Epílogo.

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"Veo a Jordan casi dormida a mi lado, no puedo evitar no verla, es una chica fascinante. Es bonita, le gustan las arañas y nunca tiene miedo de nada... es decir, debe temerle a algo pero creo que aun así ella sería capaz de enfrentarlo. Ella me gusta"

Su despertador sonó a las siete AM. Maldición, tenía que sonar a las seis con treinta.

El avión de Archie partía en treinta minutos, no llegaría ni aunque el genio de la botella saliera y le concediera los malditos tres deseos.

Consciente de que no alcanzaría a bañarse, tomó el primer pantalón que vio y una sudadera decente, ni siquiera sabía como se puso la ropa interior. Buscó el costoso perfume que su padre le había regalado hace un año y prácticamente se bañó en él.

Tengo toda la vida para bañarme- pensó.

Bajó las escaleras encontrándose a un sudoroso Bruno con ropa deportiva.

-Tú- lo apuntó la chica con su voz en modo amenazadora- llévame al aeropuerto. Voy tarde.

Bruno ni siquiera protestó. Agarró las llaves de su auto y corrió a encenderlo.

Diez minutos después estaban en el aparcamiento del aeropuerto, Bruno impresionado por la rapidez con la que condujo y Jordan nerviosa y apunto de llorar, ya sin uñas que morder.

-Puedes quedarte aquí si quieres- le susurró Jordan.

-Tranquila pequeña- la tomó de los hombros para darle apoyo- todo saldrá bien,

Jordan asintió y bajó del auto, corrió hasta donde supuestamente estaría Archie, pero no estaba.

-No, no, no- empezó a susurrar conteniendo las lagrimas. Él no pudo irse sin siquiera decir adiós.

Trataba de alzarse ante las personas ajenas a su situación, quienes la miraban de una forma extraña.

-Por favor, Archie- susurraba tratando de mantener la calma. Ya sentía como sus ojos ardían así que simplemente, lloró. Lloró por haber sido orgullosa, por haber jugado con el tiempo y con los sentimientos del chico que amaba. Lloró porque lo dejó ir. Lloró por ser tan estúpida como para haber supuesto que él siempre estaría ahí para ella, que nunca la dejaría. Lloró porque era lo único que podía hacer en estos momentos.

Ni siquiera supo cuando pudo divisar su hermosa cabellera rubia. Ni siquiera supo cuando empezó a correr, con la intención de lanzarse a sus brazos y nunca dejarlo ir.

-Tucker- gritó con todas sus fuerzas. Archie había pedido que nadie fuera a verlo partir. Él odiaba las despedidas.

Jordan corría lo más rápido que podía, su respiración estaba agitada, y antes de decir más, tuvo que sostener sus manos en sus rodillas. La adrenalina se había ido y solo quedaba enfrentar sus sentimientos y decir lo que tuvo miedo de decir en el pasado.

-Jordan- le susurró, las personas a su alrededor los miraban enternecidos, como si esta escena no fuera desgarradora- ¿Qué haces aquí?

-No podía dejar que te fueras, no sin antes decirte que yo- los labios de Archie se interpusieron ante cualquier palabra que ella quisiera decir.

Cerró los ojos con fuerza, asimilando el momento. Ellos, ahora, se estaban besando, como en esas estúpidas y cursis películas donde uno de los dos impedía el sueño del otro por ser lo bastante egoístas como para amarrarlo y no dejar que se vaya.

No, ella no podía hacer eso. No a él.

Cortó el beso poniendo ambas manos en el pecho del chico.

-Te extrañaré mucho- susurró contra sus labios, que aún estaban rojos por el beso.

-¿Por qué no me dices que me quede?- le dijo Archie con un hilo de voz.

-Porque no tienes que quedarte- dijo- es tu sueño y-

-Nada es mas importante para mi que estar contigo.

Jordan negó con la cabeza cerrando los ojos para que las escurridizas lágrimas no escaparan.

-Es tu sueño y me odiaría si yo fuera la culpable de que se arruinara- por el alto parlante, una voz femenina aviso a los pasajeros con destino a Nueva Zelanda que partirían en menos de tres minutos.

-Tengo que irme- Archie se separó de ella, y se sintió como si con eso, hubiera separado de ella un pedazo de su corazón- Te enviaré mensajes y te llamaré, lo prometo. Y volveré para las vacaciones navideñas.

Jordan asintió. Lo había dejado ir... nuevamente.

Nunca se dijeron "te amo", no del todo. Pero ninguno negaría, que mas de una vez lo sintieron.

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n/a: Eso es to- eso es to- eso es todo amigos *suenan los aplausos de fondo* gracias, gracias. Sé que es un final algo triste pero vamos, THIS IS THE REAL LIFE GUYS.

Espero que les haya gustado mi humilde historia.

Puse 'Say Something' porque con esa canción escribí el capítulo, espero que lo hayan disfrutado y si soltaron lágrimas... LOS FELICITO, son humanos.

Si quieren leerme más solo pásense por mi otra novela *guiño, guiño*

Háganme saber si les gustó con las lindas estrellitas galácticas y no lo callen, díganme lo que piensan en los comentarios.

Se despide cordialmente- bazinga, no me interesa-.

-HQ.

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