Capítulo dos

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Narra Mora:

Hoy me desperté mejor que nunca, es imposible que algo pueda llegar a cambiar mi buen humor.
Es viernes y es el último día de mi primer año en la facultad, claro que con el último día me refiero a que empiezan las vacaciones y no hay nada mejor que eso, aunque tengo una clase especial de fin de año. No creo que sea importante pero es obligatoria así que voy a ir y de paso voy a buscar mis notas.
Por suerte no dura más de dos horas y ya tengo todo el resto del día planeado.

Me levanté temprano para poder llegar bien con los horarios, me bañe, me cambié, desayuné, me lave los dientes y guardé en mi bolso ropa para cuando terminara de hacer todo en la facultad. Sabiendo que iba a hacer bastante calor agarre una remera corta y un short (multimedia).

Todo iba saliendo bien, la charla duró menos tiempo de lo pensado y no tuve que hacer fila para retirar mis notas.
Antes de salir fui al baño y me cambie, en eso me llega una llamada de mi mejor amiga, Camila.

*Conversación telefónica*

C: Hola Morita! Como estás? Ya venis? Te estoy esperando!

M: Hola Cami, me estoy terminando de cambiar y salgo para tu casa

C: Dale buenísimo, intenta hacer rápido que tengo mil cosas para contarte

M: Siii, yo también! Voy caminando, un beso

C: Avísame, beso

*Fin de llamada telefónica*

La casa de Cami me quedaba a pocas cuadras, hace dos semanas que no la veo y ya la extraño muchísimo, así que habíamos quedado en juntarnos para hablar y actualizarnos, y obviamente también para organizar la salida de hoy a la noche, teníamos que festejar el comienzo de las vacaciones, aunque eso era solo una excusa porque vivíamos saliendo sin motivos.

Ya estaba llegando a la casa de Cami, me faltaban dos cuadras y algo pasó, algo que me hizo dar cuenta que mi buen humor no podía cambiar por algo, pero si por alguien.

El momento menos pensadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora