ranger Rick-me dedico una de sus sonrisas- será mejor que ya nos vayamos se hace tarde
-Está bien, ven vamos te acompaño.
Y sin más volví a besarla, volví a sentir esos labios que me encantaba su aliento en mis labios y lo perfecto que sería de ahora en adelante. Seguimos caminado hasta llegar a la estación compartimos el tren y cuando ella llego a su estación se despidió con un beso y un te amo entre susurros. Jamás me había sentido tan feliz y por ninguna razón dejaría ir a mi belleza rubia.
Llegue a mi casa y me dispuse a preparar todo para esta noche, de seguro a Maya le encantara, llevaba planeándolo desde hace mucho claro que nunca me atrevía a pedírselo, y no, no olvide pedirle que fuera mi novia solo que quería hacerlo de una manera especial, romántica, de una manera que fuera lo suficiente para demostrarle que todo saldría bien.
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Y bueno con ustedes el capítulo 3 de esta historia, la verdad me gusto mucho escribirlos y muchas, pero muchas gracias a las personas que votan, comentan y leen esta historia la verdad estoy muy agradecida con ustedes. Espero que les guste este cap y ya nada más nos vemos en el capítulo 4. Bye
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La Valiente Maya Hart (Lucaya)
FanfictionAl principio no entendía, pero la vida me hizo comprender y ahora les pregunto a ustedes ¿Saben por qué las peleas tienen el talento para arruinar el amor? ¿Saben por qué se nos hace cada vez más fácil comenzar una? Pues la respuesta a estas dos pre...